España busca el adiós del gafe
La selección española afronta el Campeonato de Europa de Noruega dispuesta a cobrar, de una vez por todas, la deuda que guarda esta competición con el equipo nacional, que hasta en tres ocasiones, la última en Suiza en 2006, ha tenido que conformarse con el amargo regusto de la medalla de plata.
Si en 1996 fue Rusia quien acabó en Sevilla con el sueño español y en 1998 el verdugo fue Suecia, en Noruega será nuevamente Francia, quien ya derrotó hace dos años a los de Juan Carlos Pastor en la final disputada en Zúrich, el principal escollo de la selección para ceñirse una corona, que en esta ocasión cuenta con el premio añadido de otorgar una plaza olímpica.
No serán, sin embargo, los franceses los únicos rivales a temer por el conjunto español, que también contará con la férrea oposición de Alemania, vigente campeón mundial, y Croacia, actual titular olímpica, así como de los siempre temibles daneses, suecos y rusos, sin olvidar a la sorprendente Polonia, segunda clasificada en el último Mundial.
Obstáculos que la selección tratará de sortear con un grupo que presenta varios retoques con relación al equipo que concluyó el pasado año el Campeonato del Mundo de Alemania en una gris séptima plaza, tras lograr en 2005 en Túnez el título universal y en 2006 la ya mencionada plata europea en Suiza.
Cambios entre los que destaca la ausencia por lesión del hispano-cubano Rolando Urios, considerado por no pocos como el mejor pivote del Mundo, y pieza sobre la que giraba, como nunca ha ocultado el propio Juan Carlos Pastor, el juego ofensivo de los españoles.
Baja a la que se han unido a última hora las del extremo derecho Víctor Tomás, que será sustituido por el jugador del Ciudad Real Roberto García, y el portero David Barrufet, que tendrá recambio en el guardameta del Valladolid José Manuel Sierra.
La ausencia de Urios obligará al equipo nacional a elaborar más que nunca su ataque en busca de huecos que permitan explotar la calidad de Alberto Entrerríos e Iker Romero, a la vez que hacer llegar balones a los extremos, donde los barcelonistas Juanín García y Albert Rocas constituyen un auténtico seguro de vida.
Misión que se encargarán de realizar Chema Rodríguez, Raúl Entrerríos y el jovencísimo Carlos Ruesga, que conforman una de las más completas y variadas tripletas de centrales que se pueden encontrar en el torneo.
No obstante, la fortaleza de España volverá a descansar su sofisticado sistema defensivo, en el que prima la anticipación y la inteligencia sobre la dureza, y en el que jugarán un papel decisivo David Davis en el puesto de avanzado y el debutante Asier Antonio, un perfecto conocedor de las ideas de Pastor, que será el encargado de dar solidez al centro de la zaga.
Una defensa que será clave para mantener a raya a la siempre peligrosa Hungría
, ante quien debutará la selección en Noruega, y Bielorrusia, para jugarse en la última jornada de la primera fase el liderato del Grupo C con Alemania, en un duelo que servirá como revancha de los cuartos de final del último Mundial, que se decantó del bando germano tras un polémico arbitraje.
Más exigente se perfila la segunda ronda, donde España se medirá con casi toda probabilidad a rivales de la talla de Francia, Islandia y Suecia, cuatro veces campeona de Europa, y que regresa a una gran cita internacional tras quedarse fuera del último Campeonato de Europa y del Mundo.
Tres “gallos” con los que la selección nacional se jugará una de las dos primeras plazas del Grupo II que otorgan un puesto en las semifinales, último paso a la gran final del 27 de enero en Lillehammer, que además de la corona europea concederá al ganador un puesto en los Juegos Olímpicos de Pekín, así como en el Mundial de Croacia 2009 y el Europeo de Austria en 2010.
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