Devolver al Prado la estatua de Daoíz y Velarde aprovechando las polémicas obras en la plaza del Dos de Mayo

La incertidumbre rodea el futuro de la plaza del Dos de Mayo. Después de la polémica suscitada por el concurso de diseños para reformar el espacio y la oposición vecinal por la idea ganadora, Madrid Ciudadanía y Patrimonio ha reclamado al Ayuntamiento de la capital la devolución de la escultura de Daoíz y Velarde al Museo del Prado para evitar su deterioro como elemento decorativo de la plaza.

La asociación se ha dirigido al Consistorio “preocupada por la conservación del patrimonio histórico y artístico” de la ciudad y ha solicitado formalmente que se inicien los trámites necesarios para que la escultura sea reemplazada por una réplica, aprovechando la anunciada remodelación del entorno donde actualmente se encuentra. El colectivo asegura que su permanencia a la intemperie durante décadas la ha expuesto a “un grave deterioro” por la erosión natural y las inclemencias meteorológicas, además de haber sufrido diversos actos vandálicos que han afectado tanto a su integridad física como a su dignidad estética.

Según explican desde Madrid Ciudadanía y Patrimonio, esta obra, creación de Antonio Solá en el siglo XIX, “posee un inmenso valor histórico, artístico y simbólico.” Representa a dos de los héroes del levantamiento del 2 de mayo de 1808, y, tal y como indican desde la asociación, “forma parte fundamental de la memoria colectiva de nuestra nación”. Su estancia a la intemperie ya le ha ocasionado una merma de sus cualidades artísticas originales, por lo que, desde la asociación valoran que conviene tomar medidas a ese respecto.

La conservación de esculturas de gran valor como esta exige unas condiciones ambientales estables, medidas de seguridad adecuadas y un entorno que favorezca su estudio y apreciación por parte de las generaciones presentes y futuras. Por estas razones, desde Madrid Ciudadanía y Patrimonio consideran que “el lugar más idóneo para garantizar su protección y conservación a largo plazo es su propietario real, el Museo del Prado”, una institución que reúne las capacidades técnicas, científicas y profesionales necesarias para preservar este tipo de bienes culturales en las mejores condiciones posibles. 

En consecuencia, la asociación ruega al Ayuntamiento de Madrid que “considere esta solicitud con la mayor atención”, y que, en coordinación con las autoridades competentes, facilite la restitución de esta escultura al Museo del Prado para asegurar su adecuada conservación y puesta en valor, y en la Plaza del Dos de Mayo sea reemplazada por una digna copia de la misma, para recordar el memorable evento que tuvo lugar en aquel lugar y que este grupo escultórico representa.

Vecinos contra la reforma de la plaza

Esta petición se suma a la trama que envuelve el futuro, todavía incierto, del Dos de Mayo. La polémica corrección del veredicto del concurso para elegir el nuevo diseño de la plaza del Dos de Mayo y la descalificación del, inicialmente, proyecto ganador, se suman a la oposición vecinal por la propuesta para su remodelación.

Los vecinos de Malasaña temen por el futuro de la mítica plaza del Dos de Mayo y su devenir tras los líos en el proceso administrativo para adjudicar la obra de reforma. El asunto ha llegado incluso a las urnas, donde la Asociación Vecinal Maravillas abrió el pasado 26 de abri una consulta popular para reflexionar sobre el asunto.

El Ayuntamiento de Madrid no ha tenido en cuenta hasta ahora la opinión vecinal para, por ejemplo, marcar las bases del concurso del COAM. Tampoco se ha reunido con vecindario y entidades afectadas por los cambios, para escuchar sus opiniones. Así que un grupo de residentes llegó, incluso, a lanzar una recogida de firmas contra el proyecto y también una cuenta de Instagram (amorxelbarrio) donde mostrar su malestar. El primer proyecto ganador ya generó diversas críticas, hasta que fue eliminado al recibir sendas alegaciones de otros participantes, entre ellos los que ahora se han hecho con la victoria.

El jurado acabó enmendando la decisión que había tomado tres meses antes, pero esto no resuelve la falta de participación vecinal que perciben en su entorno. “La remodelación que impulsa el consistorio de Almeida propone transformar la plaza en un solar plano, eliminando un foso central que juega un papel modélico como ágora, espacio lúdico y de socialización durante todo el año”, indicaban hace unas semanas los vecinos del barrio en un comunicado.

Entre las principales quejas vecinales se encuentran la eliminación del ágora y la supresión de zonas de juegos infantiles, que actualmente están claramente delimitadas. Además, los residentes de Malasaña temen que la plaza se convierta en un espacio diáfano para eventos de carácter privado, como ya viene siendo habitual en las prácticas del Ayuntamiento madrileño.