Una noche mágica entre libros y talleres en la Biblioteca Rafael Azcona

Rioja2

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La pasada noche las paredes de la Biblioteca Rafael Azcona de Logroño rezumaban vida. Y no solo de los personajes que habitan en sus numerosos libros, sino, también de las 32 niñas y niños aventureros que han dormido en sus instalaciones para celebrar el Día de Libro, acompañados por una veintena de madres y padres.

Tras cruzar la puerta de entrada, la tranquilidad de un recibidor a oscuras la rompía un murmullo de risas en una sala al fondo, así como los pasos de varias bibliotecarias ganando espacio y apartando sillas y mesas en la Sala Infantil, en la que dormirían estos nuevos invitados con sus sacos y esterillas.

La idea de esta iniciativa venía rondando hace tiempo en la cabeza de la directora de la biblioteca, Esther Felipe. Y es que, como apunta, otros espacios como bibliotecas rurales, museos o acuarios ya han abierto en horario nocturno, permitiendo dormir en sus instalaciones. Cuando Nairara Arrieta, la artista que protagoniza este año su exposición 'La biblioteca ilustrada', le explicó que la idea de su obra partía de preguntarse qué pasaba en una biblioteca por la noche, Felipe vio que era el momento idóneo para llevar a cabo este 'campamento' entre libros.

El objetivo con esta noche va más allá de sembrar el gusanillo de la lectura dentro de los más pequeños y busca que conciban este hábito como un momento en el que pasar un rato en familia, contándose una historia y compartiendo emociones. Con ello, la biblioteca persigue, al igual, presentarse para ellos como un espacio comunitario: “Está muy bien que conciban que la biblioteca es un sitio al que ir y lo tengan como referencia y haber vivido una noche creo que es algo que no se olvida nunca y se queda en el corazón de uno”, explica en la sala principal del edificio, en la que ya se han dispuesto unos manteles, tuppers y aperitivos para la cena.

El groso de participantes, lo componen niños y niñas de entre 4 y 9 años de edad. “A partir de esa edad, los chavales ya son más adolescentes y lo tenemos un poco más difícil”, lamenta. “Los datos estadísticos de la lectura no dicen que los adolescentes no lean”, recalca. “Lo que pasa es que van a sus intereses y la biblioteca la usan, sobre todo, para estudiar”. Para los más pequeños, en este Día del Libro, las bibliotecarias destacan la demanda de libros de Isadora Moon o de Ana Kadabra. “Aquí en las actividades también trabajamos mucho los álbums ilustrados y hay clásicos como los de Anthony Browne que siempre invitamos a leer”, recomienda. “Creo que hay editoriales que lo están haciendo muy bien como los 'Libros del zorro rojo', 'Ekaré' o Juventud, que creo que en el rango de edad de 4 a 9 años funcionan muy bien”.

“Creo que no es tan importante el libro que se lee como el que se lea o se tenga interés por la lectura o por algún contenido cultural y artístico”, comenta la directora al ser preguntada por recomendaciones. “Solamente vamos a leer si respiramos ese ambiente de lectura”, reivindica. “Si los padres y madres están contando un cuento con ellos y ven que sonríen, que les gusta, que les llevan a otros lugares”. “Que vean leer en casa es muy importante, la educación y el crecimiento es a base de referencias, si ves que tus mayores hacen eso, para ti va a ser algo normal, habitual y por eso nos gusta tanto hacer actividades en familia”.

María, de 6 años de edad, es una de las aventureras que pasan la noche en la Rafael Azcona. Ha venido acompañada por su madre, su tía, su hermano y su prima. “Leer está guay porque vivimos aventuras”, expresa al unísono con su madre. Sus lecturas favoritas: Isadora Moon y Ana Kadabra. Emocionada por pasar la noche en la biblioteca, a la que ya ha acudido a realizar otras actividades, muestra a cámara la escultura que ha creado en el taller que acaba de finalizar.

Conociendo por primera vez la biblioteca, Sofía, de 7 años, se muestra entusiasmada con la idea de dormir entre libros. “He traído un saco, una mochila con comida y agua”, cuenta sobre sus provisiones. “De esta biblioteca lo que más le ha gustado han sido las actividades”, afirma. “Me estoy leyendo Mortina y quiero encontrar en el número 3”, recomienda. “Dormir en la biblioteca mola”, se suma su hermano mayor.

A oscuras y jugando con linternas, Héctor, Ángel y Eric, de entre 8 y 10 años. “Nos los hemos pasado muy bien, pero mejor va a ser la noche”, comentan entre risas y con espíritu de campamento de verano. “Es la primera noche que pasamos fuera así, en plan aventura”, comenta una de las madres de los niños. “Depende de la edad y de los gustos”, comenta Héctor sobre qué recomendar para El Día del Libro. “Aventuras”, el género preferido de este grupo, con gusto también por las ilustraciones. “Scooby Doo, Gerónimo Stilton, Los Futbolísimos, Sonic...”, enumeran. “Las ilustraciones me gustan mucho, pero también me gusta leer e imaginarme la historia en mi cabeza”, hace balance Héctor. “A mí me gusta que tengan mucha intriga”, apunta Eric.

La pequeña Juana, de cinco años, descansa ya a hombros de su padre Richard. “Nos ha parecido una idea estupenda, novedosa”, comenta su padre, que explica que son habituales en la Biblioteca. “No sé quien está más emocionado de los dos”. Los libros preferidos de esta lectora son los que tienen a los animales como protagonistas, además, afirma, le gusta que su padre le cuente cuentos antes de dormir, “el de Chupi”, recuerda la niña, “un personaje francés”, añade su padre. “Si leemos los padres les inspiramos a ellos”.

La mágica noche comenzó a las 20:30 con el laboratorio de música y arquitectura ‘El paso del plano al volumen’, con La Casa del Vacío', de la mano de la arquitecta Eider Holgado y el músico Pablo Llamas. A las 22:40 tuvo lugar la presentación del libro colaborativo ‘Los cuentos africanos que se escuchan en Logroño’ para niños y niñas de 4 a 12 años. La velada finalizó, como no podía ser de otra manera, con cuentacuentos. Raúl Jiménez del Río ofreció el espectáculo 'Con los ojos en las orejas', en el que aúno música y narración.

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