Se acerca inevitablemente el momento de la sensación verdadera. Los líderes de las cuatro formaciones políticas se disponen a realizar la ultima jugada, mientras los electores observan cómo interpretan el voto que hace ya más de una semana depositaron en las urnas, en aquel domingo que les dijeron que se celebraba la 'fiesta de la democracia'.
Desde las filas populares se insiste, como un mantra, en que lo más democrático es que gobierne la lista más votada, dejando entrever que no es ético y razonable que otras fuerzas en coalición unan sus votos y pacten otro gobierno, obviando la más elemental aritmética que al fin y al cabo es la democracia: un ciudadano un voto, y que cualquier suma de esos votos que dé una amplia mayoría, es tan válida como la aplastante mayoría absoluta de un solo partido.
Dicho lo dicho, que no deja de ser una obviedad que al parecer se les olvida a ciertos políticos, vayamos al grano. Lo que aquí y ahora, en la Región de Murcia, está en juego, es muy sencillo: otro gobierno más del PP o un pacto entre el PSOE, Podemos y C's. Hasta aquí, lo que ya ha quedado claro es la pérdida de la mayoría absoluta del PP después de 20 años en el Gobierno de la Región y en los principales ayuntamientos, como son Murcia y Cartagena. Y esto ya es un hecho histórico.
Como la memoria es frágil, y una nube de noticias cada día cubre con brumas a las del día anterior, bastaría con echarle un vistazo a las hemerotecas para ver lo que unos y otros prometían, y volveríamos a ver las dos opciones, en las que en estas próximas y últimas 48 horas se está jugando la última partida, que no eran y son otras que o el PP siga gobernando o que deje de hacerlo en la Región.
Desde hace una semana ya sabemos quién lleva un as en la manga, y todos los ciudadanos observan los movimientos de ese partido que se llama C's. La formación de Albert Rivera le ha lanzado un órdago al PP para sentarse a negociar el Gobierno de la Región y el apoyo en los ayuntamientos, que no es otro que los imputados abandonen. Hasta el momento ya ha dejado su puesto el delegado de Gobierno y la que podría haber sido la alcaldesa de Fuente Álamo, así como Miguel Ángel Cámara, que ha sido alcalde de Murcia y secretario general del PP de Murcia, que ya ha anunciado su marcha.
Se presupone que estas dimisiones que deberían ser normales en democracia, aquí al parecer se tornan en extraordinarias. Y así están las cosas para volver a sentarse y firmar el documento de regeneración de C's. Desde luego que el secretario general del PP de Murcia, Miguel Angel Cámara, no podrá cantar la letra del famoso tango: “Volver con la frente marchita, sentir que es un soplo la vida, que veinte años no es nada”.
Y esos veinte años que no son nada, que son los que el PP lleva en el Gobierno en Murcia, es el quid de la cuestión, la gran jugada de estas elecciones que se juega en estos momentos. Y ahí están atentos los ciudadanos esperando la última jugada, con la mosca detrás de la oreja, intuyendo que después de todas las reuniones y las negociaciones, todo acabe en un paripé. Ahí están, claro, los ciudadanos que votaron por un cambio, contra la corrupción y por una nueva forma de hacer política. Ahí están dándole vueltas al tiempo y pensando que “el que no cambia todo, no cambia nada”.
Patricio Peñalver es escritor y periodista
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