¿Es el DS7 Crossback tan ‘premium’ como el Audi Q5 o el Volvo XC60?
Para culminar su proceso de independencia de Citroën, la marca francesa DS ha iniciado su ambicioso reto de plantar cara a las marcas de coches premium con un modelo en formato SUV mediano, el DS 7 Crossback, que por tamaño debe medirse a titanes de la categoría como el Audi Q5 o el Volvo XC60. Con éstos lo comparamos en esta prueba que toma como punto de partida tres versiones con motor diésel de potencia cercana a los 200 caballos y en el acabado más básico de los disponibles.
Tenemos frente a frente, pues, al DS 7 BlueHDi de 177 caballos Be Chic, que cuesta 37.900 euros, al Q5 2.0 TDI en su variante de 190 CV, que se va hasta los 50.350 euros aunque incluye tracción a las cuatro ruedas, y al XC60 Momentum con motor D4 de 190 CV y cambio automático (como los otros dos modelos), que se queda en unos 47.500 euros, siempre según tarifas oficiales.
Tamaño
Con sus 4,57 metros, el modelo de DS es el más pequeño de los tres SUV en liza, porque tanto el Audi como el Volvo lo aventajan en 10 centímetros. Sin embargo, no les pierde la cara en tamaño interior ni, mucho menos, en capacidad de carga, donde los bate ampliamente gracias a sus 555 litros de maletero (y más de 1.750 con los asientos plegados), por 550-1.550 del Q5 y 505-1.432 del XC60.
Mecánica
Si hablamos de mecánica, los 177 caballos del vehículo francés resultan más que satisfactorios en cualquier circunstancia de tráfico, en buena parte por la mayor ligereza del conjunto, aunque los 190 CV del alemán y del sueco se imponen ligeramente en aceleración y demás prestaciones. El consumo medio es contenido y muy semejante en los tres casos, por lo que no es un factor digno de ser tenido en cuenta para escoger entre ellos.
Lo mismo puede decirse del cambio de velocidades automático, de ocho relaciones en el DS y el XC60 y de siete en el Audi, que en los tres modelos funciona con extraordinaria suavidad y sin que apenas se aprecien las transiciones entre marchas.
Interior
En vehículos de esta categoría y precio son especialmente valorados la sofisticación del interior y la posibilidad de personalizarlo. Aquí las bazas del DS son notables pues recurre a un arsenal de soluciones de un lujo muy netamente francés que puede ser del agrado de muchos usuarios, aunque esta es una cuestión siempre subjetiva y otras personas se sentirán más cómodas con la sobriedad aparente del Audi o el diseño minimalista del Volvo.
Tecnología
En cuestión de tecnología disponible, sería demasiado prolijo desgranar todos los sistemas de ayudas a la conducción que pueden embarcar los tres modelos. Por la novedad, destaquemos que el DS 7 estrena un dispositivo de visión nocturna que identifica personas y animales. También puede equipar una suspensión activa con una cámara incorporada en el frontal que lee las irregularidades a las que se acerca el vehículo para adaptar la respuesta de cada amortiguador.
Confort
En general, el DS busca y consigue el máximo confort posible, como es seña distintiva de la marca de la que procede, Citroën, y ha mimado especialmente la ausencia de ruidos y vibraciones en el habitáculo, capítulo en el que no desmerece en absoluto con respecto a sus dos competidores.
Precio
No es posible concluir sin hacer mención a lo que hay que pagar por cada uno de los modelos. El precio del DS 7 es, de lejos, el más atractivo, seguramente por una decisión empresarial que persigue la conquista de nuevos clientes abiertos a los argumentos de vehículos que quieren refutar la asociación tradicional de premium con alemán, por no citar marcas concretas. Para quien los 50.000 euros del Q5 resulten excesivos, recordemos que existe una versión 2.0 TDI de 163 caballos, más que suficientes, y también con tracción quattro, por casi 3.000 euros menos.
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