Pouso quiere que “mi equipo me guste más”

A Malata espera este domingo (18.30 horas). Viaje complicado y rival expectante, con el cuchillo entre los dientes después de perder ante la Arandina (1-0). En tierras gallegas el Racing de Ferrol, temeroso tras el brutal arranque del UD Logroñés ante un rebasado Compostela, guarda impaciente la visita riojana, pero consciente de que si está al nivel que debe puede complicar al líder, aunque sea circunstancial, del grupo. Carlos Pouso lo asume y tratar de evitar relajaciones y distracciones.

Cierto que el 3-0, escaso marcador, del domingo pasado y la exhibición de pegada el miércoles en Ezcaray ante un equipo de Regional (0-16) asustan. No es para menos. El largo camino que pretende atravesar el cuadro blanquirrojo ha comenzado con buen pie, libre de ampollas y piedras. Pero no hay confianzas, malas compañeras de viaje. Al contrario, la tensión debe ser máxima, igual que la exigencia. El entrenador de los riojanos sabe que “cuando dejas de empujar, apretar y exigirte, eres vulnerable” y eso sería un retroceso sobre lo andado. Un error de principante.

Por eso, Pouso apunta que “los halagos debilitan a los que se los crean”, pero como no es el caso, el técnico vasco insiste en encontrar la excelencia de los suyos. Y eso que el domingo “estuvimos cerca de lo que pretendemos”. Pero siempre quiere más. Buena señal de que hay hambre, ambición. “El otro día me gustó mi equipo, pero tengo que buscar la manera de que me guste más”. En ello ha trabajado esta semana. En eso y en preparar a conciencia la manera de salir con los tres puntos de A Malata.

“Espero un Racing de Ferrol excelente”

No será fácil porque “espero un Racing de Ferrol excelente. Siempre espero lo mejor del rival”. De no hacerlo, aclara, “llegaríamos sin dar el cien por cien y eso no nos lo podemos permitir”. Exigencia, afán de mejora. Además, admite que “no es por miedo, es por purdencia” y porque conoce una categoría perra, que te condena si vas de sobrado y que no permite el mínimo despiste. Discurso habitual pero sensato, coherente y adecuado para un momento de subidón, como el actual, en el que parece que el UD Logroñés es intocable y se encuentra por encima del bien y del mal. Menos euforias.

Pouso avisa: “Si caemos, hay que levantarse y lo haremos”. Cauto. Consciente de que el fútbol da muchas vueltas y que un día estás en el cielo y al otro en el infierno. Por eso prefiere “olvidar el pasado”. “El partido del Compostela”, prosigue, “ya está olvidado” porque “del pasado no se vive”. Anuncia que su equipo tiene que ir “con las mismas ganas, ilusión y ambición” que la semana anterior para medirse a un Racing de Ferrol “ordenado, sólido en defensa y que cuenta con variedad de recursos en ataque”. La llegada de Heber o Peláez, unido a los ya presentes Pablo Rey y Joselu amplían el protagonismo ofensivo del grupo entrenado por el exjugador Tena, que hace unos meses colgaba las botas defendiendo la elástica ferrolana en la fase de ascenso a Segunda B.

Si no sucede nada extraño, Pouso repetirá convocatoria, dejando así a los últimos refuerzos (Payá y Álvaro González) en casa. Incluso podría sacar de inicio el mismo once que ante el Compostela, aunque tampoco es descartable, tal y como se las gasta el preparador blanquirrojo, que haya alguna variación (Joel Valencia de entrada, Miguel Santos como lateral y Julio Rico en el medio, Adrián León más pegado a la banda). Pere Milla, bigoleador en la jornada inaugural, sufrió el jueves un golpe en la rodilla, pero todo hace indicar que estará apto. Igual que el portero Fermín, que el miércoles se produjo la fisura del meñique de su mano izquierda, un percance que no le va a impedir estar en la expedición que parte esta sábado hacia Ferrol. Paso firme. Luego llegará el duelo ante el Coruxo, un choque que se disputará en Las Gaunas y en sábado (5 de septiembre a las 18.30 horas) ante el duelo de Copa del Rey previsto para la semana siguiente.