La Cofradía del Vino de Rioja estrena etiqueta “minimalista” con el anagrama de la fundación
Este año se celebran las bodas de plata de la Cofradía del Vino de Rioja, por este motivo han decidido renovar la etiqueta del vino genérico de la cofradía como regalo del 25 aniversario. Para la ocasión han contado con la creatividad de los jóvenes de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de La Rioja , que llevan varios meses trabajando en la creación de la nueva imagen.
El presidente de la cofradía, Javier Gracia, ha destacado y agradecido el trabajo de estos jóvenes diseñadores que han colaborado con su trabajo en la difusión de la cultura del vino, valores que la cofradía potencia.
LA ETIQUETA GANADORA ES DE JAVIER TRIVIÑO MURILLO
Más de una veintena de jóvenes han participado en esta iniciativa creativa, del total han sido seleccionados 16 trabajos, de los cuales se exhiben 14 proyectos en la sede de la Cofradía del Vino de Rioja en la calle Horno 1, de Logroño.
El jurado, compuesto por la dirección de la escuela, profesores del centro educativo y miembros de la Junta de la Cofradía como Alfredo Gallarza, han valorado el trabajo final de los jóvenes diseñadores teniendo en cuenta la historia de la cofradía y el diseño.
Ha resultado ganadora la etiqueta diseñada por el joven estudiante de segundo: Javier Triviño Murillo, en la etiqueta se resalta el anagrama del medallón de la cofradía. El ganador recibirá una beca valorada en 600 euros y el “orgullo” de etiquetar el vino de la fundación riojana “25 años y muchos más” según ha destacado el cofrade mayor Javier Gracia.
El joven diseñador, resalta de su diseño el anagrama del medallón que los viticultores riojanos utilizaron para evitar el contrabando de vino como motivo de identidad, “más visibles y reconocible que el escudo entero” ha indicado. Se trata en sus propias palabras de un diseño “bastante minimalista” con tintas de oro para destacarlo todavía más.
El 'Anagrama' que compone la parte central de nuestro Medallón se corresponde con el creado, en 1560, por un grupo de Criadores-Exportadores, preocupados de que pasarán como vinos de Rioja otros que no lo eran. Este anagrama formado por las iniciales de sus nombres se grababa en los envases para garantizar el origen de su contenido, dejando constancia de este hecho ante el escribano público de Logroño.
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