La Policía Municipal acabó este fin de semana con la arriesgada fiesta de la que disfrutaban decenas de personas en el sótano de un bar restaurante de la calle Desengaño, muy cercano a la Gran Vía: el lugar reunía el cóctel perfecto para la expansión del Covid-19: operaba fuera del horario permitido, sus clientes no llevaban mascarillas, estaban amontonados en la parte baja del local sin distancia social y consumían shishas en grupo.
El desalojo tuvo lugar el 11 de septiembre sobre las tres de la madrugada, cuando agentes de la Policía Local de la unidad Centro Norte acudieron a La Nueva Troje, en el número 14 de esta vía, ante las llamadas de vecinos alertando de la actividad ilegal. A su llegada al local, situado a pocos metros de su comisaría, se encontraron la persiana del local bajada pese a que la música sonaba en su interior. Cuando entraron comprobaron que había un fuerte olor a tabaco y hasta 37 personas en su planta baja, donde el aforo está reducido a 16.
Uno a uno (hasta 36), los clientes del local fueron denunciados por no llevar mascarilla -100 euros de multa- y no respetar las medidas sanitarias impuestas para impedir el contagio de coronavirus. Además, el propietario del negocio fue denunciado por incumplir tanto la normativa para contener la pandemia como por infringir la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (LEPAR).