Disfruten del vuelo
Este vuelo despegó en Logroño en 2013, cuando Rubén decidió buscar a su tripulación y se unió a Iván, Chema y Pipi. Desde entonces, más de 2 años de intenso trabajo en un viaje que hoy les lleva otra vez a su ciudad, donde harán disfrutar a su público con los temas de su disco: 'Turbulencias', que les llevará a más de 20 ciudades en los próximos meses.
¿Qué se van a encontrar los que acudan hoy a vuestro concierto?
Se van a encontrar rock and roll clásico. Nosotros bebemos de la tradición, pero, para darle otro aire al rock, hemos cambiado y hemos introducido una guitarra española un poco diferente en la que, para que no haya problemas de acoples en un escenario, las cuerdas, en vez de acero, son de naylon. Los que acudan se van a encontrar un sonido clásico, como los Rolling Stones o Chuck Berry, pero con raíces latinas. Nos suelen comparar con Los Rodríguez.
Grabásteis vuestro primer disco, 'Turbulencias', hace un año. ¿Cómo está funcionando?
Ha sido una cosa sorprendente. A mí me dicen que esto me pasa porque no lo he buscado. Yo tenía muchas canciones, quería grabarlas y empezamos a quedar. En los primeros conciertos no teníamos ni nombre. Todo empezó creciendo, busqué en la discografía de los Rolling y encontré una canción, Vuelo 505, que habla de alguien con una vida acomodada, como puede ser la mía, que cree que la vida tiene más expectativas y coge un billete para el vuelo 505 sin saber el destino. Al final, el avión se estrella. Nosotros no sabemos bien lo que va a pasar, también pensábamos que este avión se iba a estrellar. Lo importante es intentarlo hasta el final.
Habéis contado con colaboradores de lujo en vuestro disco, como 'Kolibrí' Díaz, de Marea.
Yo soy muy amigo de Kutxi, de Marea, le mandaba sus maquetas y me dijo: “la gente que tenéis talento no sabéis cuánto talento tenéis”. Fui a verle, le puso dos canciones al 'Kolibrí' y se quedó flipado. No sólo ha estado en la producción, sino también en la pre-producción, en los ensayos, y me ayudó a darle una vuelta a un tema que luego ha resultado el single. También hemos contado con uno de los mejores pianistas de jazz de este país.
Sin su ayuda, yo no habría grabado un disco a ese nivel. También hemos contado con el apoyo de Dromedario Records, la discográfica de Extremoduro. Todo esto es tan bonito porque no teníamos pensado nada de esto. Ahora, en sólo unos meses, creo que vamos a tener que reeditar el disco. Es verdad que cuando estás tocando, todo es más fácil. No paramos de tocar y la gente va moviendo el disco. Nuestro vídeo ya tiene 8.000 visitas en Internet y el 19 de febrero tocamos en Madrid ante medios especializados de toda España.
¿Está viviendo el directo una época dorada?
No sé qué decirte. Todo depende de si estás o no en el circuito. Ahora hay poca posibilidad de salir a tocar porque en los festivales actúan siempre los mismos grupos. Además, se está dando un boom con grupos tributo. En España solíamos hacer las cosas a nuestra manera y ahora estamos infestados de marcas blancas. Da un poco de pena, hacen todos lo mismo.
Se nota que dais mucha importancia a las letras. Incluso habéis editado un libro: 'La historia de unas canciones que querían volar', con letras, partituras y material extra de la banda.
La verdad es que yo nunca he recibido clases de canto y no es que lea especialmente mucho, sobre todo leo libros de autoayuda y biografías de músicos, pero me vuelvo loco con las letras y eso es algo que llega a la gente. Ahora es la primera vez que me he decidido a contar cosas mías, el disco es como mi diario, me viene bien escribir. Me dicen que soy optimista pero es que no me salen letras políticas, son muy evidentes. Si nos juntáramos gente con el mínimo sentido común y sensibilidad todos pensaríamos lo mismo de la situación actual.
Yo lo que intento es ser muy sincero y cuando lo haces, conectas con la gente, aunque la verdad es que nunca he trabajado la voz y me siento más a gusto como guitarrista que como compositor o letrista.
Después de presentar el disco en Logroño, Pamplona, Bilbao y Zaragoza, ¿qué es lo próximo? ¿ dónde más vais a llevar 'Turbulencias'?
Tenemos un lío monumental. Nos quedan sólo cuatro días libres de aquí a junio. Es increíble. Antes lo importante era grabar un disco y ahora lo es tocar. Aunque es complicado porque hay que tener en cuenta los decibelios, con las nuevas normativas. Muchos grupos son capaces de tocar cosas bonitas, pero luego no pueden tocar en directo. Nosotros somos unos privilegiados. Tenemos programados más de 20 conciertos en Vigo, León, Barcelona, Salou, Guadalajar, Madrid, Vitoria...O sale a tocar, o un grupo se muere. Todo se para, si tú no te mueves, el boom se estanca.
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