Localizados tres zulos “abandonados” de ETA en Francia
Han sido localizados en la región de los Pirineos Atlánticos, en los que la organización terrorista podría esconder explosivos y otro material para la comisión de atentados. Dicha localización de estos tres nuevos zulos de ETA en Francia ha sido fruto de la información recabada en anteriores operaciones contra la dirección de la banda, que la Guardia Civil ha facilitado a las fuerzas de seguridad francesas.
Tras la ubicación de los escondites en el suroeste francés, cerca de la frontera con España, los agentes galos han procedido a inspeccionar el interior de los zulos. A la espera del análisis del material que se encuentre, una de las posibilidades con las que trabajan los investigadores es que estos zulos estuvieran “abandonados” y que la organización terrorista ya no utilizara los escondites. Con estos tres nuevos zulos, ya son cinco los encontrados en Francia el último año.
Los pasados días 4 y 16 de enero fueron descubiertos dos almacenes más en las localidades de Toulousse y Dramelay que guardaban unos bidones, tres contenedores de plástico, dos armas largas y munición. No obstante, el principal arsenal de explosivos hallado en el país galo fue descubierto el 6 de abril de 2009, cuando se localizaron 500 kilos de amonitrato o nitrato amónico y polvo de aluminio, que estaba en una cochera supuestamente utilizada por ETA en la localidad de Grenoble.
En España, la incautación de explosivos más importante llevada a cabo este año tuvo lugar el pasado mes de abril en dos caseríos de Legorreta (Guipúzcoa) y en tres zulos en la localidad guipuzcoana de Zegama y Azpiroz y Baraibar, ambos en Navarra. En total, la Guardia Civil intervino en esta operación contra el comando “Erreka” 1.600 kilos de explosivos.
Currin llama a la atención sobre las víctimas de ETA
El abogado surafricano Brian Currin considera importante que la izquierda abertzale incorpore a su agenda su “visión” sobre las víctimas de ETA, porque fomentarlas “de forma proactiva” contribuiría a mejorar la actual situación. Currin, que participa en San Sebastián en el curso de verano de la Universidad del País Vasco “Euskal Herria: realidad y utopía”, ha señalado en rueda de prensa que la izquierda abertzale tendría también que “reafirmarse” en su petición a ETA para que “desaparezca totalmente su violencia”.
El líder del denominado “Grupo internacional de contacto”, que pretende facilitar el fin de la violencia en Euskadi, ha asegurado que si a estos pasos se sumaran otros que piensa que tendría que dar el Gobierno, la “confianza” mejoraría en ambas partes y podría avanzar el proceso “en la dirección adecuada”. Ha opinado que el Gobierno debería reconocer los cambios operados en la izquierda abertzale para favorecer el camino de la paz, posicionarse en pro de la posible legalización de Sortu, pedir una “moratoria” en los procedimientos judiciales contra las organizaciones independentistas y hacer una reflexión sobre los presos de ETA “desde una visión humanitaria”.
Sin embargo, la petición de perdón a las víctimas la ve como un asunto “muy complejo”, que sitúa “en un punto lejano en el tiempo”, ya que entiende que debería darse en un contexto de normalización, cuando se sienta la necesidad de plantearse “cómo curar las heridas”.
Ha indicado que habría que crear “una narración de cómo sucedieron las cosas”, conformar “una comisión para la reconciliación” y decidir a qué momento hay que “remontarse”, si “a finales de los años 30, a la época de Franco o incluso más atrás o a la era post-Franco”. Currin, que ayer dijo que algunos medios de comunicación pueden entorpecer el proceso, ha matizado que no reclama una posición “uniforme” de la prensa, pero sí una “integridad absoluta”, pues cree que en algunos casos se recurre al “ejercicio de la especulación” sin apoyarse en la verdad.
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