Menos de 1.000 euros al mes para la cuarta parte de los discapacitados
Las personas que tienen algún tipo de discapacidad alcanzan casi el 5% de la población total de Navarra. Son exactamente 24.389 personas, según un informe presentado por el Observatorio de la Realidad Social. La cuarta parte de ellas vive con ingresos inferiores a los 1.000 euros al mes y pasa dificultades para llegar a final de mes. El paro alcanza al 50% de este colectivo. Además, según reconoce el informe, la mayoría de estas personas paga con recursos propios las ayudas técnicas que necesita, que suelen ir más allá de las que financia la Administración, como el teléfono de emergencia o el servicio de ayuda a domicilio.
Para estas personas es indispensable conseguir un empleo a través del que completar su integración social. La mayoría del colectivo (un 60%) considera que las políticas de empleo aprobadas para las personas con discapacidad son “bastante eficaces” para lograr un trabajo. Pero el otro 40% de estas personas opina que dichas políticas no le ayudan “nada o casi nada”. También la brecha de género se manifiesta con claridad en este colectivo: mientras que la tasa de paro de los hombres ronda un 19%, la de las mujeres roza el 25%. Los hombres consiguen más empleos en el mercado laboral ordinario, mientras que las mujeres encuentran acomodo en centros especiales de empleo y dedican mucho más tiempo que los hombres a labores del hogar no remuneradas.
Con todo, y como las discapacidades se producen más entre hombres que entre mujeres, el perfil de la persona con discapacidad en Navarra sería el de un hombre casado, con una edad comprendida entre los 46 y los 64 años, que reside en el área central de Navarra y presenta una discapacidad física sensorial de grado medio (entre el 33 y el 64%).
“La ayuda que reciben estas personas proviene más del ámbito familiar o privado que de los servicios públicos”, admite el informe. Cita, como ayuda más solicitada por este colectivo, la realización de actividades fuera del domicilio: ir al médico, desplazamientos o acceso a diferentes servicios. También resulta llamativo que “las familias que tienen algún menor con discapacidad, deciden prestarle atención en el seno de su propio hogar, sin acudir a ayuda externa”. En cuanto a la sanidad, el 33% del colectivo utiliza habitualmente servicios sanitarios privados, una proporción que se eleva hasta el 44% en el caso de los menores de seis años (logopedia, diagnóstico y fisioterapia son los servicios más demandados para estos niños).
De esta manera, revela el informe, las familias pagan con sus propios recursos servicios y técnicas necesarias para tratar su discapacidad. Y lo hacen, según el estudio, con unos ingresos que se sitúan por debajo de la renta media familiar en casi el 8% de los casos, o con ingresos inferiores a los 1.000 euros netos al mes en otro 25% de los casos.