Los destellos necesitan su continuidad

Victoria, sí, y muy importante. Necesaria tras dos derrotas como visitante para no perder comba, para seguir evolucionando en la tabla, para ir recuperando la confianza en el trabajo realizado. Pero fue un triunfo ante el Socuéllamos en el que se vislumbraron que hay cosas que mejorar. Cierto que ha sido el triunfo más holgado del curso, 2-0, pero hay dudas. Hay intención de romper el partido, de sentenciar el choque y de encarrilar la victoria, pero falta el remate. Hay idea de guardar la ropa, de enfriar la contienda, de controlar el juego, de dominar, con o sin balón, pero se confunden los conceptos.

Por suerte, el Socuéllamos careció de contundencia en las dos áreas y facilitó la labor a una UDL que acusó, otra vez, el miedo a ganar. Fueron entre 10 y 15 minutos en los que los manchegos pudieron empatar, cierto que con pocas oportunidades. Los blanquirrojos estaban agarrotados, excesivamente expectantes y confiadas a enganchar una contra. La consecuencia fue correr detrás del balón y esperar que los atacantes visitantes marraran el remate. Demasiadas facilidades dadas ante un rival que de haber mantenido el ritmo y las intenciones iniciales se podía haber marchado de Las Gaunas con una goleada.

Pero esta versión de la UDL permite mantener vivo a los oponentes. Cuestión que hay que remediar para ser fiables en este grupo de Segunda B. Hasta que Espina no colocó el 2-0, no hubo tranquilidad en el campo municipal. Javi Rey, saliendo desde el banquillo, dio más claridad en el último pase y cedió para que el asturiano engorde sus números goleadores.

NOVEDADES EN EL ONCE

Introdujo Carlos Pouso varios cambios en su once. Y la apuesta fue buena porque se vio mordiente, ganas por agradar y por jugar, por quitarse la espinita de este arranque liguero de equipo al que le cuesta generar fútbol de ataque. Con Reguilón y Thaylor como extremos, con Muneta y Espina por dentro, con Salvador de la lateral diestro y con Mendi como referencia ofensiva, la UDL buscó dominar la contienda desde el pitido final. Incisivos en la ejecución y con las ideas claras, los riojanos pegaron primero cuando Reguilón, testarudo, recogió un rechace de un primer tiro suyo para superar a Javi López. Gusta empezar por delante. Ahora faltaba dar continuidad y tratar de encauzar el choque.

Adrián Léon, con un remate de cabeza, pudo hacer el 2-0, e incluso Mendi con un par de tiros estuvo cerca. Muneta entraba en acción y el juego de los locales lo agradecía. Se apuntaban cosas y eso gustaba en la grada. Pero suele ocurrir lo que bien empieza tiende a torcerse. El miedo a ganar agarrota y más en Las Gaunas. El Socuéllamos, casi sin querer, fue espabilando, creyendo en sus opciones y hasta sopesando en poder sumar. Por su parte, la UDL bajó el ritmo, la intensidad, dejó de dar continuidad a lo que estaba haciendo bien para caer en lo fácil, dejarse querer y esperar acontecimiento. Menos mal que eso ocurrió en la segunda parte, ya que hubiera sido peor que nada más marcar Reguilón, los pupilos de Pouso se hubieran desconectado.

Esta vez no hubo que lamentar males mayores, pero esas lagunas de concentración, de desconexión o váyase a saber de qué pueden ser perjudiciales para un conjunto que debe adquirir confianza gracias a los resultados positivos. Cierto que cuando se hacen bien las cosas, cuando un equipo está ordenado, cuando lo tiene claro en ataque y cuando no da respiro al contrario en defensa se está más cerca de un buen marcador. Ante el Socuéllamos se ha visto la victoria más holgado del curso, pero no con un juego más redondo, quizá sí durante los primeros 45 minutos, pero no tras la reanudación.

A LA CONTRA

Mendi y Espina, tras dos buenas contras, avisaban en el segundo tiempo que la UDL iba a buscar la sentencia gracias a la velocidad y los espacios dejados por su rival. Por su parte, el Socuéllamos, de rebote, casi se encuentra con el empate cuando Miguel no atrapa un balón y Diego Sánchez no atina a rematar. Entonce vino el sufrimiento, el aplatanamiento de los blanquirrojos. Carlos Pouso se desesperaba. Movió el banquillo en busca de soluciones, pero estaba de que no, tocaba sufrir. El agobio no fue a mayores porque la posesión de los manchegos se quedaba ahí, no inquietaba a Miguel. Javi Rey sí que dio garantías y seguridad. Sabe lo que hacer con la pelota. Primero sirvió una buen balón a Mendi y después se lo dejó hecho a Espina.

Al final, lo que queda son los 3 puntos, la victoria por 2-0 y acumular 7 sobre 15 puntos. El sábado toca rendir visita al Zamudio para quebrar la racha de los riojanos a domicilio. Hay que confiar que la espesura vista en Las Gaunas en momentos puntuales pase a la historia. Que el triunfo otorgue confianza y haya una continuidad en el campo sobre lo que se está haciendo bien.

FICHA TÉCNICA

UD Logroñés: Miguel; Salvador, Caneda, Amelibia, Paredes; Adrián León; Thaylor (Javi Rey, min. 67), Muneta, Espina, Reguilón (Chevi, min. 59); y Mendi (Juanfran, min. 76).

Socuéllamos: Javi López; Ramón (Javilillo, min. 78), Jacinto (Calahorro, min. 67), Alcañiz, Zurdo; Salva (Narváez, min. 63); Cortell, Jesús García, Garmendia, Kike Domínguez; y Diego Sánchez.

Goles: 1-0, min. 6: Reguilón. 2-0, min. 77: Espina.

Árbitro: Alejandro Fernández Pérez (Comité Catalán). Amonestó al local Reguilón (min. 15) y a los visitantes Zurdo (min. 13), Salva (min. 21) y Narváez (min. 79).

Incidencias: 1.883 espectadores en Las Gaunas, según informó el club organizador.