MENAS en La Rioja: la comunidad tiene acogidos a siete menores extranjeros no acompañados
Son menores de origen extranjero, muchos de ellos de Marruecos y Argelia, que viajan solos, sin padres y sin ningún adulto que los cuide, lo que les sitúa en situación de desamparo y riesgo. Los MENA huyen de guerras, catástrofes naturales o persecuciones en sus países de origen y son un colectivo especialmente vulnerable. La Rioja acoge actualmente a siete MENA, cuya guarda o tudela ostenta el Gobierno regional, aunque esto no puede impedir que los menores se vayan a otra comunidad o incluso abandonen España para buscar a sus familiares en otros países.
Lo cierto es que es difícil cuantificar cuántos menores deambulan solos por todo el país. En España se estima que hay más de 12.300 menores en esta situación, más de un tercio de ellos en Andalucía, pero no se cuenta con cifras exactas.
De los siete atendidos en La Rioja, cuatro están tutelados y escolarizados, al encontrarse en situación de desamparo. Sobre otros dos se está ejerciendo la guarda provisional, mientras se determina su minoría de edad, y no están escolarizados, ya que han llegado en época de vacaciones escolares.
Por último, hay un MENA en situación de prórroga de acogimiento residencial, al decretarse su mayoría de edad, si bien está pendiente de un procedimiento judicial voluntario para determinar su edad exacta. Mientras tanto, sigue escolarizado. Como ha detallado a Rioja2 el Ejecutivo regional, ninguno de estos MENA tiene antecedentes penales, ni procesos judiciales en trámite.
Acogida y atención en centros de menores
¿Dónde viven estos menores? En La Rioja, las necesidades de los MENA, ya sean de acogida inmediata, o en su caso, de atención integral, se satisfacen, al igual que el resto de menores, mediante fórmulas de Acogimiento Residencial. Un acogimiento que tiene lugar en centros de protección normalizados o en centros para menores con problemas de conducta, según criterios de cobertura, calidad y accesibilidad en acogimiento residencial.
Allí estos niños y adolescentes, que han llegado con una mochila cargada de vivencias muy negativas, reciben la atención que necesitan... hasta que cumplen 18 años. Entonces pierden su condición de MENA y abandonan los centros. Integrarse en la sociedad no es fácil para muchos de ellos y en La Rioja se les ofrece alternativas de acuerdo con un Proyecto Individualizado de Protección (PIP).
Y es que no suelen tener dónde vivir o cómo ganarse la vida. Este proyecto les ofrece medidas para favorecer su emancipación y dotarles de autonomía. Así, se ponen a su disposición recursos intermedios y dispositivos de alojamiento y convivencia, a caballo entre los centros residenciales, el acogimiento en familia ajena y la vida autónoma del menor cuando éste alcanza su mayoría de edad.
Algunos de ellos optan por volver a sus países de origen, pero no siempre es posible. Específicamente para los MENA, el Ejecutivo regional también ofrece asistencia técnica y jurídica para facilitarles la tramitación de los Permisos de Residencia, una vez que resulte acreditado la imposibilidad de repatriación a su país, así como su inserción en la sociedad española. El alojamiento, la salud, los estudios, la familia, el ocio... todo se tiene en cuenta para no dejar desamparados a estos ya adultos que un día llegaron solos a nuestro país.
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