Ley del silencio en Alfaro

A raíz del altercado originado el lunes , cuando dos periodistas fueron amenazados por familiares de Aránzazu Vallejo, vicepresidenta del Gobierno regional, por tomar unas fotografías de la eliminación de las casi cinco hectáreas de viñedo que la familia Vallejo poseía de forma ilegal, Rioja2 se ha desplazado hasta Alfaro. La finalidad ha sido tratar de averiguar los motivos de dicha disputa -así como las razones por las que la familia Vallejo acabó denunciando a los periodistas en el cuartel de la Guardia Civil de la localidad riojabajeña- y sólo se ha obtenido silencio por respuesta.

Los periodistas denunciaron también a la familia Vallejo por amenazas. Según ha podido saber este diario, ellos se encontraban en un camino de tierra cercano a los viñedos, lugar donde dos excavadoras procedían a la eliminación de las viñas, cuando un grupo de personas se abalanzó sobre ellos. Uno de ellos exigió al reportero gráfico que eliminara las imágenes, a lo que éste accedió casi de inmediato. Al ver la facilidad con la que el fotógrafo acataba la exigencia, el solicitante intuyó que el reportero disponía de otra tarjeta de memoria con más instantáneas – algo cierto, según ha podido saber Rioja2 por las fuentes implicadas- y continuó la trifulca. Los familiares de Vallejo, siempre según la versión de los periodistas, les insinuaron que la cámara podía romperse, les amenazaron con un apero de labranza y les cortaron el estrecho camino de tierra cruzando en él un vehículo.

Ante tal situación, y cuando se vieron libres del altercado, los informadores se dirigieron al cuartel de la Guardia Civil de Alfaro y formalizaron la denuncia. Poco después de hacerlo, los familiares de Vallejo se personaron también en la comandancia para poner otra denuncia. Uno de los intereses de Rioja2 era saber los motivos por los que la familia Vallejo denunció a los periodistas y para eso se desplazó hasta la localidad riojana.

Este diario se personó primero en el lugar de los hechos. La finca donde está el terreno que albergaba la plantación ilegal y en las inmediaciones donde tuvo lugar el altercado. Ni rastro de maquinaria. Ni rastro de personas. Ni rastro de viñas, las cuales ya han sido eliminadas.

Ante tal situación la decisión fue ir al Ayuntamiento para tratar de obtener algún dato, siquiera alguna sensación impregnada en el ambiente alfareño. Sólo nos recibe, de manera muy cordial y amable, la guarda de seguridad que, tarjeta de identificación de por medio, atraviesa una puerta para tratar de encontrar a alguien dispuesto a hablar con nosotros. Vuelve a salir sola y nos comunica que nadie quiere hacer declaraciones. Tras pedírselo nos indica con todo detalle la localización del cuartel de la Guardia Civil. Nos trasladamos hasta allá para tratar de obtener algún tipo de información.

El recibimiento en la comandancia es muy educado. Al explicarle los motivos de nuestra visita al Guardia Civil que hace guardia en la entrada, éste nos comunica que va a buscar a un superior, pero que intuye que no vamos a sacar nada en claro. Acierta. Su superior, muy cortésmente, nos indica que no puede hacer nada por facilitarnos información de la denuncia interpuesta por la familia Vallejo y tan sólo nos asegura que todos los implicados pasaron por allí el día anterior. Entendemos que la privacidad de los datos no se puede tomar a la ligera y volvemos a Logroño.

Ya en la redacción, Rioja2 trata de ponerse en contacto telefónico con la familia Vallejo, concretamente con Jesús Vallejo, padre de la Vicepresidenta. Al otro lado de la línea responde un hombre que nos comunica que Jesús Vallejo está “muy ocupado, trabajando” y que no puede ponerse. Al preguntarle qué relación tiene con la familia Vallejo y que si quiere hacer alguna declaración que vierta más información sobre el caso, el interlocutor responde que sólo es “el secretario” y que no tiene nada que decir al respecto. Rioja2 le da el número de teléfono y éste asegura que cuando Jesús Vallejo llegue se lo dará para que se ponga en contacto con nosotros. No ha habido llamada.

Con quien sí hemos podido hablar, con el fin no tanto de recabar información como de obtener alguna opinión al respecto, ha sido con la Asociación Riojana de Agricultores y Ganaderos (ARAG-ASAJA) y con el Sindicato de Profesionales de la Información de La Rioja (SPIR).

El portavoz de ASAJA nos ha comunicado que ningún miembro de la familia Vallejo tiene relación con la asociación y sólo ha querido incidir en que “todo lo que sea ilegal ya se sabe lo que hay que hacer, carretera y manta”. También ha querido apuntar que “cuanto menos se hable de estas cosas, mejor” porque, según su opinión, “estamos dando un espectáculo que no es digno del vino de Rioja, y menos de personas públicas, no digo de ella (Aránzazu Vallejo) pero sí que le afecta indirectamente”. También ha señalado que “en este país se puede hablar de todo, y fotografiar todo, siempre que no vulneres la intimidad de las personas, y en este caso estamos hablando de un campo y de un sitio público”. En relación a este incidente ha rememorado hechos parecidos, “recuerdo el arranque de viñedos en Cenicero, que hubo polémica y mucho lío, sobre el 93 o 94, que fue el propio Gobierno el que mandó las máquinas. Aquello fue monumental. Fue la primera vez que se arrancaban viñas”. Para concluir ha querido expresar que “ASAJA defiende, como ha defendido siempre, la legalidad de las viñas y lo que no sea legal ya sabe lo que le espera”.

Por otra parte, Rioja2 también ha contactado con el SPIR, que nos ha remitido al comunicado enviado a los medios. En él el sindicato condena tajantemente “la actitud violenta de los familiares de la vicepresidenta del Gobierno riojano, quienes respondieron con amenazas, insultos e intentos de agresión al fotógrafo y al redactor que cumplían con su tarea informativa”. El sindicato también pide “al Gobierno riojano, y especialmente al presidente Pedro Sanz, que se desmarquen claramente de este tipo de amenazas y coacciones hacia las labores informativas. De lo contrario, se entenderá que el Ejecutivo apoya las amenazas y coacciones contra el Derecho a la Información y la Libertad de Prensa que se produjeron ayer en Alfaro”.

Como nota final, cabe señalar que el día del altercado con los periodistas, 3 de mayo, se celebraba el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Valga esta triste coincidencia para partir una lanza a favor de los que sólo queremos informar de lo que ocurre a los que quieren saber lo que ocurre; aunque haya veces no nos lo pongan demasiado fácil .