La huerta, nuestra principal despensa

Impulso Municipalista continúa en su camino para intercomunicar los diferentes territorios y ayuntamientos riojanos. Por ello va a solicitar a las administraciones, mediante el envío de una declaración institucional, que suscriban y doten mediante diferentes medidas el decálogo por la soberanía alimentaria y la defensa del territorio que está impulsando en todo el Estado la red Intervegas.

El pacto que ya ha sido suscrito por el Parlamento Andaluz y diferentes Ayuntamientos, entre los que se encuentra el de Nalda, busca proteger los Territorios Agrarios Históricos, impulsar la agricultura sostenible y el consumo y comercio de los productos agrarios locales y de cercanía, como alternativa al actual modelo, generando una actividad productiva estable que luche contra la despoblación rural y genere nichos de empleo estables.

El abandono de las labores agropecuarias en La Rioja ha hecho, según señala este colectivo, “que nuestras zonas rurales se vean incapaces de dar alternativas vitales a sus vecinos y vecinas, lo que provoca un éxodo hacia las zonas urbanas con la consiguiente despoblación que ello acarrea. La perdida de población que sufren nuestras zonas rurales y La Rioja en su conjunto no se está abordando con medidas eficaces, limitándose a meros compromisos que no modifican las políticas que nos han llevado a esta situación”.

Se pone de manifiesto, según indican, que la despoblación es una consecuencia de la falta de alternativas laborales y la pérdida de servicios educativos y sanitarios, “lo que nos ha llevado a una situación donde solo el 2% de la población riojana se encuentra en las áreas rurales, mientras el resto, que es quien consume la mayoría de recursos hídricos y alimentarios que se producen en estas zonas, viven en los grandes núcleos urbanos”.

Consideran que para combatirlo “hay que cambiar nuestras dinámicas y recordar que las huertas son nuestra despensa y por ello deben ser protegidas, son un motor de desarrollo que hemos dejado olvidado y no solo desde el punto de vista rural. Las ciudades deben involucrarse en este cambio de modelo y con su consumo impulsar el desarrollo rural del que hablamos, generar alianzas Campo-Ciudad que devuelvan la vida a nuestros pueblos como base de un futuro mejor para nuestra comunidad”.