Llegan a la Puerta del Sol los toldos del millón y medio de euros para dar su primera sombra artificial en 160 años
Desde este miércoles la Puerta del Sol tiene sombra de toldos por primera vez desde su creación. El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado la instalación de las telas junto a la estatua del Oso y el Madroño con previsión de que estén completamente colocaddas la semana que viene, avanzó la delegada de Obras durante una visita a los trabajos y bajo un calor de justicia.
Los nuevos toldos están situados en el arco norte de la plaza, sobre la hilera de bancos a los que van anclados. Son 32, están hechos de PVC microperforado, tienen color beige y permitirán a los viandantes un tránsito desde Alcalá hasta Arenal a salvo del sol directo, aunque las telas no son totalmente opacas.
“Esta plaza tiene más de 160 años y nunca ha contado con toldos, pero era una petición que se nos formulaba año tras año”, aseguró Paloma García Romero ante los nuevos parapetos, en referencia a las demandas ciudadanas después de una reciente reforma que no incluyó ningún elemento de sombra. Hasta se llegó a llamar a la plaza la Sartén de Sol con la llegada del verano, de forma irónica.
La delegada de Obras se justificaba explicando que ha sido una instalación “muy complicada” debido a que los anclajes debían soportar los fuertes vientos que a veces se originan en la plaza, por lo que incluso los bancos tuvieron que ser lastrados con acero para resistir estas tensiones que pueden ejercer la resistencia de las velas, lo que además motivó importantes retrasos en la llegada de los toldos. Un último requerimiento de la Comisión Local de Patrimonio sobre los enganches a los edificios ha causado que las sombras hayan llegado cuando el sol aprieta con fuerza en jornadas como la de este miércoles.
“La instalación tiene bastante dificultad técnica”, explicaba a Somos Madrid uno de los trabajadores que dirigía las colocaciones. “Son muchos cables, hay que seguir los planos al detalle y luego es necesario afinar las medidas y hacer los últimos ajustes con mucho cuidado”, detallaba. Su empresa, Carpas Zaragoza, está colocando cada vez más elementos de este tipo en diferentes lugares de la geografía española debido a los valores cada vez más elevados en las temperaturas.
Los toldos dejan pasar el agua y también el aire, gracias a sus pequeñas perforaciones. Este año funcionarán durante cuatro meses, ya que serán retirados en octubre, cuando baje el calor, para volver a ser instalados a lo largo de la primavera del año siguiente.
Las críticas al calor que acumulaba la plaza en verano hicieron que el alcalde planteara la colocación de estos toldos, que han pasado un largo proceso hasta ser autorizados, además de un incremento en el presupuesto. Las velas costaron 475.530 euros (impuestos incluidos) y fueron adjudicadas a la empresa Carpas Zaragoza. Pero el lastre de los bancos necesario para su instalación y sus anclajes se han cubierto con un segundo contrato de 996.171,73 euros, del que se han encargado las empresas Azvi y Licuas. La suma de ambos ronda los 1,5 millones de euros, que se añaden a lo ya gastado en el contrato de reforma de la plaza, en torno a 13 millones.
Críticas del PSOE, que muestra una alternativa “más barata”
Justo después de la visita de la delegada de Obras, la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, se ponía bajo la sombra de las dos velas instaladas ya en Sol para denunciar que -a su juicio- los toldos “son un ejemplo de mala praxis en materia de urbanismo del Gobierno municipal”.
“No es una solución ni buena, ni bonita, ni barata”, ha asegurado ante los medios porque solo dan sombra a una parte de la plaza, mientras mostraba una solución alternativa de creación de sombras efímeras como ha abordado Barcelona.
“Es mucho más bonito y más barato, 4 sombras cuestan 100.000 euros y no tiene anclajes”, aseguró Maroto mientras lamentaba que los enganches de los tensores hayan alterado el entorno y el paisaje urbano, en un lugar protegido por Patrimonio.
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