Preocupación en Calahorra ante el “lamentable” estado del entorno del viejo cuartel de la Guardia Civil
La alcaldesa de Calahorra, Elisa Garrido, junto a la concejala delegada de Urbanismo, Rebeca Sáenz han mantenido en el Ayuntamiento de Calahorra una fructífera reunión con varios representantes de los vecinos y comerciantes del entorno del viejo cuartel de la Guardia Civil, situado entre las calles Bebricio, Gallarza, 2 de mayo y Achutegui de Blas.
En dicha reunión los vecinos han trasladado al Ayuntamiento su preocupación por el “lamentable” estado que presenta el edificio del viejo cuartel, así como por la paralización de la demolición que ya venía prevista en el plan general del año 2006, y que en la actualidad se encuentra pendiente de ejecutarse.
Una paralización consecuencia de las acciones emprendidas a título personal (ante el Gobierno de La Rioja) por un arquitecto privado que solicitaba la conservación del edificio, y que han generado una situación altamente negativa para el desarrollo de esa zona de la ciudad.
El sentir general de los vecinos, trasladado en la reunión, es su deseo por solucionar el problema que cada día observan delante de sus casas y sus negocios, y hacerlo cuanto antes mejor. “Este problema aporta una malísima imagen a toda la zona, suciedad y sensación de riesgo por el estado ruinoso del edificio”, señala el Ayuntamiento en un comunicado.
Zona verde con aparcamientos subterráneos
Al mismo tiempo, vecinos y comerciantes han comunicado a la alcaldesa su opinión muy favorable a la posibilidad de disfrutar en ese espacio de una zona verde y aparcamientos subterráneos. Es algo que entienden como muy necesario para poder acometer una actuación de adecuación urbanística en todo el entorno de Bebricio y Gallarza que supondría un alto beneficio para el comercio de la zona y la ampliación de aceras.
Coinciden con los planteamientos del propio Ayuntamiento de Calahorra en el sentido de que consideran que la supuesta calidad del edificio, que algunos alegan, ellos no lo ven por ninguna parte ni desde el punto de vista arquitectónico ni tampoco desde ningún otro.
Por su parte, desde el Ayuntamiento de Calahorra, se les explicó y se puso a su disposición documentación que certifica que el edificio ciertamente no tiene ningún tipo de valor que justifique su conservación, y se les trasladó el lamentable estado de ruina estructural, funcional y económica que presenta dicho conjunto, que actualmente ocupa toda la manzana.
Para el consistorio, está suficientemente demostrado, y en la reunión mantenida se refrendó, que la población de Calahorra no tiene ningún tipo de apego emocional ni especial aprecio por ese edificio, ni le ven ningún valor más allá de lo que expertos en la materia puedan determinar.
Insisten en que “la voluntad mayoritaria de los ciudadanos es la demolición del mismo cuanto antes para que comience la transformación de esa zona de la ciudad y pase a ser un nuevo espacio abierto que modernice el entorno y aporte nuevos y necesarios servicios para la ciudadanía”.
El Ayuntamiento de Calahorra defiente el derribo del edificio
Por su parte, el Ayuntamiento de Calahorra trasladó a los representantes de vecinos y comerciantes de la zona, su firme voluntad de seguir adelante con la tramitación del derribo del edificio. Y ante todo, que se defenderá donde sea necesario la legitimidad del propio Ayuntamiento para decidir “cómo y de qué manera” se define y desarrolla el futuro urbanístico de la ciudad.
Desde los servicios urbanísticos y jurídicos de este Ayuntamiento no se va a tolerar que nadie de forma ilegítima se arrogue competencias que le son impropias, ni que utilizando las instituciones pretendan decidir por encima de lo que ya ha decidido el Ayuntamiento de Calahorra y la ciudadanía, que no es otra cosa que la demolición de todas aquellas partes del cuartel que el propio Ayuntamiento decida y la transformación de esa manzana en un espacio abierto, con servicios y aparcamientos subterráneos que revitalice modernice y dignifique el centro de Calahorra.
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