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Jazz San Javier vivió una noche de fusiones y abanicos

Mathieu Saglio Quartet e Invitados durante su concierto

Andrés Garrido

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La quinta jornada del XXIII Jazz San Javier programó el regreso del violonchelista Matthieu Saglio y su cuarteto, con diversos invitados, que dieron testigo fehaciente de las fusiones que Saglio lleva a cabo en sus últimos proyectos. Para la ocasión, el cuarteto estaba conformado por Steve Shehan, batería y percusiones; Christian Belhomme, piano y teclados; Léo Ullmann, violín. Y sus invitados, la cantaora y bailarina Isabel Julve; el cantante senegalés Abdoulaye N’Diaye así como el hermano de Matthieu, Camille Saglio y el acordeonista valenciano Carlos Sanchis.

Con este grupo de compañeros, Matthieu Saglio inició un viaje musical que nos adentró en diferentes mundos y culturas. El propio violonchelista explicó que cuando lo llamó Alberto Nieto (asesor musical del festival, al pasar la dirección a David Martínez por jubilación) para que preparara un concierto especial comenzó a maquinar, según matizó, quiénes vendrían como invitados. Y el concierto de esta edición de San Javier mostró, ciertamente, lo especial que fue su participación en esta XXIII edición, que comenzó él sólo con su violonchelo interpretando 'Je vous salue' (literalmente, “Le saludo”), en una pieza donde Saglio se muestra tan sólo con su violonchelo.

El público lo recibió con el cariño que se ha ganado en sus anteriores visitas al auditorio del Parque Almansa y continuó, en formato trío, con “Amanecer”; una amalgama de fusiones musicales a ritmo de “Funky” con una cadencia más lenta de lo habitual, en cuya ejecución tuvieron entrada los artilugios electrónicos para que Saglio hiciera un sinfín de melodía acompañante y poder juguetear, así, con su violonchelo o la gran gama percusiva que Shehan sabe utilizar a la perfección creando atmósferas increíbles. Bueno, el resultado fue espectacular. Ahora tocaba presentar a los músicos que conforman su cuarteto llamando estable de estos últimos tiempos, así que llamó al escenario al cuarto componente, el violinista Léo Ullmann. Ya los cuatro en el escenario atacaron 'Sur Le Chemin' (Sobre el camino), en una pieza en la que llevaron el peso de la misma violonchelo y violín con una base melódica del piano y la rítmica de la batería, que dejaron una versión aún más rica en matices que la publicada en el álbum 'El camino de los Vietos'.

Para iniciar el desfile de sus invitados, Matthieu presentó al acordeonista valenciano Carlos Sanchis, con quien abordaron 'El bolero triste' para regalarnos una bella partitura con ese aire de los barrios parisinos en los que se asientan los pintores, músicos… Una delicia musical que te adentra en sus calles y ambientes. Después vino un estreno en esta XXIII edición: 'Una noche en San Javier'. El acordeón continuaba imprimiendo ese aire francés y parisino dentro de una pieza con bastante swing hasta que ¡Saltó la sorpresa! Se escucharon los primeros zapateados de Isabel Julve y la fusión se corroboró en el escenario del Parque Almansa. Espacio para Isabel que el público premió con sus aplausos, hasta que Saglio dejó sonar su violonchelo para que el grupo entero retomara el argumento de esta noche en San Javier. Aplauso unánime y con mucho calor humano; tanto, como el que se dejó caer en lo meteorológico, con una humedad que se fijó en más del 90 por ciento provocando que los abanicos se convirtieran en los protagonistas de las gradas.

Otra sorpresa fue el presentar, por primera vez en un concierto oficial, al hermano de Matthieu, Camille Saglio, que interpretó con su voz 'Atman' (en indú, alma). Deben creerme si les aseguro que me pareció estar en uno de esos templos de la India, asistiendo a los cantos religiosos. Este matiz es el que ha logrado Matthieu Saglio con este proyecto: El hacernos viajar por zonas del mundo que, probablemente, muchos de nosotros no conoceremos físicamente, pero a las que, sin duda, este trabajo musical ejecutado de una manera sencilla y tranquila del chelista francés y sus colaboradores, nos transportaron durante casi dos horas a esos lugares soñados.

El concierto, tras esta participación de Camille, continuó con 'Caravelle'. Hay una buena parte de aires africanos y de otros países, tal y como señalaba, que caracteriza el eclecticismo de Saglio en estas nuevas creaciones en las que sabe desenvolverse muy bien logrando una fusión de corrientes musicales de las que es un empedernido amante. Saglio posee una técnica muy personal que hace de su violonchelo una guitarra o un contrabajo, según requiera el momento, o realizando auténticas diabluras con el arco o su mano. En este de 'Caravelle' el chelo se convirtió en una guitarra.

Con 'Metit', el escenario recibió al cantante senegalés (recién llegado de Dakar, según Saglio), Abdoulaye N’Diaye. Otro testimonio más del gran componente africano que se da en este reciente proyecto del violonchelista francés asentado en Valencia desde 2002. Con N’Diaye hubo otra pieza más del álbum 'Saó' con el proyecto Jeréz-Texas en 2006, titulada 'Après la pluie'.

Matthieu Saglio explicó que 'El abrazo' lo compuso en homenaje a su abuelo y se lo interpretaba en la habitación del hospital. Poco días después fallecía y no pudo asistir a su entierro por tener un concierto en España. Y lo grabó para que lo emitiesen durante el sepelio. A continuación, recordó que hace diez días fallecía su abuela y tampoco pudo asistir al sepelio por encontrarse confinado. Junto a su hermano Camille interpretó 'El abrazo', en recuerdo de sus abuelos.

Luego continuaron con 'Irta', una creación que hasta hace unos días no tenía título y Matthieu explicó que se llevó a sus músicos por una zona del Parque Natural de la Sierra de Irta -un espacio natural protegido español situado al noreste de la provincia de Castellón en la zona de Alcossebre-, que llega hasta una cala en el Mediterráneo y creían que toda la costa española era así. Es un viaje musical por esos parajes del bosque mediterráneo, que Saglio describe a la perfección.

Y de nuevo en el escenario Isabel Julve, para cantar “Tiempo para soñar” que tuvo una introducción percusiva de djembe a cargo de Steve Shehan quien tuvo sus momentos de gloria escénica en los que mostró su dominio sobre la percusión; también Isabel Julve, además de cantar, reiteró sus buenas maneras para el baile. En suma, una canción de fusión que nos alegró la noche aún más si cabe.

El último tema fue 'L’appel du Muezzin' (la llamada del muecín) -título que abre su reciente trabajo de 2020 'El camino de los vientos', que describe el primer momento del amanecer cuando en los países árabes se llama desde el minarete al rezo. Según explicaba Matthieu Saglio es un momento muy especial y fue la base inspiradora para crear esta pieza, eminentemente árabe, en la que las voces fueron las protagonistas de las fusiones que aparecen durante esta partitura (Isabel Julve interpretó una saeta en su intervención, mientras N’Diaye lo hacía en senegalés y Camille Saglio en su línea), con la que finalizó esta nueva visita a Jazz San Javier. El público saltó literalmente de sus asientos poniéndose en pié y ovacionando a los ocho músicos, como homenaje inequívoco de esta experiencia musical tan original y de gran calidad que había sonado en el escenario del Parque Almansa.

Naturalmente, los bises llegaron con un anuncio de Matthieu Saglio previo. Nos confesó que no sabíamos lo que esos aplausos significaban para ellos ya que, estos días, andamos vacunándonos contra la pandemia y, subrayó, “estos aplausos nos inmunizan mucho más que la propia vacuna y para mucho tiempo”. Tras esta muestra de gratitud de Saglio que patentaba su sencillez de un músico enorme, éste llamó a Isabel Julve para que cantara 'Cositas del querer', cuya letra es de la propia cantante. Y un último regalo: 'Berceuse' ('Canción de cuna'). Cuando se emita por La 2 de TVE y en 7 TV Región de Murcia disfrutarán de un momento precioso que tanto los cámaras como el realizador Jaime de Castro plasmaron en un fundido del violonchelo y la Luna plena que lució en esta noche mediterránea. Un pequeño privilegio de amabilidad que me proporcionan los compañeros de televisión que graban este festival.

En suma, noche muy especial y singular con este nuevo proyecto del violonchelista francés afincado en España, Matthieu Saglio Quartet e invitados para la ocasión, que nos dejaron un concierto de encanto, fusiones y originalidad propio de una gran músico y mejor persona. Sin duda, Matthieu Saglio se ha convertido, tras sus 20 años en la música profesional, en uno de los instrumentistas más prestigiosos, originales e imprescindibles del jazz europeo del siglo XXI. La nueva cita será con otra noche de contrastes a cargo del pianista Daniel García y su trío, al que ha invitado a la violinista Maureen Choi que ya estuvo con Patax hace unos años atrás. Después, el regreso de otro músico de primer orden proveniente de la comunidad valenciana y que, como sus predecesores hoy, es muy querido –y él quiere a este festival- y nos volverá a embaucar con su groove pegajoso. Se trata del organista Mauri Sanchis y su banda; diez músicos en escena que pueden pulverizar a los que tengamos la suerte de presenciar este concierto. Se lo contaremos con todo detalle. No pierdan este hilo.

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