Contracciones rítmicas e involuntarias del suelo pélvico

5 de agosto de 2016 01:34 h

Que exista un Día Internacional del Orgasmo en el calendario ya nos da pistas sobre la importancia social que tiene este fenómeno fisiológico consistente en contracciones rítmicas e involuntarias del suelo pélvico en ambos sexos, de la zona prostática en la mayoría de hombres y del útero en la mayoría de mujeres. Y decimos la mayoría porque como ya hemos indicado en otras ocasiones, no todos los hombres tienen próstata ni todas las mujeres tienen útero (por ejemplo, aquellas personas en situación de transexualidad).

En ellos, parece que la cosa está más o menos clara. Pero… ¿y en ellas? Sigue existiendo la creencia de que en las mujeres se pueden encontrar dos tipos de orgasmo: el vaginal y el clitoridiano. La realidad es bien distinta. En ambos sexos existe únicamente un tipo de orgasmo y es aquel que reside a nivel cerebral. Otro tema son las formas de acceder a él y las vivencias subjetivas de los mismos, que en ambos casos pueden ser infinitas.

Hubo una época en la que los orgasmos fueron el remedio que muchos médicos recetaban a mujeres mal diagnosticadas como “histéricas”. ¿Quieres saber cómo se conseguían realizar estos curiosos tratamientos? Te lo contamos aquí.

Sorprendentemente, hemos pasado de guardar los orgasmos en las alcobas a casi una prescripción de los mismos. Vivimos en una sociedad en la que a nivel de encuentros eróticos somos demasiado finalistas. Y es que, a veces nos obcecamos tanto en que el orgasmo sea el final de nuestro paseo erótico que nos olvidamos de disfrutar del camino que nos lleva a él. Un camino lleno de matices y sensaciones que, en muchas ocasiones, puede ser igual o incluso más satisfactorio que el propio orgasmo.