Piden entre 2 y 9 años a los acusados de venta fraudulenta de garajes en Gran Vía
La Fiscalía y las acusaciones particulares han pedido este miércoles penas entre dos y nueve años de cárcel a los tres procesados por la venta fraudulenta de plazas de garaje del aparcamiento de Gran Vía de Logroño, mientras que las defensas han solicitado su absolución.
La Audiencia Provincial de Logroño ha celebrado la tercera y última sesión del juicio contra J.F.M.P., E.M.M. y O.F.F., como presuntos autores de un delito continuado de estafa, por timar al menos 360.000 euros a familiares y amigos por la venta de 61 plazas ficticias del estacionamiento subterráneo de Gran Vía.
J.F.M.P., que ha reconocido este miércoles estar “muy arrepentido por todo lo ocurrido”, es el único que se encuentra internado en prisión desde hace 21 meses, por lo que su letrado ha pedido que se le ponga en libertad, a lo que la fiscal y las partes no se opusieron, siempre que entregue el pasaporte para evitar el riesgo de fuga. Por su parte, O.F.F. ha justificado que se encuentre encausado por el “engaño” de este joven, mientras que el otro acusado no ha manifestado nada en su defensa al término de la vista oral.
HECHOS
Los hechos ocurrieron entre finales de 2005 y junio de 2006, cuando comenzó la construcción de este estacionamiento, adjudicada por el Ayuntamiento a una empresa, a quien autorizó a vender por su cuenta el 15 por ciento de las plazas, mientras que el resto de garajes se adjudicarían por sorteo entre los residentes de la zona.
Los tres acusados supuestamente vendían cada plaza a 12.000 euros, pero las que adjudicaba el Ayuntamiento en el mismo aparcamiento costaban 24.297 euros más IVA. según el Ministerio Público, que pide una pena de seis años de cárcel para los tres, ha quedado acreditado que cometieron un delito continuado de estafa, con abuso de confianza, ya que J.F.M.P. se hacía pasar por hijo del constructor del aparcamiento y los otros dos se encargaban de “captar” a los compradores.
Estos dos procesados, “muy conocidos en Logroño por su condición de empresarios” del comercio, aprovecharon relaciones de confianza con amigos y familiares para vender los aparcamientos, siempre a un precio más ventajoso que los que adjudicaba el Ayuntamiento. La fiscal, para quien no existe “ninguna duda” de la intervención de los tres en la estafa, ha alertado de la posible existencia de más personas perjudicadas, pero que no se han personado en la causa.
El letrado que defendía a dos personas que compraron, respectivamente, 30 y 14 plazas para sus familiares ha reclamado que “no se equipare al estafado con los estafadores” y se ha sumado a la petición de seis años de cárcel para los tres.
Otro de los abogados de uno de los presuntamente estafados ha pedido nueve años para cada uno, mientras que los letrados del Ayuntamiento y del PSOE han exigido una pena de seis años.
Por su parte, la defensa de E.M.M. también ha ejercido la acusación particular contra J.F.M.P., para quien ha solicitado dos años de prisión, y ha justificado la inocencia de su cliente en que compró plazas para sí mismo y para sus propios hermanos.
Este abogado ha incidido en el “negocio ilícito” de los compradores, que a su vez, vulneraron las normas administrativas -ya que muchos no cumplían los requisitos fijados por el Ayuntamiento- y dos de ellos adquirieron decenas de plazas por “pura especulación”.
En este sentido, el letrado de J.F.M.P. también ha dicho que en este asunto aparece “la codicia propia de todo timo”, ya que el precio de las plazas era “muy ventajoso”. Ha insistido en que su defendido, que entonces tenía 23 años, “no era ni el cerebro ni la hucha” en este asunto y que los otros dos no pudieron ser engañados, ya que los contratos que firmaban eran documentos “burdos”, con errores tipográficos y sin sellos. Por último, el abogado de O.F.F. ha reconocido que J.F.M.P. le intentó vender una plaza a él mismo y que fue el “auténtico estratega” de todo el negocio.
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