Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Grandland X Hybrid4: híbrido enchufable de 300 CV y abanderado de la nueva ‘Opel eléctrica’

el Opel Grandland X Hybrid4 es un híbrido enchufable de 300 caballos de potencia.

Pedro Urteaga

0

En plena cuenta atrás para su primer eléctrico puro, el Corsa-e, Opel acaba de poner en el mercado el Grandland X Hybrid4, un híbrido enchufable que marca ya el comienzo de su transformación gradual en una marca plenamente electrificada. En esta mutación se inscribe el plan según el cual todos los turismos de la compañía ofrecerán en 2024 una versión dotada de algún tipo de electrificación.

La avanzadilla de esta ofensiva tiene como protagonista al Grandland X Hybrid4, variante plug-in del conocido SUV compacto de la firma alemana que supone su primera incursión en la tecnología híbrida y que integra un sistema propulsor de 300 caballos. Esta potencia es el resultado del empuje conjunto de un motor de gasolina 1.6 turboalimentado y dos propulsores eléctricos, uno por cada eje del vehículo, esquema al que se agrega una batería de 13,2 kWh que permite recorrer en modo cero emisiones 59 kilómetros, en ciclo WLTP. Con esta autonomía eléctrica, el nuevo modelo cuenta con el distintivo Cero de la DGT.

En el mes de abril se pondrá a la venta una versión con tracción solo a las ruedas delanteras y un único motor eléctrico, denominada Hybrid a secas (sin el 4 final), que entregará 224 caballos y tendrá derecho a la misma etiqueta ambiental que el Hybrid4.

Por continuar con éste, presenta una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos y alcanza los 235 km/h, así como los 135 km/h en modo eléctrico. De gestionar la potencia de sus tres motores se encarga una transmisión automática de ocho velocidades que puede manejarse bien desde la palanca de cambios, bien desde las levas situadas en el volante. La capacidad de freno motor y de regeneración de energía en frenadas y deceleraciones se puede incrementar pasando la palanca de la posición D a B (del inglés brake, freno).

Hemos podido probar el coche por carreteras de la Selva Negra alemana, y la conclusión es que el funcionamiento tanto de los motores como del cambio es muy satisfactorio. Los primeros por su contundencia en la entrega de potencia y el segundo, por la suavidad de las transiciones y el poco ruido que las acompaña, algo que no ocurre con las cajas de otros modelos híbridos.

El usuario puede influir en la manera de actuar de estos y otros parámetros del coche si hace uso de los cuatro modos de conducción a su disposición: 100% eléctrico, híbrido, 4x4 y Sport, que da lugar a exprimir todo el potencial disponible y a jugar con el cambio manualmente por medio de las levas. Si la batería está bajo mínimos y necesitamos disponer de un remanente eléctrico al llegar a un garaje o a una zona de bajas emisiones, cabe seleccionar la función e-Save, con la que el motor térmico se dedica a recargarla al tiempo que mueve el vehículo.

El Grandland X Hybrid4 se suministra de serie con un cargador de 3,7 kW que permite llenar las baterías en unas cuatro horas. Con el cargador opcional de 7,4 kW, la operación se abrevia hasta 1 hora y 50 minutos, mientras que en un enchufe convencional de 1,8 kW precisa de más de 7 horas.

Para quienes recelan (muchas veces con razón) de los diversos privilegios de que disfrutan los híbridos enchufables, el nuevo Opel incorpora en el retrovisor interior, como otros modelos del Grupo PSA, un testigo que indica cuándo el coche está circulando por ciudad con el motor de combustión apagado, es decir, movido exclusivamente por la electricidad de sus baterías, lo que justificaría el preciado distintivo ambiental que exhibe en la luna delantera.

Otros dispositivos, estos de ayuda a la conducción, que embarca son la alerta de colisión frontal con frenada de emergencia, el sistema de mantenimiento en el carril, reconocimiento de señales, detector de somnolencia del conductor, aparcamiento asistido delantero y trasero y control de crucero inteligente, a lo que se suma -ya en el terreno de la simple y llana comodidad- la apertura y arranque sin llave y el portón trasero eléctrico y manos libres. Recurriendo a la lista de opciones podemos contar con regulador de velocidad de tipo adaptativo, cámara de visión trasera, sistema de visión 360º y luces led adaptativas.

Para destacar el poderío de esta versión -es de hecho la más potente de su gama SUV-, Opel ha comunicado que su relación peso/potencia se sitúa en solo 6,3 kilos por caballo, cuando la del modelo con motor 1.6 Turbo, de 180 CV, llega a 8,3 kilos por caballo. La cifra nos deja conocer de paso el peso total del vehículo, no facilitado por la marca, pues si multiplicamos los 300 CV de potencia por 6,3 obtenemos un resultado de 1.890 kilos: casi 400 kilos extra con respecto al 1.6 T que hay que atribuir al sobrepeso de las baterías fundamentalmente.

Los registros homologados en el ciclo WLTP del Hybrid4 hablan de unas emisiones de 29 gramos de CO2 por kilómetro con un consumo de 1,3 litros cada 100 kilómetros que obviamente es imposible obtener durante la utilización real del coche. Nuestra toma de contacto con él no nos autoriza a extraer conclusiones fiables al respecto, pues transcurrió sobre todo por carreteras de montaña, sin apenas nada de recorrido urbano -donde el gasto de combustible se reduce drásticamente en un vehículo de estas características-, y sin embargo éste se mantuvo en magnitudes razonables.

Algo menos de maletero

Además del que conlleva el sobrepeso, el nuevo modelo de Opel se ve forzado a pagar otros peajes por su naturaleza híbrida enchufable y, especialmente, por la presencia de una batería relativamente grande bajo los asientos traseros. Aunque la habitabilidad no parece verse afectada, el maletero sí merma de manera considerable (tiene 390 litros, por 514 de los demás Grandland), y también el depósito de combustible pasa de 53 a 43 litros.

El Grandland X Hybrid4 está ya a la venta, en combinación únicamente con la exclusiva terminación Ultimate, a un precio con descuento de 43.800 euros que rebaja la tarifa oficial en alrededor de 10.000 euros. La versión Hybrid se comercializará en acabado Ultimate por 38.400 euros y en el menos equipado acabado Selective por 34.900. El capó negro que tanto caché otorga a este modelo, y que aporta un plus de personalización ahora que están tan de moda las carrocerías de dos colores, cuesta 600 euros adicionales.

Etiquetas
stats