Las ONG esperan que Zapatero asista a la firma del Tratado contra las Bombas de Racimo
Las organizaciones no gubernamentales Fundació per la Pau, Greenpeace, Justicia y Paz y el Moviment per la Pau han expresado su deseo de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asista personalmente al acto protocolario de la firma del Tratado Internacional para la prohibición de las Bombas de Racimo, que se celebrará en Oslo el próximo 3 de diciembre.
El pasado mes de mayo, 107 Gobiernos de todo el mundo adoptaron por consenso un acuerdo que prohíbe, a partir de la entrada en vigor del Tratado, la fabricación, uso, posesión, venta y transferencias de las bombas de racimo que causan un daño inaceptable a la población civil. Una vez firmado en Oslo, el Tratado necesitará la posterior ratificación de un mínimo de 30 Estados para su entrada en vigor.
CUMBRE EN OSLOEl próximo 3 de diciembre
finalizará “la cuenta atrás” para que “más de medio centenar de países estampen su firma en el Tratado Internacional para la prohibición de las Bombas de Racimo”, afirmaron las cuatro organizaciones en un comunicado. “Ese día empezará en Oslo la cumbre en la que se firmará el texto con los acuerdos tomados en la Conferencia de Dublín del pasado mes de mayo”, prosiguieron.
Las organizaciones celebran “que el Gobierno español, a pesar de ciertas vacilaciones en la Conferencia de Dublín, haya dado un paso firme y convencido que le llevó, el pasado mes de julio, a aprobar una moratoria unilateral sobre uso, producción, almacenamiento, compra y transferencias de este tipo de explosivos”.
“El acuerdo, que fue presentado en el Parlamento por la ministra Carme Chacón, contempla unos plazos y compromisos que, de respetarse, situaría al Gobierno español entre los países líderes en cumplir y implementar este proceso, incluso antes de haberlo firmado y ratificado formalmente”, prosigue el comunicado.
“En sintonía con estos compromisos, las organizaciones esperan que sea el propio presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el que acuda a la capital noruega el próximo 3 de diciembre y que corrobore con su firma el compromiso del Gobierno español en este proceso de creación de un nuevo régimen internacional en materia de desarme”, añade.
EL 98 POR CIENTO DE LAS VÍCTIMAS SON CIVILES
La Coalición Internacional contra las bombas de racimo (CMC en sus siglas en inglés) está desplegando una intensa actividad estos últimos meses, según el comunicado. Así, hasta la cumbre de Oslo, se están realizando diversas Conferencias regionales con la intención de conseguir que el máximo número de países estén presentes en la capital noruega. Este es el objetivo de las Conferencias regionales de Sofía, Bulgaria, Uganda y Laos y de otras que se harán, como la prevista en Ecuador o Líbano.
Las bombas en racimo son grandes contenedores que, al ser lanzados, dispersan decenas o centenares de submuniciones. “Éstas, que a primera vista pueden parecer simples latas de refrescos, son en realidad cargas explosivas que quedan esparcidas por amplias zonas, en muchos casos habitadas por población civil”, aseguraron las organizaciones.
“De hecho, el 98 por ciento de las victimas que producen estos artefactos son civiles”, añadieron. “Por consiguiente estamos ante un Tratado que, sin lugar a dudas, marcará un avance en la defensa y vigencia del Derecho Internacional Humanitario”, concluyó el comunicado.
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