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Comercios Históricos de Madrid: catálogo fotográfico de un presente de incierto futuro

Confecciones Pajares (1873), calle Pelayo 35

Antonio Pérez

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Luis Pita, artista visual, dibujante, pintor, escritor, diseñador gráfico, fotógrafo y paseante urbano empedernido lleva realizadas más de 400 imágenes de comercios históricos, antiguos, interesantes y curiosos de Madrid, que reúne y muestra en una web perfectamente organizada por zonas: Sol-Ópera, Mayor-Latina, Rastro-Lavapiés, Malasaña-Chueca, Chamberí, Argüelles-Moncloa, Cuatro Caminos, Salamanca... 

Dice que “la fotografía es una herramienta de memoria” y como tal la utiliza en un proyecto que comenzó siendo artístico pero que pronto derivó en una crónica documental de las tiendas que van desapareciendo ante nuestros ojos sin que apenas les prestemos atención.

En Comercios Históricos de Madrid, Pita tiene catalogados muchos de los establecimientos madrileños centenarios y antiguos que siguen manteniendo su imagen exterior de origen y, en numerosas ocasiones, también su finalidad.

“Siempre me han gustado los edificios y las tiendas antiguas y en 2016 comencé a fotografiar estas últimas con una marcada unidad tanto en la tonalidad como en la presentación. Tomaba imágenes de ellas en días nublados para evitar rayos de sol, quería fotos sin brillos y neutras, lo que muchas veces me llevaba a tener que volver en varias ocasiones a los mismos comercios. Sucedió que al regresar a algunos me los encontré ya cerrados, lo que hizo que me diera cuenta de la velocidad a la que estaban desapareciendo las tiendas tradicionales. Ser consciente de eso hizo que me desviara de mi idea de realizar fotos artísticas y que me lanzara a realizar un trabajo más de reporterismo y de catálogo, dejando constancia de la existencia de cualquier comercio antiguo que encontrara en mi camino, me gustara o no, antes de que pudiera desaparecer”, comenta Pita.

“Estaban cerrando tiendas que uno pensaba que iban a existir toda la vida, algo que ha pasado siempre, pero a un ritmo vertiginoso, de forma más rápida de lo normal. Quisiera con mi trabajo homenajear a esas personas que, día a día, han contribuido con sus comercios a dar forma y carácter a las calles de Madrid y, al mismo tiempo, contribuir a que todos seamos conscientes de que muchos de esos negocios familiares, que han ido pasando en su mayoría de padres a hijos durante generaciones, se están yendo”.

Una cita del escritor austríaco Alfred Perlés, con la que se siente identificado Luis Pita y que tiene interiorizada, dice: “La misión del hombre en la Tierra es recordar”. “No sabemos muy bien qué hacemos aquí pero hay que recordar y aprender, o viceversa”, indica el autor, flaneur declarado y situacionista a lo Guy Débord, de los que sostienen que “aprendimos a cambiar el mundo caminando por nuestra ciudad” y creen que “los barrios hacen a las personas” y que “si cambias una calle cambias la vida de esa calle”.

Aunque en su web las fotografías de los comercios antiguos aparecen deliberadamente desnudas de referencias intelectuales, tanto el proyecto como el catálogo remiten al concepto de psicogeografía. “Yo quiero llegar a la gente que ha vivido esto y que recuerden la vida de esos negocios. Flaneur es también observar y hacer ver a la gente lo que está sucediendo”.

Un proyecto en busca de editor

Pita vive desde hace 40 años en el centro de Madrid. Ha tenido casa en Tetuán, Cuatro Caminos, en la Malasaña de los 80, en la Chueca noventera y yonki y ahora reside en Lavapiés. 

Afirma que ha ido cambiando de zona a medida que se iban gentrificando y transformando: “Es el signo de los barrios. A los degradados se van a vivir los artistas, detrás de ellos llegan los modernos, luego les siguen más modernos con dinero y finalmente, las inmobiliarias y los fondos de inversión”. 

Habla sin acritud de este proceso pero cree que es importante ser consciente del mismo. Todos esos cambios afectan de lleno al tejido comercial. 

Aunque el suyo es un proyecto vivo, con continuas revisiones, ampliaciones y actualizaciones del estado de los comercios que incluye, algo que posibilita el formato web, lo que le gustaría es que quede reflejado en un libro impreso de fotografías, al estilo de los que, por ejemplo, llevan haciendo desde hace 20 años James y Karla Murray en Nueva York (Store Front: the disappeiring face of New York). Quién sabe si algún día encontrará editor para hacerlo.

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