El Oviedo le pinta la cara a la UD Logroñés

Las sensaciones eran buenas pero el resultado no ha podido ser peor. La UD Logroñés ha perdido contra el Real Oviedo (1-4), pese a adelantarse en el marcador con un gol de Goñi. El conjunto blanquirrojo no ha firmado uno de sus mejores partidos de la temporada, algo que contra uno de los equipos más fuertes del grupo se acaba pagando. Comenzó el encuentro apagada, con menor intensidad que otros días, algo que aprovecharon los visitantes para hacerse con el control de la pelota y disponer de las mejores ocasiones, sobre todo por medio de Susaeta, que obligó a Miguel a emplearse a fondo.

Con más pena que gloria, los jugadores se retiraron a vestuarios. En la segunda parte empezó el baile de goles. Los aficionados riojanos, que hoy debían pasar por taquilla para ver a su equipo (diez euros) aunque fueran abonados, al menos vieron cinco tantos. A la mayoría no les sentó nada bien que cuatro fueran en contra y abandonaron el estadio sin que el árbitro Fernández Pérez pitara el final.

Abrió la veda Goñi. A balón parado, como casi siempre. Un córner que va al segundo palo, un remate en plancha y gol. Sin hacer grandes cosas ninguno de los dos equipos, ya había uno que iba por delante en el marcador. No tardó en llegar la respuesta del Oviedo y el posterior derrumbe psicológico de la UD Logroñés. Diez minutos más tarde, Javi Hernández, también en un córner, conectó un certero cabezazo que envió al fondo de la red ante la inútil estirada de Miguel. Jarro de agua fría para los blanquirrojos que poco a poco fueron hundiéndose, dejando hacer al conjunto asturiano y quedándose a merced de sus ideas.

Fue Señé, que ya había avisado en un par de ocasiones al intentar recortar en la frontal del área, quien metió el segundo. En la siguiente que tuvo no perdonó. Hizo un movimiento lateral frente a la defensa, dejó el balón a la distancia justa y encañonó. Fuerte, colocada, como siempre sueña un jugador con golpear. Su pierna trazó una trayectoria que el balón no desdibujó y cualquiera podía imaginar con la mirada. Directa. Sin hacer extraños. Miguel intentó también sin éxito evitar la desgracia. Nada pudo hacer.

Llegó entonces el destrozo. Dos fallos defensivos, dos carreras de Sergio García y dos goles batiendo por bajo al guardameta que, pese a no cometer ningún error, recogía por cuarta vez el balón de su portería. Indignación en la grada ante la inactividad del equipo, ante una bajada de brazos antes de tiempo contra un equipo que no demostró ser superior pero sí tener mucho oficio, clase y veteranía.

FICHA

UD Logroñés: Miguel; Zubiri, Gil, Herreros, Sergio Martínez; Javi Rodríguez (Julen Iriarte, min. 51), Moisés, Ibai, Goñi, Jaime Moreno (Barrón, min. 69); Ubis (Domínguez, min. 81).

Real Oviedo: Pol; David Alba, Javi Hernández, David Fernández, Sergio Díez; Susaeta, Jon Erice, Héctor (Sergio García, min. 60), Señe (Pardo, min. 81), Alain (Annuziata, min 72), Cervero.

Goles: 1-0, Goñi (min. 55); 1-1, Javi Hernández (min. 65); 1-2, Señé (min. 72), 1-3, Sergio García (min. 87); 1-4, Sergio García (min. 88).

Colegiado: Fernández Pérez (Comité catalán). Amonestó a Sergio Martínez, Goñi e Ibai, por parte de la UD Logroñés; y a Jon Erice y Héctor, por parte del Real Oviedo.

Incidencias: 1.195 espectadores en Las Gaunas, 243 llegados desde Oviedo. Al comienzo del partido se hizo entrega de una placa al ex jugador del equipo blanquirrojo Diego Cervero. El presidente Félix Revuelta le llamó David.