Suspenso en sanidad
El número de personas sin seguro médico en Estados Unidos ha aumentado de 45,7 a 46,3 millones de 2007 a 2008. También el pasado año, año la tasa de pobreza alcanzó su nivel más alto desde 1997, 39,8 millones de personas, según los datos divulgados hoy por la Oficina del Censo.
La media de los ingresos familiares se redujo un 3,6 por ciento entre 2007 y 2008, de 52.163 dólares a 50.303, siendo ésta la primera vez que se produce un descenso en los últimos tres años, coincidiendo además con la recesión económica que comenzó en diciembre de 2007.
La reducción interanual más significativa en los ingresos anuales de los hogares se ha dado en aquellos formados por personas hispanas, seguidos, por orden, por los de personas asiáticas, negras y blancas no hispanas. Mientras, la tasa de pobreza se incrementó sobre todo entre los hispanos, seguidos por los asiáticos, los blancos no hispanos y los negros.
Además, los ingresos medios de las mujeres descendieron casi el doble que los de los hombres, que ya cobraban un 77 por ciento más que ellas. En cuanto a la distribución de la pobreza por edades, los menores de 18 años fueron los más perjudicados, ya que este sector de la población registró una tasa de pobreza del 19 por ciento.
El umbral de pobreza para una familia de cuatro miembros se situaba en 2008 en los 22,025 dólares anuales, en 17.163 para una de tres, 14.051 para una de dos y 10.991 para los hogares unipersonales, según la Oficina de Administración y Presupuesto.
El año pasado había en Estados Unidos 46,3 millones de personas sin seguro médico, 600.000 más que en 2007, en un país con más de 304 millones de habitantes. De los 255,1 millones de personas que contaban con seguro médico en 2008, 201 millones tenían uno privado, 87,4 tenían uno del Gobierno y 177,4 tenían uno por su empleo.
En este aspecto se repiten las tendencias observadas en lo referente a las diferencias por razas y nacionalidad. Así, los hispanos y los negros eran los sectores en los que menos personas disfrutaban de un seguro médico, con un 30,7 y un 19,1 por ciento, respectivamente, y entre los residentes en Estados Unidos que no eran ciudadanos de este país, el porcentaje de personas sin seguro era del 44,7.
Estas cifras reflejan el impacto de la crisis económica y financiera en la población estadounidense, y podrían ayudar al presidente, Barack Obama, a convencer de la necesidad de reformar el sistema sanitario nacional para que las familias con menos recursos tengan cobertura.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, se mostró hoy optimista respecto a la posibilidad de que el proyecto de ley salga adelante en el Congreso y Obama lo pueda firmar este mismo año. “Aprobaremos una reforma del seguro médico que funcionará para el pueblo americano”, aseguró.
El presidente afirmó que su objetivo es aumentar en 30 millones el número de personas con seguro médico, una cifra que, según un responsable de la Casa Blanca, no incluye a los inmigrantes en situación irregular ni a una pequeña cantidad de personas que rechazarían el seguro.
Obama dijo en el Congreso que su reforma permitirá reducir los costes, mejorar la atención médica y regular a las aseguradoras, ayudando a proteger a los consumidores al tiempo que se amplía la cobertura médica. Además, hizo hincapié en que su aplicación, que costará 900.000 millones de dólares a lo largo de diez años, no aumentará el déficit presupuestario.
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