El ex presidente Aznar responde: “no sirvo para ser parapeto de la desvergüenza de nadie”

Lo sucedido el lunes en la localidad malagueña de Estepona podría retrotraernos a la época en la que el PP gobernaba con mayoría holgada en casi todo el país y Aznar atizaba a la oposición socialista. Pero, en esta ocasión no era así. El ex presidente del Gobierno saltó a la palestra el pasado fin de semana por unas grabaciones de la Universidad estadounidense de Columbia en las que hablaba a sus alumnos del dictador Gadafi explicando que es “un amigo extravagante” , pero al fin y al cabo “un amigo”. Daba a entender el actual presidente de FAES, la organización ligada al Partido Popular, que no estaba de acuerdo con la actuación de una Alianza Internacional, apoyada en la OTAN, en el país libio.

Su postura no cayó en saco roto por la costumbre del ex presidente a decir todo lo que piensa tal y como lo piensa. Daba argumentos al Gobierno socialista para contraatacar y exigir a Mariano Rajoy una explicación y un posicionamiento que no llegó. Entretanto, las críticas han arreciado tanto que el lunes en la habitual rueda de prensa de Génova, su secretaria general, Dolores de Cospedal, se limitó a remitir a los periodistas a un comunicado en la que “el presidente de FAES”, en palabras de Cospedal, rechazaba que Gadafi fuera un amigo.

Pero, Aznar no contento con el comunicado quiso zanjar la polémica en un acto de precampaña del PP, en la que se despachó contra el Gobierno al que acusó de quererle usar como parapeto, a lo que respondió que no servía “para ser parapeto de la desvergüenza de nadie y menos para los que están en el Gobierno de España” censurando que el día en que se conoció que el régimen libio “bombardea a la población civil con bombas de racimo vendidas por España” se montara “un follón para decir que Aznar es amigo de dictadores”, palabras que, por otra parte, salieron en inglés de boca del ex presidente del PP.

Tras censurar esta “historia de manipulación lamentable”, recordó desde Estepona que cuando Muamar Gadafi vio en 2003 lo qué le pasó tras la guerra de Irak “a un dictador peor que él”, en referencia a Saddam Hussein, “quiso mostrarse amigo, cooperar con la comunidad internacional”. “Y algo debió conseguir para que en 2007 el Gobierno socialista le vendiese bombas de racimo”, manifestó el ex presidente, preguntándose si es que el Ejecutivo “vende bombas de racimo a los enemigos y no a los amigos”.

Aznar comparó en el acto de precampaña la actuación en Libia con la de su Gobierno en Irak, argumentando que la intervención en Libia a la que el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero “ha enviado tropas” no se critique cuando hace ocho años “se criticó mucho” el apoyo de España a la guerra de Irak cuando el Ejecutivo que él presidía “no envió un solo soldado”.

“La intervención se basa en una operación para proteger a la población civil, con bombas de racimo vendidas por España, no es una opinión, en un dato, la constatación de un hecho”, ironizó Aznar ante más de un millar de personas, a las que recordó que el Ejecutivo ha enviado tropas a territorio libio “y no se critica”.

En esta línea, ha incidido en que la resolución de las Naciones Unidas “no autoriza el cambio de régimen, es decir, no autoriza a quitar del poder a quien amenaza y bombardea” y, por ello, ha apuntado que o se termina la causa de los ataques a las víctimas civiles “o seguirá habiendo víctimas nuevas con bombas de racimo enviadas por el Gobierno”.

“Respaldo a los demócratas libios, iraníes, cubanos, venezolanos y a los chinos también, a aquellos que luchan por la libertad, y a los españoles que tienen que sufrir el acoso del terrorismo”, indicó aclarando que lo que no va a apoyar es que los derechos humanos “se utilicen a beneficio de inventario, donde me conviene, aquí sí, aquí no”.