Banderazos para la Corona, los funcionarios y la unidad de los logroñeses
El centro de Logroño era hoy un hervidero. Colas interminbles en el Revellín para cumplir con uno de los votos de San Bernabé. Olor a pescado frito y ambiente festivo. En Portales, todo se iba orgnizando en torno al mediodía para el inicio de la procesión de San Bernabé. Segundo voto.
La primera parada de la comitiva municipal ha sido, como manda la tradición, bajo el arco de San Bernabé. Primeras palabras y primeros banderazos de la alcaldesa. Cuca Gamarra ha tomado el micrófono para dedicarlos a la Corona.
Ha comenzado recordando que, en ese mismo momento, se estaba viviendo un “hecho histórico” con la aprobación en el Congreso de la Ley de Abdicación. Ha agradecido al rey Juan Carlos, en nombre de todos logroñeses, sus 39 años de trabajo. Y ha anunciado también “la lealtad a su sucesor”, de quien ha dicho que será “un buen Rey” y “garantizará la estabilidad” de España.
Tras los aplausos y a pocos metros de allí, segunda parada. La Rondalla Logroñesa ha dedicado, primero a la Corporación y después a la imagen del Santo, el Himno de San Bernabé. Han seguido nuevas paradas junto a la recuperada torre de la iglesia de San Beranabé y frente al Hospital de La Rioja.
En la esquina de 'Cuatro Cantones', segundo banderazo. En este caso, los trabajadores públicos han sido los protagonistas. A ellos les ha dedicado el gesto la alcaldesa, destacando que, gracias a ellos, “Logroño es una gran ciudad”. Su “labor diaria, su esfuerzo y su trabajo” han merecido el reconocimiento de la alcaldesa y los aplausos de todos los asistentes.
En ese punto, y como vienen siendo también habitual, aunque no forme parte de la tradición, los periodistas han sido increpados por alguno de los asistentes. El repetido grito de “sinvergüenzas” no iba destinado en esta ocasión a los poderes públicos sino a los trabajadores que no dejaban ver al público congregado en esta esquina del Casco Antiguo.
Enfilada la calle Marqués de San Nicolás, ha llegado la procesión a su punto final. En la plaza del Parlamento se han unido a la Corporación el Obispo, el presidente del Gobierno regional y el presidente del Parlamento. Jotas, bendición del pan y el pez y camino a la muralla para dar el último banderazo.
En este punto ha recordado Gamarra la “unidad y la solidaridad que en 1521 nos hizo vencer a los franceses”. Sus banderazos han sido un llamamiento a esa misma unidad en el momento actual. “De Yagüe a Varea, de El Cortijo a La Estrella”, ha pedido a todos los barrios que sean capaces de trabajar por la solidaridad “y no dejar a nadie atrás”.
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