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Y, tras los primeros contactos en Navarra y Pamplona, ¿ahora qué?

Barkos, durante una comparecencia anterior / Foto: Efe.

Garikoitz Montañés

La primera ronda de contactos entre los partidos en Navarra y Pamplona tras las elecciones del 24M ha finalizado. Geroa Bai en el Parlamento Foral y EH Bildu en el Ayuntamiento de Pamplona han encabezado sendas series de conversaciones para garantizar los apoyos que les permitan encabezar estas instituciones. Ninguno de los dos ganó las elecciones forales o municipales, pero UPN no se ha asegurado contar con los votos para seguir al frente de las instituciones. Y, ahora, cabe preguntarse, ¿cuáles son los próximos pasos? Joseba Asiron, alcaldable de EH Bildu, sí se ha lanzado a la piscina al asegurar que cuenta con los apoyos necesarios (EH Bildu, Geroa Bai, Aranzadi e Izquierda-Ezkerra) para gobernar la capital navarra; pero la candidata de Geroa Bai a la Presidencia del Gobierno Foral, Uxue Barkos, aún pide paciencia. Su objetivo, además de los 26 apoyos que ya da por asegurados (con una fórmula similar a la de Pamplona: Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E), es extender esos votos hasta los 33, si finalmente logra sumar al PSE a la apuesta por el cambio, por mucho que en él se incluya a EH Bildu, que es lo que el grupo socialista ha querido evitar.

Los prácticamente nueve días siguientes a la celebración de los comicios han servido para confirmar (cuestión nada desdeñable en la influenciable política navarra) la posibilidad de sendos gobiernos de cambio que se veían tras los resultados electorales. Los procesos han sido paralelos, aunque Geroa Bai en el Parlamento se ha mostrado más abierta a incluir a otras formaciones (las miradas están puestas en el Partido Socialista, que por cierto en Euskadi parece abocado a entenderse con el PNV), a pesar de que EH Bildu se ha mostrado abiertamente reacia a incluir a PSN en cualquier fórmula, y el PSN a un gobierno que pase por incluir a la coalición abertzale. Entre esas dos posiciones marcadas, tanto UPN como PPN han maniobrado para plantear otra fórmula: un Gobierno de Navarra de izquierdas, formado por PSN e I-E, pero apoyado por las dos fuerzas de la Derecha. Las sumas llegan, pero para ello sería decisivo que Izquierda-Ezkerra diera un vuelco a lo manifestado durante la campaña, aunque su cabeza de lista, José Miguel Nuin, ya ha cerrado la puerta a esa posibilidad.

Con todo, cabe preguntarse ahora en qué situación están las negociaciones en las dos instituciones. En ambas, las dos formaciones que lideran las conversaciones han anunciado nuevos encuentros, en este caso más técnicos, para acordar un programa común entre las llamadas fuerzas del cambio, pieza clave para decidir si, finalmente, habrá o no un gobierno de coalición en ambas instituciones.

En Navarra, a la espera del PSN

Barkos, tras su reunión este martes con EH Bildu, ha completado su ronda de contactos con los futuros grupos parlamentarios. Solo faltaba UPN, que esta misma semana ha deshojado la margarita sobre si acudiría o no a la reunión y al final la ha descartado casi a última hora al considerarla “un paripé”. La candidata de Geroa Bai a la Presidencia del Gobierno Foral ha confirmado la sintonía, uno a uno, de I-E, Podemos y EH Bildu, y cada formación ahora tiene que trabajar en qué cuestiones considera prioritarias para incluir en un programa.

Esas cuatro fuerzas aseguran, sobre el papel, los 26 escaños y, por tanto, que Barkos encabece el próximo Gobierno de Navarra; no obstante, la dirigente de Geroa Bai ha asegurado que su objetivo es que el cambio sea más sólido y apoyado por 33 escaños: es decir, por el PSN, que por cierto también está encomendado a trabajar en sus propuestas para hacer realidad ese cambio, dejando más aislado así a UPN y apostando por una fórmula de cambio más tranquilo. Está por ver, en cualquier caso, si será con un gobierno de coalición (EH Bildu así lo ha defendido, mientras que Podemos e I-E no han considerado prioritario pronunciarse al respecto) o con un apoyo puntual en la investidura. Más adelante, otro paso será plantear una reunión conjunta entre quienes apoyen esta alternativa a UPN, algo que por ahora no está previsto.

En Pamplona, Bildu ya se ve en la Alcaldía

Asiron no se ha reunido con todos los futuros grupos municipales, pero sí se ha postulado para encabezar el próximo Ayuntamiento de Pamplona. Para ello, cuenta con los votos de su propia formación (cinco concejales), Geroa Bai (5), Aranzadi (3) e I-E (1). La posibilidad de que la coalición liderada por la izquierda abertzale gobierne Pamplona es la que más críticas ha generado entre UPN, que en Pamplona ha logrado diez concejales pero que, ni con un apoyo del PSN (3), le permitirían mantenerse en el gobierno. Asiron, que este martes se ha reunido con representantes sindicales de la plantilla municipal, pretende iniciar ahora reuniones más técnicas con los grupos mencionados (y más centradas en el programa), que se desarrollarán durante esta semana y la próxima, y su apuesta, como ocurre en el Parlamento, es por un gobierno cuatripartito.

En este caso, las fechas apremian más porque la constitución de los ayuntamientos está anunciada para el 13 de junio. Una de las claves para que las conversaciones lleguen a buen puerto será la decisión que se adopte este próximo viernes en la asamblea anunciada por Aranzadi, la agrupación de electores que en Pamplona ha contado con el apoyo de Podemos y que, ese día, pretende señalar sus políticas prioritarias y su política de pactos, aunque ya ha asegurado que apuesta por el gobierno de cambio. La otra es cómo va a afrontar EH Bildu la petición, planteada por Geroa Bai, de apoyar las iniciativas de condena del terrorismo o de cualquier vulneración de los derechos humanos. Asiron, a este respecto, ya ha respondido que su postura es la de “rechazo absoluto a cualquier tipo de violencia”.

UPN insiste en cargar contra el nacionalismo

Primero una petición de apoyo a la lista más votada, después menciones a la Alemania previa a Hitler y, en todo momento, críticas a la posibilidad de dos gobiernos nacionalistas en Navarra y Pamplona. Así ha sido la reacción de UPN a estas negociaciones, de las que finalmente ha quedado fuera. Así, Javier Esparza, candidato de UPN a la Presidencia de Navarra, ha lamentado en conferencia de prensa que las formaciones nacionalistas usen a Podemos e Izquierda-Ezkerra para hacer de Navarra “una diputación vasca más”, unas afirmaciones en la línea de la campaña electoral realizada por la formación regionalista y que siguen avivando el panorama post-electoral.

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