El Akasvayu quiere imitar al iurbentia

El Real Madrid y el Akasvayu Girona auguran este viernes (20:00/TVE) un duelo estelar en el cierre de los cuartos de final en Vitoria. El equipo blanco, vigente campeón y líder de la ACB, ha pasado en una semana de estar en la cúspide, con la victoria ante el Panathinaikos, actual campeón de Europa, y su juego brillante que le clasificó para el 'Top-16' de la Euroliga como el segundo mejor y cabeza de serie, a unos días aciagos cargados de noticias poco positivas.

Aunque se mantiene como líder sólido de la ACB, con dos victorias de ventaja sobre sus dos perseguidores, los de Joan Plaza encajaron el sábado una derrota, por posible, no menos dolorosa, ante el TAU, que acabó con la condición de inexpugnable de Vistalegre, donde sumaba todos sus partidos por victoria en las dos competiciones. A esa derrota, que puede haber minado la moral de los de Joan Plaza, se unió la lesión del pívot griego Lazaros Papadopoulos, que deja al equipo 'cojo' en la pintura, con la ausencia ya conocida de Venson Hamilton, lo que propició que el técnico clamara por fichajes, que no llegarán a tiempo para la cita de Vitoria.

El entrenador catalán hablaba de “necesidad imperiosa de fichar”, porque, además, el poco favorable sorteo de la Euroliga, ha propiciado que el próximo jueves reciban al Zalgiris Kaunas lituano y una semana después al Olympiacos griego y en casa está prohibido fallar en la competición europea para no complicarse sus opciones de seguir adelante. Así, afrontar la posibilidad de disputar, una vez más, en la Copa tres partidos en tres días se antoja muy complicado, pero los madridistas viajan con las maletas “cargadas de ilusión” para dar la cara en una competición que siempre saca lo mejor de cada equipo y pensando sólo en el partido a partido. Eso, sin dos de sus pívots y con Axel Hervelle tocado por la gripe, aunque el belga deberá sacar su casta para ayudar al capitán Felipe Reyes y a Sekulic, que debe asumir un rol muy necesario, como el resto de jugadores blancos, que están cuajando una magnífica trayectoria con sólo siete derrotas en toda la temporada.

Ante un rival al que nunca se han enfrentado en la Copa y que cuenta por derrotas en cuartos sus cuatro participaciones, los madridistas deben dar el primer paso de cara a un título que se les resiste desde 1993, aunque desde entonces han jugado y perdido tres finales, la última el año pasado frente al Barcelona, en el único título que se les escapó.

EL AKASVAYU, ANTE EL RETO DE SUPERAR POR PRIMERA VEZ LOS CUARTOS.

El Akasvayu Girona, por su parte, quiere hacerse grande de una vez. Con ilusiones y objetivos renovados desde la llegada del nuevo patrocinador hace tres años, el club catalán logró el año pasado su primer título, la Copa FIBA, bajo la dirección del serbio Svetislav Pesic, y ahora aspira a lo máximo en la Copa, en la que nunca ha ganado un partido. Dirigido por Pedro Martínez desde el banquillo y liderado en la pista por Marc Gasol, uno de los jugadores llamados a ser protagonistas en la Copa, quién sabe si la última por la posibilidad de que en verano decida probar fortuna en la NBA, el Girona no renuncia a nada en Vitoria, pese a reconocer la teórica superioridad del Madrid.

El reto es doble para el Akasvayu, pues pretende eliminar a uno de los favoritos y ganar su primer partido en la historia de la Copa del Rey. Hasta ahora, ha participado en cuatro ediciones y nunca ha pasado de cuartos: el año pasado ante el Joventut, el anterior ante el Pamesa, en 1992 también ante el Joventut y en su debut en 1990 con el CAI Zaragoza. Octavo en la ACB, con 11 triunfos y nueve derrotas, entre ellas la que encajó ante el Real Madrid en Fontajau (83-94) el pasado 10 de noviembre en el último precedente entre ambos equipos, el Girona se presenta en Vitoria con la novedad del ala-pívot lituano Tomas Nagys, fichado por el club este miércoles, procedente del Barons Riga de Letonia.

Nagys, de 27 años, es un jugador de 2,08 metros con un buen tiro exterior que ha firmado por por un mes, con opción de prórroga hasta final de temporada, y que se ha incorporado para suplir a Jackson Vroman. Es el tercer refuerzo del Girona a mita de curso, tras la llegada de Maurice Whitfield y de Erik Daniels, debido a la salida de Predrag Drobnjak.