Según datos de la Agencia Estatal Meteorológica (Aemet), el pasado mes de junio fue el más anómalamente cálido en todo España desde que hay registros, con una temperatura media que superó en 3,6 °C el promedio de los años anteriores. Además, según las últimas estadísticas presentadas por el Ministerio de Sanidad, desde el 16 de mayo se han contabilizado ya 1.180 muertes en todo el territorio español atribuibles directamente a las altas temperaturas.
En este contexto, Más Madrid llevará a la próxima sesión plenaria del Ayuntamiento una propuesta para instalar juegos de agua en plazas y espacios públicos de todos los barrios de la capital como medida frente al calor. La iniciativa se enmarca dentro del plan Refresca Madrid, presentado por el grupo municipal el pasado mes de mayo, con el que busca convertir el espacio público en un refugio climático, especialmente en los distritos más vulnerables. “Queremos transformar las plazas de Madrid. No queremos más cemento, sino lugares donde jugar, respirar y protegernos durante las olas de calor”, señala José Luis Nieto, concejal de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital.
Desde Más Madrid insisten en que el cambio climático no afecta por igual a toda la población. Las personas que viven en barrios con menos zonas verdes, peores condiciones de habitabilidad o menor acceso a servicios públicos sufren con mayor intensidad las consecuencias del calor extremo. En cambio, quienes cuentan con viviendas bien aisladas, aire acondicionado y movilidad privada pueden protegerse con mayor facilidad.
Madrid cuenta con alrededor de un millón y medio de viviendas, de las cuales el 70 % tienen más de 45 años o fueron construidas antes de 1980. Muchas de ellas presentan graves deficiencias de aislamiento, lo que convierte los hogares en auténticas trampas térmicas durante el verano. Esta realidad se cruza, además, con factores como la edad, la renta o la salud, haciendo que el impacto del calor sea aún más desigual.
Un análisis incluido en el plan Refresca Madrid identifica el sur y el este de la ciudad como las zonas más golpeadas por la vulnerabilidad climática, al coincidir en ellas el efecto isla de calor con indicadores de pobreza energética y riesgo sociosanitario. Sin embargo, estas zonas cuentan con menor dotación de zonas verdes o de espacios públicos preparados para aliviar el calor.
A esto se suma la falta de recursos públicos para refrescarse. Madrid solo dispone de 25 piscinas municipales, aunque desde el inicio de la temporada solo han estado operativas 24, puesto que la piscina de Peñuelas, que da servicio a los distritos de Centro y Arganzuela, no abrirá hasta este fin de semana. Esto supone un total de 25 piscinas de verano para 3,27 millones de personas, es decir, una piscina por cada 131.000 personas.
Por otro lado, hay distritos en los que no existen suficientes zonas verdes que supongan un verdadero alivio para los vecinos. Tetuán, por ejemplo, apenas tiene 20 espacios verdes con una superficie de apenas 300.000m2, frente a las 169 áreas de Hortaleza con 6,5 millones de metros cuadrados de zonas verdes. Además, grandes parques como El Retiro y otros jardines históricos se cierran automáticamente cuando se activan alertas por altas temperaturas, dejando sin sombra a buena parte de la ciudadanía en los días más críticos.
Frente a ello, Más Madrid propone una solución “accesible, sostenible y de cercanía”: los juegos de agua. Estas instalaciones, que ya existen en otras ciudades europeas y en algunos puntos de la capital, permiten refrescarse en espacios públicos sin necesidad de grandes obras ni un gasto excesivo. Actualmente, la ciudad solo cuenta con dos: uno en Madrid Río y otro ornamental en la plaza de la Junta de Retiro.
Según la formación, los juegos de agua tienen ventajas claras: utilizan menos agua que una piscina, ya que la mayoría del agua se recoge, se filtra y se reutiliza, son accesibles para personas con movilidad reducida, fomentan la interacción intergeneracional y pueden instalarse en pequeñas plazas, generando vida urbana allí donde ahora solo hay tránsito o cemento.
El coste estimado de cada instalación es de unos 250.000 euros. Una cifra “muy inferior”, señalan, a la de otras actuaciones del actual equipo de Gobierno como los toldos del millón y medio en la Puerta del Sol o los 11 millones “despilfarrados para convertirla en la sartén más cara de la historia”. “Y con menos de la mitad del presupuesto destinado al nuevo puente de Ventas —que ningún vecino ha pedido y que no aporta ninguna solución real a la zona— se podrían haber llevado chorros de agua a todos los distritos”, critica Nieto.
La propuesta ya ha sido debatida en varios plenos de distrito, con resultados desiguales. Ha sido aprobada en nueve distritos (Arganzuela, Retiro, Salamanca, Fuencarral El pardo, Usera, Ciudad Lineal, Villaverde, Villa de Vallecas y San Blas) y rechazada en seis (Centro, Chamartín, Tetuán, Chamberí, Moncloa-Aravaca y Carabanchel), donde el Partido Popular ha votado en contra.
El próximo martes, 22 de julio, la iniciativa llegará al pleno de Cibeles, donde se debatirá la instalación de un área recreativa de juegos de agua con espacios de sombra vegetal en cada uno de los barrios de la ciudad. De aprobarse, estarán operativas a partir del verano de 2026 y se llevará a cabo un estudio previo de los lugares más adecuados para su ubicación, en coordinación con el tejido asociativo y vecinal de cada barrio.