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“Estoy agobiada, pero no tengo miedo”

Rioja2

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El Gobierno tailandés trata de mantener la calma ante las protestas populares contra el Ejecutivo de Somchai Wongsawat. Según las últimas informaciones conocidas, el primer ministro ha instado a los militares a permanecer en sus cuarteles y no intervenir, a pesar de que es el responsable del ejercito el que pidió la renuncia del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas.

La formación opositora Alianza Popular por la Democracia, lleva meses reivindicando cambios en el Gobierno, ya que entiende que el primer ministro es una marioneta de su predecesor destituido, Thaksin Shinawatra. Las protestas contra el Gobierno obligaban el pasado miércoles al cierre del aeropuerto de Suvarnabhumi. Anoche los manifestantes atigubernamentales se hacían también con el control del segundo aeropuerto de Bangkok, al que habían sido desviados la mayor parte de los vuelos internacionales. En total se han visto afectados unos 3000 pasajeros, que han sido acomodados en distintos hoteles hasta que se resuelva la crisis.

Ainhoa Villate Robles es una jóven alavesa que se encuentra entre los 100 españoles atrapados en el país. Tras unas merecidas vacaciones por Tailandia, disfrutar del contraste de paisajes entre el norte y el sur, hacer trekking en las montañas y disfrutar de la playa, la comida y sobre todo de sus gentes, se disponía a regresar a España. Su último rincón por descubrir fue Krabi. Desde allí se trasladó el pasado 25 a Bangkok, al día siguiente regresaba a casa. “ Llegué de Krabi el 25 a la noche a Bankok y ya había jaleo en el aeropuerto. El taxista consigió dejarme en el centro de la ciudad, pero estoy segura de que se aprovechó y me cobró una pasta. Lo que sí que pude enterderle fue que pasó algo con el primer ministro y que había revueltas. A la mañana siguiente me entero de que el aeropuerto lo han cerrado.”

Es entonces cuando comienza la incertidumbre para Ainhoa. Atrás quedan esas vacaciones y por delante los días de espera para volver a casa. La joven alavesa se encuentra en el Hotel New Siam II, cerca del Palacio Real, en la zona conocida de mochileros. Junto a otros españoles acude a la embajada donde les comunican que no se puede hacer nada hasta que no abran el aeropuerto y que puede que sea para largo porque el primer ministro no tiene intenciones de dimitir. “En cuanto abran nos han dicho que nos intentarán recolocar en vuelos, por el momento nos han cogido nuestros números de teléfono y correos para informarnos, pero tengo la impresión de que ellos no saben nada o no se pueden pronunciar”.

Su familia, dice, se encuentra más preocupada que ella. Le han dicho que esté tranquila y que procure no estar sola. “ Yo estoy agobiada, porque no veo el momento de que acabe y ya no puedo disfrutar de las vacaciones, sobre todo porque no está en mis manos, pero miedo no tengo. Durante estos días he visitado la embajada, he charlado con gente y me doy una vuelta por la zona de tiendas para pasar el rato. Donde estoy no se percibe la convulsión política, todo está tranquilo excepto la zona del parlamento, pero procuro no acercarme a ella.”

Internet se ha convertido en el único medio, donde ella y el resto de españoles que están en su hotel, pueden encontrar información sobre la situación del país, ya que la embajada no les puede decir más de lo que les han dicho y los informativos de la televisión se emiten en la lengua oficial.

Ainhoa lleva en Tailandia desde el pasado día 12 y mientras llega el momento de regresar a casa prefiere disfutar de los recuerdos de su viaje. “Es un país impresionante, no he visto sitio donde sonrian más. Aunque casi no hablan inglés, se molestan en ayudarte, lo comparten todo y están encantados de contarte cosas. Son muy amables. Los paisajes del norte son increibles, las montañas, la selva, los ríos, las tribus... y lo poco que he podido ver de las playas, paradisiacas, aguas transparentes y miles de peces de colores. La pena es que ahora en el sur está lloviendo, aunque la temperatura es buena y no hace tanta humedad como pensaba. Ahora mismo en Bangkok el tráfico es un caos y se tarda mucho en desplazarse de un lado a otro pero la gente es muy amable.”

Todos estos pensamientos contrastan muy mucho con las imágenes que nos dejan los informativos. Así mejor, sigue así, sigue siendo positiva, eso te hace más fuerte y vuelve pronto a casa.

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