En plena polémica sobre el cierre al tráfico de la Gran Vía a los vehículos particulares, una maleta sospechosa cerró ayer una parte de esa arteria capitalina pero de verdad: a los coches, a las personas y a todo el mundo. Lo que resultó ser una falsa alarma por bomba en un hotel del número 7 de la calle Mesonero Romanos provocó el desalojo preventivo del citado establecimiento y también de algunas grandes tiendas cercanas. La policía procedió a aplicar el protocolo de acto terrorista, pero poco después de las 17:30 horas todo volvió a la normalidad. Para el recuerdo quedan algunas imágenes de la Gran Vía como la que publicamos a continuación.