El solar de Grilo llama a salvar las plantas de su jardín en un adiós reivindicativo tras el desolojo municipal del espacio
Ayuntamiento y Comunidad prevén construir un centro de salud en el solar municipal donde desde hace una década un colectivo de vecinos han sostenido un huerto y creado un espacio de “construcción colectiva”
Cuando el pasado 7 de diciembre el Ayuntamiento de Madrid procedió a cambiar el candado de la verja de acceso al solar de Antonio Grilo, o Solar Maravillas, dando por recuperado este espacio municipal que durante una década fue autogestionado por la asociación vecinal que lo rescató del vertedero en el que la desidia de la administración había permitido que se convirtiera, sentenció tanto el proyecto como las plantas del huerto urbano y del jardín que había en su interior. Aún así, el consistorio consintió permitir la entrada en el solar durante una jornada a determinar para retirar de él todo lo que se quisiera. Ese día ha llegado y será el próximo viernes 8 de enero.
La asociación SPA (Solar Polivalente Autogestionado) Maravillas ha lanzado una convocatoria abierta a todos los vecinos que quieran llevarse un recuerdo del solar para que lo hagan pasándose entre las 9 y las 13 horas de la citada fecha por el número 8 de la calle de Antonio Grilo y para que, en especial, acudan a salvar todas las plantas que puedan de ese espacio. Las de mayor porte, hay incluso árboles, tendrán más difícil o imposible su traslado pero todo lo que ese día quede dentro del solar está condenado a morir.
Esta última llamada que se realiza desde lo que ha sido un espacio de encuentro vecinal muy importante en la vida de muchos de los habitantes del barrio de Universidad será la cara amable de una despedida obligada. El adiós menos amable lo firma el SPA Maravillas a través de un comunicado que ha hecho público y que pasamos a reproducir en su integridad, no sin antes destacar del mismo unas líneas que desean dejar claras: estos vecinos están a favor de la construcción en el solar de un centro médico que dé servicio a la zona, sin embargo lamentan que no se les haya permitido continuar en el espacio hasta que se iniciaran las obras de éste y que el Ayuntamiento no haya querido sentarse a dialogar ni ofrecer una reubicación al proyecto, dejando el barrio “sin dotaciones para la construcción vecinal y con nulas zonas verdes”.
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