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Madrid Central, memoria histórica o escuelas infantiles: los proyectos de Carmena amenazados por Almeida

Manuela Carmena y José Luis Martínez-Almeida en la misa de la Almudena en Madrid.

Fátima Caballero

El Partido Popular puede recuperar la Alcaldía de Madrid tras un valle de cuatro años de Gobierno de Manuela Carmena. José Luis Martínez-Almeida se alzó en la noche electoral como el gran triunfador de la jornada pese a que pierde seis concejales y más de 170.000 votos respecto a 2015 –cuando perdió la mayoría absoluta– y depende de otros para gobernar. El PP dejó de ser la primera fuerza en el Ayuntamiento de la capital tras 28 años, pero los resultados de las otras dos derechas (Ciudadanos y Vox) dan los números para un gobierno de Almeida en Madrid. Y el PP da por hecho que su candidato será alcalde.

Almeida ha manifestado sus preferencias para formar un gobierno de coalición con la concejala de Ciudadanos, Begoña Villacís, y con el apoyo externo de Vox, cuya candidatura encabezó Javier Ortega Smith. El partido de extrema derecha, no obstante, ya ha anunciado que su intención es cambiar por completo la estrategia de Andalucía y ha pedido entrar en los gobiernos que dependan de sus votos. Quieren un peso proporcional en los gobiernos al porcentaje de votos obtenido, un 8% en el caso de la capital.

Madrid Central y soterramiento de la A-5

Si Almeida logra sus propósitos y acaba siendo investido regidor el próximo 15 de junio, el candidato del PP ya ha anunciado cuál será su primera decisión como alcalde: acabar con Madrid Central, la medida estrella del mandato de Manuela Carmena en materia de movilidad y medioambiente que restringe el tráfico de paso en todo el distrito centro de la ciudad. La propuesta del PP pasa por ampliar la red de Áreas de Prioridad Residencial (APR) que ya iniciaron los anteriores regidores Alberto Ruiz Gallardón y Ana Botella, pero que en ningún caso afecte por completo a todo el distrito. Abrir el tráfico de calles como Gran Vía o San Bernardo era la propuesta puesta encima de la mesa.

Almeida contaría para acabar con Madrid Central con el beneplácito de Vox: su candidato llevaba la reversión de la medida en el programa electoral y la mencionó como prioridad en la noche del domingo, tras conocerse los resultados. Pero no está tan claro que sea el deseo de Villacís terminar con una iniciativa que funciona en las grandes capitales europeas y que ha librado a España de una multa millonaria de Bruselas por sus altos niveles de polución. La candidata de Ciudadanos ha abogado durante la campaña por “mejorarla”.

Otra de las medidas anunciadas y que Almeida quiere iniciar desde el primer día que ocupe el despacho en Cibeles pasa por ampliar la red de túneles de Madrid con la construcción de uno en la A-5. Almeida acabaría con el proyecto de Ahora Madrid que ha instalado semáforos en la autovía del suroeste. La intención de Carmena de haber revalidado el mandato era ampliar aceras y poner pasos de peatones.

El proyecto de Almeida es muy distinto y pasa por soterrar la autovía con una inversión de 183 millones para el túnel de seis carriles (tres por dirección), a pesar de que el exalcalde del PP Ruiz Gallardón presupuestó para ese mismo proyecto 585 millones de euros. En el imaginario colectivo queda el soterramiento de la M-30 por parte de Gallardón que se presupuestó por 1.400 millones pero que cuyos sobrecostes alcanzaron los 2.000 millones de euros.

En materia de urbanismo, otra de las medidas iniciadas por el Gobierno de Carmena consistió en la implantación de varios carriles bici. Quedaba mucho por hacer, pero ya había comenzado la implantación de varios tramos que el PP ya había dicho que revertiría. Entre ellos, el carril ciclista de Santa Engracia o el de los bulevares.

Recuperar la unidad de antidisturbios de la Policía

Otra de las medidas que Almeida prometió en campaña fue la de recuperar las Unidades Centrales de Seguridad (UCS) de la Policía Municipal, los antidisturbios. El candidato del PP establecerá su sede en una zona del antiguo mercado de Legazpi, según manifestó. “Se acabó el compadreo con la okupación, la venta ilegal, las conductas antisociales. Vamos a otorgar a la Policía Municipal el papel que le corresponde”, dijo Almeida.

El equipo de Carmena suprimió las UCS (Unidades Centrales de Seguridad) de la Policía de Madrid, sus antidisturbios. El anterior gobierno veía innecesaria la existencia de antidisturbios en una policía local dadas sus competencias y con la mayor plantilla de la Policía Nacional de esa especialidad destinada en Madrid. Con el destino de sus miembros, otras plantillas más necesitadas de agentes ganaron un centenar de efectivos, según defendió el Ayuntamiento.

La decisión fue uno de los primeros incendios en el seno de la Policía Municipal en la época de Carmena. Los agentes destinados a esas unidades dejaron de cobrar un plus. Esta unidad antidisturbios se dedicará a “detectar” y “erradicar” casos de okupación ilegal, según prometió Almeida.

Gestión escuelas infantiles y colegios concertados

El Gobierno de Ahora Madrid rechazó durante el mandato ceder suelo público a la Comunidad de Madrid para construir colegios concertados. La última vez el pasado mes de febrero, cuando se negó a entregar dos terrenos en los barrios de Valdebebas y el Ensanche de Vallecas. El Consistorio argumentó entonces al Ejecutivo regional del PP que el criterio era dedicar esas parcelas “exclusivamente” para la construcción de equipamientos educativos públicos.

Almeida ya prometió durante la campaña que facilitaría a la Comunidad de Madrid solares municipales para la construcción de colegios concertados, una medida con la que comulgan tanto Ciudadanos y Vox. Pero además, el candidato del PP ha abogado por devolver el control de las escuelas infantiles a la Comunidad de Madrid, una gestión que el Gobierno de Carmena rescató al inicio del mandato en 2016.

Durante la pasada legislatura, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid llegaron a un acuerdo para que las escuelas infantiles de la capital dejasen de depender del gobierno regional. La principal consecuencia fue que el Consistorio elaboraba su propio pliego de condiciones para la licitación de los centros de gestión indirecta.

El equipo de gobierno de Carmena rompía así de forma definitiva con la herencia de la gestión que cocinó Esperanza Aguirre en 2008 y que fue agravando. Su modelo se basaba en una gestión indirecta a través de concesionarias que equiparaba en los concursos el criterio económico –más puntos para la empresa que ofertara el servicio por menos presupuesto– con el pedagógico.

Este planteamiento impidió que las cooperativas de profesores ganasen los concursos y propició la entrada de grandes empresas especializadas en limpieza o filiales de la constructora ACS, propiedad Florentino Pérez. Los precios de las escuelas infantiles subieron y también aumentaron los ratios de alumnos por clase.

Acabar con el plan contra los pisos turísticos

Si el acuerdo entre PP y Ciudadanos se materializa, con toda seguridad el nuevo gobierno acabará con el plan especial para la regulación de uso terciario. Es decir, la normativa con la que el Gobierno de Carmena quería acabar con la proliferación de los pisos turísticos. Con la medida, la corporación local quería cerrar el 95% de estos hospedajes dentro de la almendra central de Madrid, al considerar que era uno de los motivos que propiciaron la subida del alquiler.

Tanto PP como Ciudadanos votaron en contra de este plan en el Pleno municipal. El Partido Popular siempre ha defendido que no era competencia del Gobierno municipal y se remitía a la normativa que ha aprobado recientemente el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid.

Impuestos, multas y Operación Chamartín

Almeida prometió en campaña bajar los impuestos en la capital y eso pasa por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que el candidato del PP prometió que rebajaría al mínimo legal  (0,4%). El concejal también ha propuesto en campaña una rebaja de las multas de tráfico a la mitad, recompensando a los menos infractores.

José Luis Martínez-Almeida también podría terminar con el cambio de nombre de las 52 calles franquistas, según ha prometido. Una medida que se hizo efectiva durante el mandato, pero que el PP siempre criticó a pesar de que el Gobierno municipal cumplía con la ley de Memoria Histórica de 2007 que hasta ahora se había incumplido en la capital.

Lo que no peligra es la Operación Chamartín. La Comunidad de Madrid entregó el informe medioambiental al Gobierno municipal en plena campaña electoral dejando sin margen a Carmena para aprobar el desarrollo urbanístico en un Pleno extraordinario. No obstante, el propio presidente madrileño en funciones, Pedro Rollán, pidió que no se modificara nada del proyecto para que se aprobase tras las elecciones.

Almeida aprobará previsiblemente el desarrollo urbanístico de Carmena en el primer pleno municipal del nuevo mandato. Así lo ha defendido el propio candidato del PP que ha manifestado que “lo lógico” es que se dé el visto bueno en el Pleno municipal “cuanto antes”. Sería su primera medida como alcalde ya que realmente está todo listo para ello y cuenta con apoyos suficientes. Faltará ver qué hace el PSOE, porque, puede aprobarse por unanimidad.

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