Paulinho se estrena en la décima etapa
El gregario de Lance Armstrong aprovechó una escapada inicial para estrenar el casillero de triunfos de su equipo estadounidense, y acabó imponiéndose al sprint a su último compañero de fuga, el bielorruso Vasil Kiryenka (Caisse d'Epargne), finalmente segundo en la línea de meta.
Para ello, el décimo trayecto de la 'Grande Boucle' volvió a resultar propicio para el éxito de una emboscada, puesto que su itinerario constaba de un perfil sinuoso con tres cotas, siendo la primera, la 'Côte de Laffrey', de primera categoría, la más exigente al mediar el 9 por ciento de desnivel.
Así, tras unos primeros intentos fallidos entre la serpiente multicolor (en gran medida por el recorrido plano de este tramo inaugural de la etapa), la fuga no se fraguó hasta que un cuarteto de aventureros rompieron la defensa del pelotón en el kilómetro 30 y cogieron unos metros, a la postre, insalvables.
Este selecto destacamento, compuesto por el bielorruso Vasil Kiryenka (Caisse d'Epargne), el portugués Sergio Paulinho (RadioSchack) y los belgas Dries Devenyns (Quick Step) y Mario Aerts (Omega Pharma-Lotto); fue tomando importantes ventajas antes de encarar la ascensión a la primera cumbre del tríptico previsto en esta jornada de transición.
Fue en este entramado donde, en busca de la gloria que exige el guión del 14 de julio, Día Nacional de Francia, los galos Maxime Bouet (AG2R) y Pierre Rolland (Bouygues Telecom) cumplieron las exigencias de sus equipos y enlazaron con la cabeza de la carrera cuando se inclinaba la carretera.
MONOTONÍA EN EL PELOTÓN
Por su parte, con las diferencias estables en los 11 minutos tras el paso por la 'Côte de Terrasses' y la 'Col du Noyer', el pelotón liderado por el Saxo Bank mantuvo su ritmo constante y rutinario en este territorio 'rompepiernas', recuperándose de los desgastes que dejó ayer la 'Col de la Madeleine'.
Mientras, por delante, las apuestas por la victoria de etapa ya comenzaron desde el descenso de la última cumbre del día, donde se sucedieron los ataques malogrados de Aerts y Devenys, y los finalmente oportunos de Paulinho y Kiryenka, quienes afrontaron en solitario los últimos kilómetros de bajada, los mismos que en el año 2003 al vasco Joseba Beloki una caída que le apartó de la élite.
Finalmente, en la recta de meta, fue el portugués el que economizó mejor los esfuerzos y el que arrancó con mayor fuerza en los últimos metros para vencer en un final de 'photo-finish', y tras distanciar al pelotón de favoritos, liderado nuevamente por el británico Mark Cavendish (Columbia), en 14 minutos y 18 segundos.
De este modo, el actual campeón lusitano en contrarreloj sumó su mayor éxito como profesional tras la plata olímpica en ruta cimentada en los Juegos Olímpicos de Atenas y la victoria de etapa en el Museo de Altamira en la Vuelta a España en 2006.
Para mañana, la caravana del Tour de Francia continuará bordeando los Altos Alpes en la jornada de relativo descanso que ligará la Ciudadela de Sisteron y Bourg-lès-Valence sobre 185,5 kilómetros, en una undécima etapa de la ronda gala de perfil totalmente plano salvo por una tachuela de tercera categoría, y en la que los sprinters volverán a tomar el testigo de la carrera.
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