Villa vuelve a salvar a España
Una vez más, el delantero asturiano, David Villa, rescató a España y dio los tres puntos a la Roja. Después de mucho tiempo, la selección tuvo que remar contracorriente tras verse sorprendida por el tempranero gol de Sonck, susto al que posteriormente se sumaba la lesión de Fernando Torres. La salida de Cesc y la sobresaliente actuación de Iniesta abrieron el camino hacia una remontada que vale tres puntos.
Villa consiguió el gol del triunfo en el minuto 88, rematando en un acto de fe un centro al segundo palo de Dani Güiza, que había saltado al terreno de juego escasos momentos antes. El ariete del Valencia entró con fuerza y remató de cabeza, picado, cruzado y lejos del alcance del portero para sellar la cuarta victoria de la fase de grupos.
La noche prometía para España, que apenas escuchado el pitido inicial se hacía con el dominio del esférico y ponía a prueba los reflejos del meta belga con un chut lejano de Torres. Conocedores del peligro del rival, los locales decidieron ceder el cuero a España y cerrarse atrás para enmarañar el juego de los de Del Bosque.
Pero el regalo guardaba una sorpresa para el combinado nacional. Al primer despite de los defensores españoles, Bélgica aprovechó para propinar un duro mazazo. Corría el minuto 7 cuando Kompany recibía libre de marca a la salida de un córner y sacaba un centro medido al segundo palo para que Sonck batiera de cabeza y por alto a Casillas.
FIN A LA IMBATIBILIDAD DE CASILLAS
De un plumazo, el goleador belga acabó con el récord de imbatibilidad del arquero madridista y colocaba a España por detrás en el marcador, algo que no ocurría desde el partido de la fase de grupos de la Eurocopa ante Grecia. Sin digerir aún el golpe, la campeona de Europa recibió como un jarro de agua fría la lesión de Fernando Torres.
El delantero del Liverpool, héroe del último encuentro entre ambas selecciones con dos goles que dieron la victoria a una España necesitada de puntos, se retiraba del terreno de juego aquejado de problemas en la parte posterior del muslo dercho. En su lugar entró Cesc Fábregas, recuperando la disposición habitual utilizada durante la Eurocopa.
Al contrario de lo esperado, gracias a la entrada del cerebro del Arsenal, España comenzó a recuperar el pulso. Bélgica continuaba agazapada a la espera de contraataques que mantuvieran en vilo la defensa española, pero la Roja empezaba a rearmar su juego y a jugar en las cercanías de la portería belga.
INIESTA ABRIÓ EL CAMINO Y VILLA REMATÓ LA JUGADA
Precisamente, de las botas de Cesc nació el gol de la igualada. Fábregas aprovechó un fallo garrafal de la defensa para robar un pase en la frontal del área y cedió a Iniesta sobre la carrera. El pequeño genio azulgrana amagó sobre la salida de Stijnen, recortó hasta línea de fondo y definió a puerta vacía, restableciendo la igualada y dando nuevos bríos a España.
Con el empate, la Roja se fue hacia arriba en busca de la remontada. El centro del campo empezó a surtir de balones a David Villa, que establecía una enconada lucha con los defensores belgas y a punto estaba de sorprender a Stijnen con una vaselina desde la frontal que se marchaba fuera por poco.
En la reanudación, Bélgica se contagió de la locura y dio a luz a una fase de ida y vuelta de la que ambos conjuntos salieron empatados a los golpes. La mejor ocasión, sin embargo, perteneció a Vanden Borre, que tras una combinación en banda derecha llegó a superar a Casillas, pero la providencial aparición de Carles Puyol sobre la línea de gol evitó el mal mayor.
El susto llevó a España a bajar el ritmo del encuentro. Los de Del Bosque calmaron las aguas a base de interminables combinaciones al primer toque en la zona de tres cuartos en busca de la acción que decantara el partido.
Hubo que esperar hasta el minuto 88 para que el tanto de Villa desatara el éxtasis entre las filas españolas, un gol que cobra mayor importancia con el pinchazo de Turquía en Estonia y eleva la racha de partidos invicta de la campeona de Europa a 27 partidos.
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