El animalista, feminista y antitaurino mensaje de Amaral por San Antón

Tomando el relevo de pregoneras como Elvira Lindo y Ruth Toledano, Eva Amaral y su compañero Juan Aguirre, componentes del grupo Amaral, han afrontado el reto de dar el Pregón de San Antón con un mensaje animalista y antitaurino, en el que también ha habido referencias a la extrema derecha y al feminismo.

Rodeados de muchas madrileñas y madrileños y acompañados en el escenario por la alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena; el Concejal de Distrito Centro y delegado de Economía y Hacienda, Jorge García Castaño; el Padre Ángel, responsable de la Iglesia de San Antón; y representantes de las entidades SEO/Bird Life y GREFA, han recordado a los presentes que durante sus primeros años en la ciudad fueron vecinos de Chueca, barrio por el que continúan teniendo mucho cariño.

“Un gato es un gato y un hombre es un bicho.”, arrancaba el pregón de Amaral, para quien ningún lugar refleja mejor ese dicho gallego que Madrid, “donde habitan gatos, gatas y bichos de todas las especies llegados de un sinfín de lugares”.

También ha recordado la historia de su vecino Valentín, que de taurino convencido tornó su pensamiento cuando llegó a la familia una nueva mascota, un gato que le hizo ser consciente del sufrimiento animal de la tauromaquia. Desde el escenario, Eva ha pedido a San Antón que “abra los ojos de los que contemplan desde el tendido para que además de mirar, vean”.

En su discurso tampoco ha faltado una referencia a las mujeres, simbolizadas en las hembras de las numerosas aves que, cada vez más, sobrevuelan la ciudad atraídas por la renaturalización del Manzanares. “Quizás ya lo sepáis pero resulta que en las rapaces es habitual que la hembra de la especie sea más grande que el macho”, ha apuntado.

Emocionada, ha alzado la voz para responder a todos aquellos que atacan al feminismo: “Así que las señoras águilas imperiales y reales que anidan en Madrid siempre serán más fuertes que cualquier pájaro de los que viven en las banderas”, ha sentenciado.

Tras una gran ovación, ha continuado con el pregón, en el que también ha tenido hueco un señor que pasea a su perro por la placita del convento de La Encarnación y que se encarga de alimentar a los gorriones. Un pequeño San Antón que, con sus migas de pan, les ayuda a sobrevivir en este hostil espacio urbano.

Asimismo, ha pedido al patrón de los animales que proteja a la fauna de la ciudad y a todas aquellas personas que, con sus pequeños gestos cotidianos, les cuidan, rescatan, conviven, acogen y protegen. “Bendícelos a todos ellos y a los bichos que lo han hecho posible”.