El 70% de las ayudas de emergencia social se dedica a las familias
La capacidad de las familias logroñesas para llegar a fin de mes se ve mermada con la crisis. El principal problema surge con el desempleo, el origen del mal de un viaje que se torna sin fin para quienes no ven los dichosos brotes verdes. Es entonces cuando la responsabilidad pública ejerce su razón de ser, y cuando los ciudadanos, pueden llegar a considerar que el reparto no es suficiente, partiendo de la natural posición de que 'su' problema es 'el más importante'.
Pero si hablamos de ayudas económicas, también hablamos de partidas que tienen un fin, y cuando hay tanta demanda el ejercicio de repartir lo mejor posible es fundamental. En el Ayuntamiento de Logroño el presupuesto general destinado a familias es de 16 millones de euros, pero dentro de éste las ayudas de emergencia social -ayudas económicas de carácter extraordinario destinadas a personas cuyos recursos resulten insuficientes para hacer frente a gastos necesarios para paliar situaciones de exclusión social- llegan a los 700.000 euros.
En 2009 se atendieron 1.185 expedientes, de los cuales 641 se destinaron a manutención y atención educativa; 463 a vivienda y 81 a atención primaria. Y ya en el primer cuatrimestre de este año se ha destinado el 42,6 por ciento del presupuesto anual, que asciende a 728.000 euros, al eje familiar. La directora de Acción Social del Consistorio logroñés, Carmen Tamayo, nos recibe en su despacho para hablarnos de política social y de las peculiaridades que surgen con la crisis coincidiendo con una fecha señalada en el calendario, el Día Internacional de las Familias.
Según el último estudio del Instituto de Política Familiar, España está 'a la cola' de políticas de apoyo a las familias. ¿Se cuida la política a las familias en Logroño?
No creo que estemos a la cola de Europa. Llevo 30 años trabajando en el Ayuntamiento de Logroño, con diferentes colores políticos, y lo hemos ido trabajando poco a poco. Yo fui la primera trabajadora social del Ayuntamiento y de ahí a ahora el avance es increíble. Siempre he vivido el cuidado a la política social en esta casa, desde el inicio ahora, evidentemente con mejoras. Uno de los grandes avances es el tema de la Ley de Dependencia, una Ley con luces-sombras y ahora recortes, que es la primera Ley que genera derechos subjetivos: 'que alguién puede reclamar'.¿En qué aspectos negativos os está afectando la crisis?
Con los efectos en la Ley de Dependencia, porque es una Ley diseñada y abocada para que no genere prestaciones económicas, que es en lo que luego se ha convertido. Es cierto, y hablamos aquí de la familia, que precisamente hemos pasado de un modelo tradicional en el que las personas mayores o discapacitados se cuidaban y curaban en la casa, y ahora por eso mismo -y no me parece mal- te pagan.
No es que no esté bien, pero hay mucha leyenda y rumores en esto que señalan que muchas personas que estaban acudiendo a un centro de día y les están sacando de estos servicios para cobrar las ayudas.Yo estoy esperanzada en que la crisis no dure toda la vida, por lo cual esto tiene que volver a su ser, y volver a que las Comunidades Autónomas y el Estado generen todos los centros especializados que el catálogo de servicios dicta.
Y en La Rioja...
Es cierto que estamos, en el ránking de la CC.AA está en la línea de salida de aplicación de la Ley de Dependencia, y en materia de Servicios Sociales, pero mi preocupación y mi censura es que en este momento tanto a Calahorra como Logroño, al tener más de 20.000 habitantes, se ha decidido desde la Consejería de Servicios Sociales del Gobierno de La Rioja que como tenemos obligación de prestar servicios sociales, cosa que ya hacemos, nos financian como al resto, con un presupuesto congelado desde hace cinco años. Creo que estamos obligados a entendernos, creo que es más por un problema partidista, que no político, porque si realmente fuera político se tendrían que sentar a negociar pero al final se están olvidando un poco del 50 % de la población.
Para Logroño...
Me encantaría que se sentarán para hablar de políticas sociales, no para hablar sino para llegar a acuerdos. A veces, y es mi crítica, por un problema de partidos se olvidan del bienestar de los ciudadanos. Empiezan a nombrarlos porque les da votos pero realmente buscar la calidad y el bienestar del ciudadano es hacer una política social para los más desfavorecidos.
¿Cómo plantean el trabajo con el aumento de la demanda?
Se plantea con mucho estrés, porque lo que trabajamos es muy sensible, son personas. Tener enfrente a una persona que te está plateando todas sus miserias encima de la mesa, y tener pocas herramientas, excepto tú como profesional de la relación de ayudas... Creo que una de las cosas que hemos recuperado con esto con la disminución de los recursos económicos es que nuestra profesión otra vez vuelve a ser como cuando yo empecé en los años 80, que era ayudar al otro y hacer que las cosas funcionen.
También causa cierta desazón ver que un 'rollo' económico que han montado otros cuando en época de 'vacas gordas' todo el mundo daba créditos y la gente se metía en viviendas. Por ejemplo el caso de Logroño la zona de Madre de Dios-San José, hay mucha población inmigrante que ha comprado las casas viejas de los de aquí, y ahora están con una hipoteca que no pueden pagar porque les ha fallado el trabajo de la construcción. Estamos viendo día a día situaciones graves: gente que no tiene ingresos, tiene hijos y tiene que pagar una hipoteca o un alquiler.
¿Por este motivo han tenido que externalizar servicios?
Hemos sacado determinadas cosas que van a agilizar las agendas de los trabajadores sociales en relación al tratamiento de familias, con el fin de que no tengan que esperar tanto. En este apartado he sido muy criticada incluso por los sindicatos de la casa y trabajadores sociales del Ayuntamiento, pero cuando yo tengo las demandas reales en los centros... tomo decisiones. Si soy capaz de sacar cosas fuera con mi seguimiento público, y con mi vigilancia y control público rebajo esos días de espera de 40 a 15 días, lo hago.
¿Se están generando problemas sociales por el modo de reparto?
En Logroño yo creo que no, al llevar tantos años se puede comparar, antes la población autóctona decía que todo se le daba a los gitanos y ahora todo a los inmigrantes... Yo creo que tenemos que superar los estereotipos porque los dinero públicos tienen que ir para los colectivos más vulnerables, me da igual que sea un inmigrante, me da igual que sea alguien de la calle Mayor o de la Gran Vía... ¿Cuál es el nuevo perfil del demandante en riesgo de exclusión?
Más allá de las familias de inmigrantes con una hipoteca... Hablamos de personas con unos ingresos que consideramos que están en torno a la pobreza relativa, y esos se está dando con la problemática de la pérdida de trabajo, que es lo que da la estabilidad. Yo digo que uno pierde el trabajo y aún puede seguir, pero a mi lo que realmente me preocupa es la pérdida de vivienda. Me parece que alrededor de la vivienda está la familia, cuando uno tiene un techo se relativiza todo más, pero la pérdida de la vivienda, el hogar, es lo que puede precipitar todo (...) En este sentido, nuestra ayudas de emergencia social van a cubrir las necesidades básicas, y creo que ese ha sido el principal cambio, las ayudas de emergencia social han vuelto a cubrir temas de vivienda y manutención. Antes era 'emergencia' un pago que te surgía y no podías afrontar o un incendio en casa y te quedabas con lo vuelto, ahora otra vez, hemos vuelto a cubrir necesidades básicas, que es nuestra obligación.¿Cuál es el principal problema cuando hay tanta necesidad?
El problema es que hay que distribuir lo que tenemos entre más gente. Aunque es cierto que en Ayuntamiento de Logroño el presupuesto de Servicios Sociales no ha disminuido, hemos sido el único que hemos aumentado, las necesidades también han aumentado y a veces se han multiplicado por tres, por eso tenemos cantidad de centros de servicios sociales con muchísima demanda y hemos tenido que reorganizar servicios. Estamos haciendo programas nuevos que son herramientas para los propios trabajadores sociales para que el solicitante de ayuda participe en la intervención social como por ejemplo con inmigrantes, hemos puesto en marcha clases de castellano o taller de costura para mujeres.
'16 millones en familia' con ligeros recortes 'para las familias', ¿Cómo lo valora?
Yo haría muy mal mi trabajo si no pediría más para la gente que no tiene, pero entiendo que hay que redistribuir. Probablemente yo no haría el presupuesto del Ayuntamiento de esta manera pero entiendo los desvelos cuando uno tiene lo que tiene, los ingresos del Estado también han bajado, lo mismo sucede con el Gobierno de La Rioja. Yo me siento bien tratada en este sentido porque por el momento no nos 'han metido la tijera'.
¿Dejamos de lado eso de ser 'la hermanita pobre' del Ayuntamiento de Logroño?
Hombre, no somos la hermanita rica... Pero ha habido épocas de bonanza que incluso yo creo que los Servicios Sociales han estado peor tratados que ahora. Porque el punto de mira en general de la política en ese momento no era una política social. Creo que lo fácil es hacer oposición, porque es meter el dedo en el ojo del de enfrente (...) Yo dejé de hacer trabajo social para montar el sistema público de servicio social pero es cierto que todo descansa sobre la base, los servicios sociales comunitarios, y ese es el problema que no damos a basto porque las necesidades se han multiplicado y la financiación no llega.
¿Se solucionarán los problemas estructurales de los servicios sociales comunitarios?
Siempre digo que en La Rioja, que somos punteros en muchas cosas, hemos perdido la oportunidad de ser punteros en temas sociales. Como uniprovinciales, somos pocos en comparación con Madrid (…) y es lo mismo que si Esperanza Aguirre le dice a Gallardón que no le financia porque tiene obligación de prestar servicios sociales, y esto es lo que está sucediendo en La Rioja con Logroño, que somos el 50 por ciento de la población prácticamente, y este es nuestro principal problema, la financiación. ¿Se solucionará? Estamos obligados a entendernos, y lo que tienen que entender los que hacen política 'con mayúscula', no de partido, es voluntad de entenderse y poner el acento y la preocupación en el bienestar del ciudadano.
¿Cómo lo afronta personalmente?
Además del estrés estoy esperanzada, porque ha habido también en los 80 una época que la cosa estaba muy mal y hemos salido, pero me preocupa más la desesperanza del que atiendes, cuando él no ve su forma de salir y eso es lo que a mi me preocupa, sobretodo cuando hay menores. Creo que los adultos estamos preparados para ver las cosas de otra manera pero el tema de los menores lo cuidamos muchísimo porque es una materia muy sensible.
¿Qué mensaje te gustaría dar a todas las familias?
Hay que reconvertir el concepto de gasto social en “inversión social” para que puedan darse nuevas oportunidades. No hay que olvidar la capacidad de los servicios sociales para incidir en el desarrollo económico, generando empleo y por tanto riqueza. Comparto el programa de Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD): 'el compromiso con el ser humano como centro de su atención'.
Los profesionales de los servicios sociales del Ayuntamiento de Logroño, están haciendo una gran tarea de contención. Gestionan sus estructuras con racionalidad, atienden con calidad y calidez y a la vez que se adaptan a las nuevas condiciones siguen proporcionando protección social a las nuevas formas de vida y convivencia personal y familiar, ayudan a prevenir la marginación y favorecen la cohesión social, sin la cual no puede existir un desarrollo sostenible.
Es imprescindible conjugar la responsabilidad pública, como garante de derechos subjetivos, con la necesaria inversión privada. Yo utilizo mucho una frase de Concepción Arenal: 'Todas las cosas son imposibles mientras lo parecen'. Sin duda, vamos a salir de esta crisis. Debemos remangarnos, trabajar juntos y apostar por la solidaridad con los más necesitados y por la cohesión social.
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