Guadalajara confirma el nivel del BM Logroño

Guadalajara confirma el nivel del BM Logroño

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Garabaya improvisó para hacer el 23-23. Estaba hecho. Hasta que Hombrados sacó el pie. Balón al limbo. En la siguiente acción, el pivote era excluido -con retardo a la jugada-. El asturiano insistió en las protestas y los colegiados, que no midieron a los dos equipos por el mismo rasero, se enañaron con el dorsal 22. 4 minutos fuera en el momento más caliente del partido. Es decir, adiós a las opciones a poder sumar ante Guadalajara y a continuar una jornada más en puestos de descenso. Hasta ahí aguantó el cuadro franjivino, que tuvo que remar contracorriente todo el encuentro, salvo dos igualadas (6-6 y 14-14). Con el desgaste que eso conlleva y con una tarde horrible de los extremos riojanos -7 de 20 en el global de Ángel Fernández, Muñoz y Chiuffa- que fueron incapaces de superar desde los costados a un gran Hombrados, que superó el 40% de acierto.

El 25-28 fue quizá una renta superior a lo exhibido por ambos connuntos en un Palacio que se mostró caliente, principalmente por las decisiones arbitrales. Quizá en ese terreno también ha perdido presencia el BM Logroño. El respeto de los colegiados parece que va relacionado con los resultados y tiene toda la pinta que los riojanos poco van a poder esperar en esa parcela, aunque sería un paso importante que no reste, que no penalice, como por ejemplo aconteció este sábado. Porque más allá de acciones puntuales, que también, es el rasero de medir. Pero bueno, que la derrota no obedece exclusivamente a lo que se pitó o no en el Palacio.

La defensa es la razón de ser de este BM Logroño. Lo ha sido en su evolución continua y lo tiene que ser cuando las cosas no fluyen como a todos les gustaría. También la portería. Pese a estar 17 minutos (7-8 en el marcador) sin parar una, lo hizo Krupa –salió tras el 3-6 por un Aginagalde que no tocó balón-, los franjivinos estuvieron en el partido durante muchos minutos. Hasta el descanso dieron la sensación de ir siempre con el gancho. A remolque y cuando había posibilidades de empatar o meter el miedo en el cuerpo, por unas cosas o por otras, era Guadalajara el que mermaba la moral de los logroñeses. Y eso que Garciandia comenzó horrible, cero de tres y un balón, en circulación, a los banquillos. Luego ayudó con buenos lanzamientos que animaron a sus compañeros. Tampoco estuvo fino Ángel Fernández, el cual pareció acusar su paso por la selección. En ataque se encontró con un muro como Hombrados -tres de diez y los goles fueron todos por el centro- y en defensa, en algunas acciones, no estaba con la celeridad necesaria.

Pero más allá de los hombres -Chiuffa se presentó en el partido fallando un siete metros, Kukic dio goles importantes, Del Arco estuvo irregular, mientras que Castro se mostró precipitado-, el colectivo eral el que debía brillar. En labores defensivas fue mejorando, aunque con matices. Krupa se inventaba paradas imposibles, como la que le dio en la cara en un contragolpe, e incluso Kukic se estiraba para evitar el tanto cantado de Vigo desde el área contraria. Es decir, que actitud había, siempre liderados por el incombustible Garabaya.

Aun con todo, el 3-6 a los 8 minutos empezó a alarmar. Hubo reacción local para ajustar las piezas y, con un parcial de 3-0, igualar la contienda. A partir de ese momento, cada gol de los locales había que sufrirlo porque costaba mucho encontrar el lanzador adecuado y en defensa las decisiones arbitrales no favorecían para recortar esos dos goles que prácticamente mantuvo Guadalajara mucho tiempo, 6-8, 8-10, 10-12. Hasta que Chiuffa, en una gran acción individual en una gran transición ofensiva, ajustó a un 12-13 que ilusionaba a los presentes en el Palacio.

No varió el comportamiento de ambos equipos tras el descanso. Kukic, con dos goles seguidos, devolvía la igualdad, 14-14, segunda vez tras el 6-6. Sin embargo, Márquez -autor de 8 goles- cogió la manija de Guadalajara y sacó a relucir su lanzamiento. para devolver la ventaja de dos goles, 15-17. De nuevo, el BM Logroño mostraba sus ambiciones para estar ahí, con el tanto de Del Arco, 18-19. Pero el veterano Hombrados daba luz a los suyos con buenas acciones sobre los extremos locales, mientras que Mellado y Montoya disparaban a los suyos con el 18-21.

Chiuffa y Garciandia evidenciaban que los de Jota iban a insistir. Faltaban nueve minutos y el 22-23 mantenía la incertidumbre. Es más, la defensa local propició la bola para equilibrar el marcador. Garabaya lanzó desde seis metros y Hombrados puso la puntera para sacarla. A continuación, el pivote era excluido no dos sino cuatro minutos por la falta sobre Márquez y por su vehemente protesta -después pateó todo lo que encontró a su paso en una demostración de la disconformidad de la decisión-. Circunstancia que mató un BM Logroño que seguía desperdiciando posibilidades desde los extremos. Tan a gusto se sintió Hombrados en el Palacio que se animó a marcar desde su área. para sellar la victoria, 22-25.

Sobraron los cinco minutos finales, unos y otros ya sabían lo que se iban a llevar. Guadalajara los puntos y la idea de haber subido un peldaño en sus prestaciones. El BM Logroño confirmaba que su nivel es el que es. Que la portería no está fina y que en los momentos de la verdad falta arrojo para que uno o varios jugadores asuman el liderazgo en el apartado ofensivo, se echen sobre sus espaldas el reciente peso de la historia de este club y den un golpe encima de la mesa para constatar que estar en descenso es algo anecdótico. El problema llegará cuando se normalice esta pelea por la supervivencia. Y el miércoles toca medirse al invicto Anaitasuna en Pamplona.

FICHA TÉCNICA

BM Logroño: Aginagalde (p), Muñoz (2, 1p), Garciandia (6), Kukic (5), Del Arco (4), Ángel Fernández (3) y Garabaya, siete inicial, Miguel Sánchez-Migallón, Kusan (2), Krupa (p), Chiuffa (2) y Castro (1).

Quabit Guadalajara: Hombrados (p) (1), Moya (1), Vidal (1), Javi García (6), Bozalongo (1), Mellado (3) y Vigo (2), siete inicial, Márquez (8, 1p), Montoya (2), Vallés (1), Parra (1), Fuentes, Cándido (1).

Parciales cada 5 minutos: 1-3, 4-6, 6-7, 7-9, 9-11, 12-13 (descanso), 14-15, 17-18, 18-21, 21-23, 22-25 y 25-28 (final).

Árbitros: Ignacio Pascual Sánchez y Carlos Luque Cabrejas. Excluyeron a los locales Muñoz (min. 12), Miguel Sánchez-Migallón (min. 35), Garabaya (doble en el min. 52) y a Castro (min. 59) y a los visitantes Fuentes (min. 39) y Vidal (min. 50).

Incidencias: 1.500 espectadores en el Palacio de los Deportes.

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