La ayuda a Haití comienza a coordinarse
Una semana después de que el terremoto sacudiera Haití y dejara su capital prácticamente devastada, sigue sin haber un balance aproximado del número de víctimas, aunque todo apunta a que superarán las 100.000. En este tiempo, la comunidad internacional se ha movilizado para enviar ayuda y personal de rescate y sanitario, aunque la asistencia no está llegando al ritmo en que desearían los haitianos, lo que ya ha provocado incidentes armados. El refuerzo de 3.500 hombres que recibirá la Misión de la ONU podría ayudar a mejorar la situación sobre el terreno.
La Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) pasará a contar con 12.651 soldados y policías, frente a los alrededor de 9.000 que había antes del temblor, después de que el Consejo de Seguridad respaldara este martes, unánimemente, la petición formulada un día antes por el secretario general, Ban Ki Moon, para acelerar la distribución de la ayuda humanitaria y frenar los saqueos y la violencia. Los nuevos 3.500 efectivos de la ONU incluyen 2.000 soldados y 1.500 policías y tienen un mandato de seis meses, según explicó el embajador chino ante la ONU, Zhang Yesui, que preside este mes el Consejo de Seguridad.
Además, más de 11.000 efectivos militares estadounidenses han sido desplegados en el país caribeño, están a bordo de barcos en las cercanías o van en camino, incluyendo unos 2.200 marines con equipo pesado para retirar escombros, ayuda médica y helicópteros. Unos 20 helicópteros militares estadounidenses aterrizaron en las ruinas del palacio presidencial de Puerto Príncipe para dejar tropas y provisiones. Soldados estadounidenses descendieron de los helicópteros Black Hawk vestidos con uniforme de combate y luego se desplazaron al principal hospital de la capital, donde el personal estaba saturado por el alto número de heridos graves, para protegerlo.
Los responsables estadounidenses aseguran que la misión principal de sus soldados es humanitaria, para participar y ayudar a proteger la operación de distribución de ayuda humanitaria a los supervivientes, pero señalan que también están preparados para elevar la seguridad en Puerto Príncipe en caso de que sea necesario. Desde el seísmo, los saqueadores han asaltado los comercios y casas en ruinas en los suburbios de la capital.
Según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, la situación de la seguridad está bajo control y no ha afectado a la distribución de raciones alimenticias a 270.000 haitianos. “La situación es tensa pero tranquila. Por supuesto, hay saqueos porque la población está en el límite”, explicó la portavoz de la OCHA, Elisabeth Byrs, desde Ginebra.
Bajo la protección de las tropas estadounidenses, los alimentos, el agua y otros suministros están empezando a llegar con mayor regularidad al congestionado aeropuerto de Puerto Príncipe. Los militares estadounidenses esperaban reabrir el puerto de la capital haitiana en dos o tres días, pero mientras tanto están recibiendo por aire la entrega de alimentos y agua para los refugiados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que hay al menos 13 hospitales trabajando en Puerto Príncipe. La agencia de la ONU está llevando asistencia médica para tratar a 120.000 personas en el próximo mes, dijo el portavoz de la OMS Paul Garwood a los periodistas en Ginebra.
Por otro lado, la portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PAM), Emilia Casella, manifestó a los periodistas en Ginebra que esperan tener 10 millones de raciones de comidas preparadas para la próxima semana, lo que permitiría alimentar a un millón de personas tres veces al día durante una semana.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que está tratando de identificar y registrar a los niños que vagan por las calles de Puerto Príncipe cuyos padres han muerto o están desaparecidos desde hace una semana, reclamó que los niños huérfanos y abandonados deberían ser adoptados en el extranjero sólo como último recurso, apuntó la portavoz de UNICEF, Veronique Taveau.
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