Los venezolanos votan en unas elecciones decisivas
Unos 16.887.805 venezolanos están llamados a votar, en unas elecciones regionales que son decisivas para el presidente Hugo Chávez, quien espera afianzarse aún más en el poder, utilizando como estrategia una campaña electoral cargada de amenazas en contra de todos los candidatos de la oposición.
El objetivo de Chávez ha sido muy claro: lograr que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) gane en las 22 gobernaciones y en las 328 alcaldías, y que su poder se extienda además a los 233 legisladores regionales que serán electos mañana.
Tras el revés sufrido hace menos de un año en el referéndum constitucional, el mandatario venezolano advirtió a su seguidores en un mitin celebrado en Caracas que “perder al menos tres gobernaciones en estas elecciones resultaría una derrota para el Gobierno nacional”.
Chávez mantiene su confianza en una posible victoria “aplastante” en los que serán los decimocuartos comicios desde su llegada llegada al poder. La mayor parte de las encuestas --incluyendo las de la oposición-- le dan el triunfo en una buena parte de los Estados y Alcaldías.
Según la encuestadora Datanálisis, el presidente venezolano tiene una popularidad de 56,9 por ciento, pero su nivel de confianza ha caído a menos de 40 por ciento, como consecuencia de ciertas medidas que ha tomado, en especial, en contra de algunos medios de comunicación.
El director de Datanálisis, Luis Vicente León, explicó que en esta oportunidad “Chávez no la tiene fácil”, y augura una derrota en los estados de Sucre, Carabobo, Zulia y Nueva Esparta, aunque aclara que no se pueden hacer pronósticos porque mapa electoral en esta ocasión “es muy complejo”.
Actualmente, el 'chavismo' tiene el poder en 20 de los 22 estados del país, menos en los estados de Zulia y Nueva Esparta, que fueron arrebatados por la oposición en los pasados comicios regionales. Lo mismo sucede en el caso de las Alcaldías y los poderes legislativos, más de la mitad están ahora en manos del oficialismo venezolano.
ZULIA UN ESTADO CLAVE
Pero la mayor preocupación de Chávez no es otra que lograr consolidar su poder en Zulia, el bastión petrolero del país que produce unos 900.000 barriles de crudo y que en estos momentos está gobernado por su principal rival, el líder de la oposición, Manuel Rosales.
Para el mandatario venezolano nunca ha sido posible lograr el triunfo total en Zulia, lo cual se ha convertido en un reto prioritario que lo ha obligado a concentrar la mayor parte de sus actividades a esa región, que ha visitado una decena de veces en las últimas semanas.
Por el PSUV se postula Gian Carlo Di Martino, actual alcalde de Maracaibo, y por el partido de Rosales, Un Nuevo Tiempo (UNT), está Pablo Pérez. Los números auguran una victoria al candidato de la oposición por un margen un tanto estrecho, pero que igual genera muchas inquietudes en el mandatario venezolano.
La lucha por el Zulia se ha convertido en una batalla campal entre Chávez y Rosales, acaparando la atención de todos los venezolanos quienes medirán la fuerza del líder de la oposición dependiendo de los resultados que se obtengan.
El líder opositor aspira a tomar el poder nuevamente de la Alcaldía de Maracaibo, la segunda ciudad del país. Rosales fue alcalde de esta ciudad en dos períodos desde 1996 hasta el año 2000, y podrá volver a postular gracias a que a partir de 1999 entró en vigor la nueva Constitución nacional que redefinió todos los poderes públicos. Prácticamente todas las encuentas le dan el triunfo.
El panorama no figura muy alentador para Chávez en Zulia si consideramos además que unos 22.000 miembros del PSUV y de los circulos bolivarianos, han decidio darle la espalda a los candidatos del 'chavismo' para darle su completo apoyo a la oposición. La mayor pérdida contabilizada por el partido de Chávez hasta ahora.
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