Naturaleza muerta en Espíritu Santo
A veces, la realidad cotidiana nos regala una estampa insólita cuando andamos por la calle. La que ilustra estas líneas fue tomada en una fría mañana de hace un par de semanas, cuando un camión frigorífico de reparto estacionó en la calle Espíritu Santo y quedó abierto en medio de la calle, mostrando el (escaso) género que le quedaba, después de lo que había podido ser una mañana ajetreada de reparto por los vendedores cárnicos madrileños.
La carne de ternera, colgando sin piel al descubierto, tomaba protagonismo efímero en una calle que durante el resto del día está tomada por visitantes que intentan, cámara réflex en mano, captar la última instantánea audaz del escaparate con cupcakes.
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