El Madrid consigue un mínimo triunfo ante el Racing
El Real Madrid consiguió vencer al Racing de Santander por 1-0 gracias a un solitario gol de Higuaín, en un partido perteneciente a la undécima jornada liguera que evidenció nuevamente los problemas del equipo de Pellegrini, y que sirvió para agudizar las críticas de la afición, cansada de un equipo que ofrece pocos argumentos cada sábado.
El conjunto blanco volvió a ser ese equipo líneal, falto de motivación y con esclarecedoras carencias en el centro del campo cuando se ausenta Lass Diarrá. Los de Pellegrini se caracterizan por no tener alma, ni señas de identidad que permitan calificar el juego, además de por presentar varios jugadores que aportan poco en la colectividad.
Es el caso de Kaká, erróneo en cada acción individual y ausente a la hora de asociarse con el resto de compañeros. Kaká desaparece y cuando no lo hace intenta la jugada por su cuenta, siempre con el resultado previsible de acabar perdiendo la pelota. Por suerte para los merengues, Granero estuvo en el campo y pudo aportar algo de frescura.
El 'pirata', que no formaba en el once de inicio desde el descalabro de Alcorcón, demostró al técnico chileno que tiene un sitio entre los mejores con sus acciones por banda. El joven canterano llegó a asistir a Benzema en un gol que fue anulado por un justo fuera de juego, pero ofreció desparpajo, algo que cuesta ver en los de Chamartín. Pero no es sólo la ausencia de soluciones, sino que también la de confianza. El equipo --que clamó a su afición para la remontada ante el Alcorcón-- no posee el ímpetu que se le presupone en su estadio ante un rival de menor entidad, donde debió haber vivido una fiesta antes de viajar a la Ciudad Condal el próximo domingo.
Pero antes de los bostezos de la grada, Higuaín había conseguido el único tanto del partido al remachar un rechace de Toño. El delantero argentino, acostumbrado salvador en las últimas semanas, no falló a los 22 minutos para lograr el gol que a la postre dio licencia a los blancos para dejar los tres puntos en su feudo y nada más. El fútbol, a veces, es cuestión de matemáticas.
EL DEPOR GANA AL ATLÉTICO DE PENALTI EN EL DESCUENTO
Por su parte, el Deportivo hurgó en la herida atlética y acabó (2-1) con el cuadro de Quique Sánchez Flores gracias a un penalti transformado por Andrés Guardado en el minuto 93. Los gallegos, merecedores de la victoria, encontraron en el último suspiro, el justo premio que dejó tiritando a los de la ribera del Manzanares.
El Atlético comenzó bien con un tanto de Agüero a los dos minutos. Un gol que fue contraproducente para los intereses colchoneros que fueron de más a menos y que no pudieron plantar cara a los de Miguel Ángel Lotina, hoy en la grada por su expulsión ante el Getafe hace dos semanas. Los rojiblancos claman una terapia psicológica que arregle sus males. La defensa es su talón de Aquiles y los últimos minutos dieron buena muestra de ello. Ni Pablo, ni el canterano Domínguez, ni los dos laterales sirvieron a un equipo que no ha notado la llegada de Flores al banquillo, a pesar de las buenas maneras apuntadas en los primeros envites.
Al gol de Agüero, el Deportivo respondió con convicción, apenas quince minutos después Colotto remató de cabeza libre de marca dentro del área pequeña. Un tanto que evidenció las carencias de los madrileños que, desde ese momento, buscaron guardar el punto ante un rival emergente. Algo que no consiguieron por el consabido penalti que convirtió Guardado. Por otro lado, el Sevilla logró llevarse los tres puntos en su visita al Tenerife (1-2) a pesar de las numerosas bajas con las que llegaba el conjunto hispalense a la isla. Los de Manolo Jiménez son ya un aspirante en toda regla y no dan pie a blancos y culés en su afán por darles caza.
Los andaluces se adelantaron por mediación de Perotti, el joven argentino que estrenó internacionalidad el pasado fin de semana y que firmó un buen tanto. Este gol a los 32 minutos sirvió para tranquilizar a la parroquia sevillista, que consiguió el segundo justo después del descanso. Renato empaló un balón al borde del área y se coló por el palo derecho de Sergio Aragoneses, que no llegó a despejar. A quince minutos del final, el ariete Nino recortó distancias (1-2), pero no valió para impedir el triunfo sevillista, que no corta sus alas y no se cansa de seguir metiendo presión a los dos magnates del fútbol español.
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