Un total de 157 delitos fueron cometidos por menores en 2007 en La Rioja
El debate sobre la violencia entre los jóvenes está en la calle. Mucho antes si cabe de que un joven de 20 años asesinara violentamente a su ex novia en un ataque de ira en Sevilla. El caso Marta del Castillo ha vuelto a poner de manifiesto las conductas agresivas de muchos jóvenes con sus amigos, compañeros de clase e incluso con sus padres.
Cada vez son más numerosos los delitos e infracciones cometidos por menores. En menos de diez años en nuestra comunidad el número de infracciones se ha disparado. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) y su estadística de menores en 1998 en La Rioja se cometieron 4 infracciones mientras que en 2007 la cifra superaba las 170.
Los últimos datos que contabiliza el INE pertenecen al año 2007. Entonces se cometieron en La Rioja 171 infracciones y 156 delitos por menores. La mayoría de delitos fueron contra el patrimonio, robo fundamentalmente, hasta un número de 105 pero en la estadística aparece un delito de homicidio cometido por un menor de 15 años. Otros 3 delitos fueron contra la libertad sexual.
¿Qué ocurre con los jóvenes? ¿Por qué son tan violentos? Rioja2.com ha contado con la opinión de una especialista en psicología juvenil e infantil para dar respuesta a estas cuestiones.
Se trata de María Jesús Álava, psicóloga clínica y responsable de un gabinete psicológico en Madrid. Esta especialista estará presente en las IV Jornadas de Psicología en La Rioja que en esta edición están dedicadas a la psicología infanto-juvenil. Esta profesional, especialista en adolescentes y que actualmente realiza colaboraciones en programas de televisión y radio (“Saber Vivir” de TVE1 y “Hoy no es un día cualquiera” de RNE“) ofrecerá en su conferencia inaugural una visión sobre los recursos psicológicos para tener éxito en la educación de los chicos de hoy. La violencia entre los jóvenes es una cuestión candente en la sociedad española y que se ha puesto de manifiesto, más si cabe, en las últimas semanas con el caso Marta del Castillo, en el que un joven de 20 años asesinaba a su ex-novia en una ataque de ira.
¿Qué va a explicar en la conferencia que hoy dará en Logroño?
Pues hablaré de las dificultades que se encuentran las familias. Cada vez los chavales son más problemáticos, tienen menos límites, los padres están más desbordados, hay menos relación entre los padres y los profesores y los psicólogos nos encontramos ante una realidad que no hemos vivido antes. Los chicos que antes venían a la consulta hace diez años no tienen nada que ver con los chicos de hoy. Antes venían adolescentes y ahora vienen padres con niños de 2 o 3 años.
¿Cuál es la diferencia entre el chaval de hace 10 años y el chaval de hoy en día?
El chico de ahora tiene problemas fundamentalmente de comportamiento. Anteriormente nos visitaban chavales con dificultades de aprendizaje. Hemos hecho un estudio de 1.500 casos con los que hemos trabajado y el 75% de los casos son problemas de comportamiento: no tienen interiorizados los límites, se vuelven tiranos y los padres no saben qué hacer.
¿Por qué son tan violentos?
La situación ha cambiado mucho. Hoy los chicos lo tienen más difícil: tienen menos hermanos y no pueden ir creciendo y madurando ayudándose los unos con los otros como antes. Incluso tiene menos posibilidades de jugar con sus propios compañeros debido a los horarios de los padres, las actividades extraescolares...La presión del medio es muy fuerte y buscan líderes que llegan desde diversos medios: la televisión, los dibujos animados, los videojuegos... todo ello con un alto contenido de violencia. Luego hay otro factor importante y es que los padres están cada vez menos con sus hijos y eso se nota. Si los chicos no tienen pautas o referencias las buscan mediante una conducta muy provocadora.
¿Cómo se puede evitar la violencia en los jóvenes?
Los padres tienen que ser conscientes de que hay que actuar y que tienen muchos medios en contra que hay que controlar: los programas de televisión, los videojuegos, los amigos... y también saber qué exigir a los chicos de acuerdo a su edad y a su madurez. Los padres lo tienen que tener muy claro: o son capaces de ejercer como tales y dejan de cometer errores tan tremendos como sobreproteger a los hijos y ser capaces de ponerles una serie de pautas y normas que todo niño necesita para favorecer su crecimiento o seguiremos con lo que está sucediendo ahora. Los padres deben de retomar el protagonismo en la educación de sus hijos y mantener una colaboración estrecha con los profesores. La agresividad de los menores no sólo es contra sus padres sino también contra otros compañeros. La violencia escolar era impensable en número hace ocho o diez años. Ahora el líder es el “malote” y no el buen compañero, el más sociable o simpático.
¿El caso de Marta del Castillo es una consecuencia de la falta de normas en los jóvenes?
Hay que estar atentos a los síntomas. Este chaval tenía un medio familiar con bastante desarraigo, con un fracaso escolar y con algunos rasgos de su conducta que nos estaban indicando que algo así podía suceder: celos exagerados, sentimiento de posesión, ese ascedente sobre los compañeros que son capaces de seguirlo hasta cualquier sitio más allá de que pueda estar bien o mal... Si estamos atentos, estas cosas no pueden saltarnos de repente porque ya existían cosas que nos estaban avisando. Nosotros les decimos a los padres ¿sabéis dónde están vuestros hijos, qué están haciendo ahora?. A una niña de 17 años le puede fascinar un chaval que tiene una situación difícil y que por otra parte se comporta como un líder. Sorprende que algunos vecinos digan que era un buen chico, pero un buen chico no es aquel que en un determinado momento es capaz de matar.
¿Qué opina de la presencia de menores en programas de televisión de corte sensacionalista como hemos visto en el caso Marta del Castillo?
Hay que tener mucho cuidado con la actuación de los medios de comunicación. Los medios ante este tipo de situaciones siempre tienen que ser disuasorios y no justo lo contrario. No podemos elevar a la categoría de estrella a los menores que están alrededor del suceso y que pueden estar encantados del protagonismo que toman a partir de este caso. Desgraciadamente va a haber más casos como el de Marta y algunos de ellos por auténtica imitación. Que llevemos a menores a medios de comunicación y seguramente pagando a sus padres, eso es una auténtica aberración.
¿Cómo pueden afectar las redes sociales como Tuenti o Facebook en el desarrollo de los menores?
Hay que tener mucho cuidado en el control. En esto como en todo siempre va a haber gente maja y gente que no lo sea y que utiliza esta plataforma para establecer contactos. Poco o nulo control que se tiene por parte de los padres, ignoran qué chicos o chicas son amigos de sus hijos, qué hacen o lo que les está ocurriendo. El problema fundamental es que cada vez más gente joven se expone a situaciones peligrosas para los que no están suficientemente preparados. Este medio, Internet, juega con una impunidad añadida ante la falta de supervisión que existe por parte de los padres. No nos engañemos: a estas edades los iguales, los amigos tienen mucha más fuerza que la propia familia y este es un gran reto.
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