La escalera de la discordia

La alcaldesa Cuca Gamarra inauguró ayer las obras de remodelación de las calles Pino y San Bernabé, en el barrio de Madre de Dios. Una obra que ha costado más de 100.000 euros al consistorio logroñés y que trataba, según la primera edil, de dotar de mayor seguridad y accesibilidad a estas dos calles. Sin embrgo, no es una opinión compartida por los vecinos de la zona que aseguran no compartir esa “alegría vecinal” a la que hacía referencia la alcaldesa.

Según relatan los vecinos, en la última junta de distrito celebrada éste mes el presidente de la asociación, Rubén Antoñanzas, transmitió al concejal de distrito el señor Merino las quejas vecinales, recibidas en la asociación, por la escalera de la calle Pino. Debida a su inclinación y a que los escalones (las pisas) son de diferentes tamaños y causan la sensación de pérdida de equilibrio e inseguridad al bajar. También se consultó sobre la posibilidad de colocar una rampa para que personas con movilidad reducida puedan usarla. Al parecer, el concejal desconocía ls respuestas y remitió a los vecinos a la próxima junta, que se celebrará dentro de tres meses, para contestarlas.

Señalan también que, cuando recriminaron en ese mismo foro a Merino que se proyecten y ejecuten unas obras que afectan tan concretamente a unos vecinos y vecinas de la zona, sin preguntar sobre las necesidades concretas, manifestó que habían hablado con seis vecinos. Consideran que seis vecinos no representan al barrio. Además, tampoco se especificó cómo se había seleccionado a esos vecinos.

Ante esta situación, han decidido colocar carteles para prevenir a las personas que usen la escalera del riesgo que corren. Solicitan además que emitan sus opiniones sobre este asunto a través de las redes sociales.

Han querido aclarar también los vecinos, que si no asistieron a la inauguración de ayer, fue porque nadie les había avisado y no porque no estén de acuerdo con la ejecución de la obra. Denuncian además que el Ayuntamiento está haciendo caso omiso a la opinión vecinal, en contra de sus continuas manifestaciones asegurando que “los logroñeses intervienen en la gesitón municipal”. En este sentido, han señalado también que en la misma junta de distrito tampoco se les permitió transmitir las opiniones recogidas en la asamblea vecinal sobre el plan de la Villanueva.