Excelentes expectativas

Excelentes expectativas

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El control de la maduración de la uva realizado por el Consejo Regulador de la D.O. Ca. Rioja el pasado lunes día 29 en las áreas más tempranas de la Denominación (subzona de Rioja Baja) ha constatado el magnífico estado vegetativo y sanitario que presenta el viñedo riojano, lo que, a falta de un periodo decisivo para el resultado final de la cosecha, permitiría avanzar unas expectativas excelentes tanto desde el punto de vista cualitativo como en lo que a producción se refiere para la vendimia 2016.

El Boletín de Maduración elaborado por el Consejo con los resultados de los análisis de las muestras recogidas ofrece también como conclusiones significativas una evolución correcta de la maduración, que ha estado condicionada fundamentalmente por las altas temperaturas veraniegas y la ausencia de precipitaciones. En comparación con la anterior campaña, la subzona Rioja Baja presenta un retraso en torno a diez días, pero el ciclo se desarrolla en fechas normales con respecto a la media de los últimos años. El día 29 de agosto se inició puntualmente la vendimia de las variedades blancas más tempranas (chardonnay, sauvignon blanc y tempranillo blanco) en Azagra y Aldeanueva de Ebro.

El Consejo extenderá al conjunto de la Denominación la semana próxima este control de maduración, un importante servicio que permite a los viticultores determinar la fecha idónea de vendimia en cada localidad y optimizar así la calidad de los vinos elaborados.

AL SERVICIO DE LA CALIDAD DEL RIOJA

Todo el mundo entiende hoy que elegir adecuadamente la fecha de vendimia resulta fundamental para obtener la máxima calidad del fruto cosechado. El objetivo principal es cortar la uva en su punto óptimo de maduración, cuando ésta presente el mejor equilibrio posible entre todos sus componentes. Para saber cuando ha llegado ese momento, el viticultor cuenta actualmente con la inestimable ayuda del Consejo Regulador. Los Servicios Técnicos de este organismo, en la fase final del ciclo de la cosecha, realizan el control de maduración de la uva con el fin de facilitar a todos los viticultores información técnica sobre las fechas de vendimia más adecuadas en cada localidad en función de la evolución del viñedo.

Para la toma de muestras se subdivide el territorio de la D.O. en 20 zonas vitícolas, dada la diversidad climática que presenta, coincidiendo la variación con su orografía y con la gradación progresiva de la altura del valle del Ebro, cuyas cotas van de 300 a 700 m. Los viñedos “testigo” -55 en total- se han elegido teniendo en cuenta su grado de representatividad de la zona en que se ubican, tomándose en cada uno de ellos 100 bayas de 33 cepas diferentes (dos bayas son del hombro y una del ápice de cada racimo).

Las muestras recogidas por los veedores del Consejo son analizadas en los tres laboratorios oficiales de la Denominación: Estación Enológica de Haro, Estación Enológica de Olite y Casa del Vino de Laguardia. Los parámetros analizados son los que, al alcanzar el equilibrio idóneo entre sí, permiten determinar el momento óptimo de madurez de la uva: peso de la uva, grado alcohólico probable, acidez total tártrica, pH, ácido málico, potasio, índice de polifenoles totales, antocianos e intensidad colorante.

El boletín semanal publicado por el Consejo Regulador con los resultados de los análisis especifica la localidad y paraje en que ha sido tomada cada una de las muestras, dato que sumado al de variedad de uva, altitud y año de plantación del viñedo “testigo” permite al viticultor establecer una comparación con sus propios viñedos en función de su ubicación y características. El Consejo realiza semanalmente este control desde finales de agosto hasta el comienzo generalizado de la vendimia en el conjunto de la Denominación hacia principios de octubre.

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