Golpe de efecto del EDF
El EDF toma aire. Se alivia. Dos victorias seguidas que ayudan a que el cuadro logroñés demuestre que quiere competir en la Liga Iberdrola para que el sueño de estar con los mejores clubes no sea algo efímero. Ante el colista Sporting de Huelva había que ganar. Se hizo. Eso es lo más destacado de un partido en el que las de Héctor Blanco evidenciaron más pólvora que su rival. Además se estrenaba Banda, la cual hizo un gol, el de la sentencia, y volvió loca a la defensa andaluza merced a su velocidad y carácter guerrero.
Sea como fuere desde que el conjunto riojano ha modificado su dibujo (5 defensas, 3 centrocampistas y 2 delanteras) ha encontrado el camino de los triunfos. En Las Gaunas faltó algo más de control así como menos imprecisiones, pero como lo que cuenta es el resultado final, hay que confiar en que esta dinámica ayude a lograr el objetivo de la permanencia. Hasta la fecha, se va por buen camino.
Después de unos minutos de titubeos por saber quién se hacía con el control del juego, el EDF supo ir imponiéndose y ganando terreno a un Sporting de Huelva que parecía sufrir sin la pelota. Lo mejor que pudo suceder fue que las riojanas aprovecharan su primer saque de esquina para adelantarse en el marcador. Saray ejecutó con maestría y Dorine se anticipó a Sarita. Apenas 10 minutos y se había hecho lo complicado.
Las onubenses, resabiadas por el tanto encajado, metieron algo de presión. Le costaba al equipo logroñés manejar los tiempos. Todo pasaba por adueñarse del cuero, pero las imprecisiones pasaban factura e impedían que las de Héctor Blanco aseguraran la posesión. Eso no quitó para que Banda, en el día del debut, mostrara sus virtudes al espacio, ganará en velocidad a su par y elevara sobre Sarita aunque sin el acierto necesario para hacer gol.
Faltaba jerarquía en la medular de las anfitrionas y el Sporting de Huelva creía en sus opciones al chutar en varias ocasiones sobre una segura Andrea. Normal que Héctor Blanco no estuviera cómodo al comprobar que las suyas perdían rápidamente la pelota ante un rival limitado aunque con empuje y voluntad. El EDF sabía lo que tenía que hacer pero le costaba llevarlo a la práctica así que la intención era conservar la renta hasta el descanso y aclarar conceptos en los vestuarios, aunque Flor, con un centrochut, que se fue al travesaño, estuvo a punto de impedirlo.
Antonio Toledo movía el banquillo en busca de soluciones ofensivas y Bitencourt, recién incorporada, estrelló un balón en el larguero. Un aviso de que el EDF se tenía que poner las pilas, controlar la pelota y aprovechar sus oportunidades en la estrategia (las onubenses sacaron una pelota en la línea de gol tras un córner) o en transiciones ofensivas con la velocidad de Banda.
Las riojanas no podían gobernar el duelo y eso les hacía jugar con fuego. El Sporting de Huelva había adelantado la línea de presión y al EDF le costaba encadenar varios pases seguidos permitiendo, por momentos, que las visitantes vivieran en campo de las locales, aunque sin que Andrea tuviera trabajo.
El tiempo pasaba sin novedades en las áreas, sin que las onubenses generaran peligro pero sin que las logroñesas ofrecieran solvencia a la hora de controlar un partido que no se podía escapar en la pelea por la supervivencia en la Liga Iberdrola. Héctor Blanco esperaba para refrescar a las suyas. Lo hizo cuando en una acción puntual Banda remató de cabeza al fondo de la red un buen centro lateral de Lorena. Un gol que servía para dar tranquilidad y para certificar que los puntos se quedaban en Logroño, puesto que hasta el pitido final poco o nada se jugó. Y eso que Falknor pudo ampliar la cuenta con un lanzamiento de falta que sacó Sarita.
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