Otra ronda más
Era casi una final y el Naturhouse respondió como merecía la ocasión. El público lo agradeció y el equipo ya puede disfrutar de una ronda más en Europa merced a su victoria por 31 a 25 frente al Metalurg cuando aún resta una jornada -se juega en febrero- para acabar la liga. Kappelin, desquiciando a los macedonios bajo palos y sumando hasta tres goles, contribuyó a entender un triunfo en el que los riojanos supieron ajustar su defensa ante el ataque de siete de su oponente. Tanto que marcaron varios goles desde su campo.
Por si fuera poco, Jota González rompió el partido cuando los franjivinos se pusieron a atacar con superioridad durante unos minutos durante la segunda mitad -con empate a 19- en los que los hombres de Lino Cervar completaron casi diez minutos sin marcar. Ahí se rompió un encuentro equilibrado en el que el trabajo defensivo del bloque y el acierto individual de Ángel Fernández -autor de 10 goles- y Kappelin, entre otros, permiten a la grada logroñesa disfrutar, mínimo, de un partido más en la competición continental en el Palacio.
El Metalurg apostó, desde el arranque, por atacar en superioridad y colocar dos pivotes en aras de encontrar espacios para superar a Kappelin. La diferencia, en el comienzo, estribó en algún desajuste y en el acierto en marcar desde campo propio, ya que el meta sueco, en dos ocasiones, Ángel Fernández y Luisfe anotaron después de un mal tiro o tras un robo. El Naturhouse no se puso nervioso y además el portero sueco respondía a la perfección -9 paradas al ecuador- para que sus compañeros completaran la faena en ataque.
FLUIDOS EN ATAQUE
Porque los franjivinos, como aspecto positivo, apenas perdieron balones y se mostraron fluidos en su juego en estático. Aunque lo que le gusta al equipo de Jota González es correr, trató de ponerlo en práctico cuando pudo, Vigo encontraba al mejor hombre, principalmente, hacia la parte izquierda, con Langaro y con Ángel Fernández.
En el otro lado, Sanad apenas participaba, mientras que Luisfe, inmenso en defensa, se estiraba por el lateral, y Montoro se sacó de la chistera una vaselina cuando se caía al filo del descanso después de que se moviera hacia el pivote en busca de espacios para que Vigo pueda maniobrar como más soltura. El duelo era equilibrado, aunque el mando correspondía al cuadro anfitrión, 3-1. Pero el equipo macedonio no le perdía la cara al empatar a cinco.
Kappelin daba ventaja con dos goles casi consecutivos a la vez que la defensa, con Ángel Fernández como adelantado para luego juntarse, le iba ganando la partida a los pupilos de Lino Cervar. El 10-8 y el 13-10 evidenciaban que los riojanos querían imponer su ley. Es más, no le pasó factura no mover el marcador por no aprovechar una doble superioridad -el Metalurg se hizo con la bola todo el rato rozando el pasivo-. Un parcial de 0-3 debido a cuatro malos minutos de los locales incomodaron, con el 13-13.
Pero en la parte final del primer tiempo, los de Jota no se descentraron para recuperar la renta con paciencia, gran actitud defensiva y buen hacer. Montoro, muy plástico, hacía el 16-14 con una vaselina para el deleite de la grada. Ayudó también que el tiro, ya con el tiempo cumplido, de Ilic no subiera al electrónico.
IGUALDAD Y PARCIAL DE 6-0
Obradociv e Ilic, con dos tantos cada uno, igualaron la contienda en un buen comienzo de los macedonios pese a los tantos de Rocas, desde los 7 metros, y de Garabaya. El 18-18 dio paso a la entrada de Garciandia y a que Jota jugara con siete en ataque. El lateral franjivino soltó el brazo, igual que Kappelin y Ángel Fernández, muy finos en acertar desde su campo a la portería rival sin que le diera tiempo a llegar al meta Arsic.
El Metalurg se desquiciaba. Si conseguía tirar lo hacía fuera de la portería y si atinaba estaba Kappelin. El ataque fluía con siete en campo contrario y los macedonios no celebraron un gol durante casi diez minutos. Tiempo en el que el Naturhouse se disparó hasta el 25-19, gracias a un parcial de 6-0, cuando Ilic marcó desde los siete metros. Estaba casi hecho. Faltaba redondear el choque. Ángel Fernández, Sanad y Rocas, con su segundo gol de penalti, permitían vivir unos minutos finales tranquilos tras el 27-20 y posterior 28-21 a cinco minutos de la conclusión.
El intercambio de goles fue lógico, pero insuficiente para generar dudas porque la defensa riojana ya había hecho su trabajo, igual que Kappelin, brillante. Un triunfo, por 31 a 25, de renombre, de valor, en el que se demostró que la presión no fue una excusa y que permite no pensar en Europa hasta el próximo año. Lo más probable es que se tenga que disputar el pase al Last 16 con el Nantes, pero eso será otra historia. Lo más cercano; disfrutar del pase y preparar el duelo del miércoles y sábado ante Granollers y Sinfín para cerrar la primera vuelta de Asobal.
FICHA TÉCNICA
Naturhouse La Rioja: Kappelin (p) (3), Vigo (1), Garabaya (1), Luisfe (3), Langaro (2), Sanad (3), Ángel Fernández (10), siete inicial, Montoro (1), Rocas (2p), Muñoz, Molina (1), Miguel Sánchez-Migallón, Peciña y Garciandia (4).
Metalurg: Arsic (p), Obradovic (6), Ilic (7, 2p), Palevski, Gugleta (2), Taleski (3), Velkosvski (2), siete inicial, Peshevski (3), Arsenovski, Dupjacanec (p), Petrov, Drogrishki (2) y Koteski.
Parciales cada 5 minutos: 3-1, 6-5, 8-6, 12-9, 13-12, 16-14 (descanso), 18-18, 20-19, 23-19,27-20, 28-21 y 31-25 (final).
Árbitros: Jan Erik Leandersson y Mikael Lindroos (Finlandia). Excluyeron a los locales Miguel Sáncghez-Migallón (min. 22), Molina (min. 47) y Peciña (min. 57) y a los visitantes Arsic (min. 13), Obradovic (min. 13) y Velkovski (min. 48).
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