EH Bildu reclama a los socialistas no ser excluidos de la negociación de Gobierno para investir a Chivite
La socialista María Chivite necesita las nueve abstenciones de EH Bildu, tercera fuerza en el Parlamento foral, para ser investida de nuevo presidenta de Navarra. Los votos del PSN (11), Geroa Bai (7) y Contigo/Zurekin (3), que la pasada legislatura fueron socios del Gobierno navarro son insuficientes para sumar más síes que noes en una investidura de Chivite, por lo que volverá a depender de la izquierda abertzale, que le ha exigido no ser excluida de la negociación para contar con sus apoyos.
Pero los socialistas no quieren ningún acercamiento con EH Bildu en un contexto de campaña de unas elecciones generales por el frente político que supone para el PSOE cualquier acuerdo con la coalición liderada por Arnaldo Otegi. “Ya le hemos trasladado a EH Bildu que no queremos ningún acuerdo de Gobierno con ellos”, ha enfatizado la presidenta de Navarra en funciones, María Chivite, quien no ha aclarado si se volverán a sentar con la izquierda abertzale -ya mantuvieron un encuentro hace unas semanas- para pedirles la abstención. “El acuerdo de Gobierno y de programa será público y lo explicaremos a todo el mundo que quiera que se lo expliquemos con transparencia”, ha puntualizado.
EH Bildu, por su parte, saca músculo por su resultado electoral del 28M en el que logró pasar de siete a nueve parlamentarios, convirtiéndose en tercera fuerza política en Navarra, y ha reclamado ser partícipe de las negociaciones para la conformación del nuevo Ejecutivo. “Obviar que somos la tercera fuerza política del Parlamento de Navarra y obviar las cifras que dan las mayorías parlamentarias es estar muy lejos de la realidad. Obviarlo no es una opción, si de verdad queremos construir mayorías progresistas y alternativas a los gobiernos de la derecha. En este sentido, estamos muy tranquilas porque este momento va a llegar más pronto que tarde”, ha solemnizado la parlamentaria Laura Aznal.
Las relaciones del PSN con la coalición abertzale, con quien la pasada legislatura pactaron todos los presupuestos, se ha agrietado en las últimas semanas a raíz de la decisión de los socialistas de mantener el veto a EH Bildu en la conformación de los ayuntamientos, lo que provocó que la derecha de UPN se mantuviera en el poder en varios municipios como Pamplona o Barañain, donde EH Bildu necesitaba del apoyo de los socialistas para obtener el bastón de mando.
Por ello, desde la coalición abertzale piden nuevas reuniones con el PSN para que sus propuestas estén recogidas en el próximo programa de Gobierno. “Tendrán que ser compartidas las líneas de las negociaciones que se están llevando a cabo para dar paso a un gobierno progresista”, ha señalado Laura Aznal.
Avances en las negociaciones con Geroa Bai y Contigo/Zurekin
En paralelo, el PSN sigue negociando con los que han sido sus socios esta legislatura, Geroa Bai (PNV y Socialverdes) y Contigo/Zurekin (Podemos, Izquierda Unida, Batzarre, Equo y Alianza Verde), para reeditar el Ejecutivo foral. Según ha explicado la parlamentaria de Geroa Bai y expresidenta de Navarra Uxue Barkos, en las últimas horas se han intercambiado documentación con “medidas concretas” para el acuerdo programático. “En una lectura rápida, nos encontramos en una senda de encuentro convencido en el caso de Contigo respecto a la concreción de las medidas y queda más en el terreno de lo que ya había avanzado el PSN de menor concreción”, ha afirmado.
Barkos ha mostrado sin embargo malestar por los tiempos de la negociación, asegurando que Chivite, quien posteriormente lo ha negado, ha establecido que no habrá acuerdo antes de las generales del 23 de julio. “Despeja las pocas dudas que teníamos algunos, fue una de las primeras cuestiones que expuso Geroa Bai que fue nuestra preocupación por que esa fecha -la de las elecciones generales- condicionara la posibilidad de trabajar de manera eficaz en un acuerdo”, ha lamentado Uxue Barkos.
Geroa Bai ha vuelto a reclamar una vez más la intervención de María Chivite en las reuniones para la negociación del Gobierno, asegurando que se trata de una “escenificación que puede terminar en la concreción de cierta falta de liderazgo”. Chivite, por su parte, ha respondido que la negociación “no es una cuestión personalista, sino de posiciones políticas de partidos políticos”.
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