Rodillo ante el colista
No hubo historia. Sí, la que marcó el BM Logroño. No tuvo piedad del colista Frigoríficos Morrazo y evidenció que la derrota sufrida en la primera vuelta fue producto del bache deportivo en el que se instaló el cuadro riojano durante las jornadas iniciales. En pleno mes de febrero, no hubo sorpresas. Todo fue según lo previsto porque los pupilos de Jota González se muestran regulares y sólidos en defensa. De ahí, parte todo. La portería ayuda, que se lo digan a Krupa, pletórico llegando casi al 50%. Velocidad y goles al contragolpe, hasta doce más las numerosas acciones rápidas que casi se pueden contabilizar como tales. El 35-18 demuestra que las diferencias entre un equipo que quiere optar a los puestos europeos y otro que pelea por evitar el descenso son abismales. Concentración, recursos colectivos y calidad individual. Dos puntos que mantienen a los franjivinos expectantes y a 2 puntos de la cuarta plaza. Donde de verdad se puede intuir, o no, cuál es el techo es en Cuenca, próximo rival.
Hay poco inventado. Si el BM Logroño defiende, es intenso, roba balones y puede correr para marcar goles al contragolpe todo es más fácil. Poco tiempo necesitó Ángel Fernández para comprobar si su rodilla respondía. Cuatro de los cinco primeros tantos de su equipo llevaban su sello. Todo en orden. Sobre todo porque la defensa local funcionaba y Frigoríficos Morrazo sufría para encontrar la fluidez que impidiera llegar a Krupa con suficiencia. Además, las tres primeras intervenciones del meta checo, incluido un siete metros, fueron positivas.
Así, tras dos transiciones seguidas, Magi Sierra se veía obligado a utilizar una cartulina verde antes de los diez minutos con el 5-1 en contra. Maniobra que sirvió para cambiar la dinámica de los visitantes, que reemplazaron la defensa 6-0 para optar por colocar a Vujovic de adelantado. Aspecto positivo, por cuanto, en posicional, el equipo franjivino se atascó. De hecho, si siguió sumando fue porque continuaba robando y fajándose en labores de contención.
Al menos, Frigoríficos Morrazo halló la forma de superar a Krupa. Intercambio de goles que no incomodaron a los riojanos que fueron ajustando para solucionar sus problemas en la circulación. El 10-5 daba tranquilidad y Jota iba incorporando piezas. La monotonía se quebró con el codazo en la cara de Cancio sobre Del Arco que provocó la roja del primero.
Ocasión que aprovechó Krupa para gustarse y marcar un gol desde su portería. Un tanto que parecía despegar a los anfitriones. Sin embargo, Frigoríficos Morrazo no le iba a perder la cara gracias a Potic, el acierto desde los 7 metros de Menduiña y dos acciones de Iglesias. Pese a ello, el BM Logroño estaba decidido. El 12-8 no le incomodó y Montoro, que relevó a un errático Garciandia, lideró un parcial de 3-0. Primero se inventó un recurso para hacer bueno el pase de Del Arco y sorprender a todos. Además, robó y tiró de fuerza para marcar a la contra. Muñoz ayudaba, entre medias, después de otra transición ofensiva.
ESTIRÓN DEFINITIVO
En el intermedio el 16-10 indicaba, a las claras, lo que estaba sucediendo, la superioridad del BM Logroño, que no tuvo fortuna para irse al descanso con una renta mayor cuando Ángel Fernández se topó con los dos postes en el último lanzamiento de una sosegada primera mitad. Por si había dudas, Ángel Fernández dejaba los dos puntos en el Palacio con cuatro goles en poco más de cinco minutos para el 20-11. Demasiado para el colista. Aunque porfió y no bajó los brazos. Lo constató con un parcial de 3-0 en el que sumó hasta el portero Moyano cuando los locales actuaron sin meta tras la exclusión de Garabaya. Aginagalde, por si acaso, frenaba la reacción parada un penalti al hasta ese momento infalible Mendiuña.
Vuelta a la normalidad en el Palacio. Más robos y velocidad para marcar en situaciones favorables. Ángel Fernández hacía el último servicio de la tarde marcando su gol número 11 y ampliando la diferencias hasta los nueve tantos, 24-15, -luego serían diez con el tanto de Chiuffa- dejando un cuarto de hora para Cadarso tanto en el adelantado como en el extremo.
Jota lo vio cristalino, un siete fijo, en aras del crecimiento individual de los jugadores. Castro necesita coger ritmo, Paredes reencontrarse con el que estaba en Santander -se le espera con ganas-, Kusan adquirir más automatismos defensivos, Chiuffa para demostrar que tiene gol, Cadarso que puede ayudar, y mucho, Montoro que tiene ramalazos de calidad e incluso Garciandia –actuó en los instantes finales- para ganar confianza en el tiro. Resultó bien porque Frigoríficos Morrazo claudicó. El parcial en los últimos 14 minutos es contundente: 9-2. Si el triunfo era evidente, la diferencia fue sideral; 35-18. Triunfo aplastante y con la mente puesta en el importante choque ante Cuenca.
FICHA TÉCNICA
BM Logroño: Krupa (p) (1), Muñoz (3), Garciandia (1), Kukic (3), Garabaya (1), Del Arco (2) y Ángel Fernández (11), siete inicial, Kusan (4), Montoro (3), Castro (1), Paredes, Chiuffa (3), Aginagalde (p) y Cadarso (2).
Frigoríficos Morrazo: Moyano (p) (1), Jesús Soliño (2), Potic (1), Muratovic, Chapela (2), Cerqueira (3) y Vujovic, siete inicial, Gavidia (1), Cancio, Rial, Menduiña (3p), David Soliño, Iglesias (3), Castro (2) y Salazar (p).
Parciales cada 5 minutos: 2-0, 5-1, 7-4, 10-6, 12-8, 16-10 (descanso); 19-11, 21-14, 25-15, 27-16, 31-17 y 35-18 (final).
Árbitros: Andrés Peñaranda Ortega y José Antonio Yagüe Moros. Mostraron cartulina roja al visitante Cancio (min. 20). Excluyeron a los locales Paredes (min. 24), Garabaya (min. 35) y Kusan (min. 51) y al banquillo visitante (min. 30).
Incidencias: 1.500 espectadores en el Palacio de los Deportes de Logroño.
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